Editorial

Editorial: ::: LA ESPERANZA NO SE PIERDE :::

Hoy viernes 1° de enero comienza un año cargado de expectativas, un nuevo ejercicio en el que muchos tienen cifradas perspectivas en todos los aspectos, en el familiar, en el laboral, en el económico, así como en el institucional.

Ello porque acabamos de despedir un año para el olvido, un periodo en el que se advirtió al recrudecimiento de la delincuencia, en donde el sicariato fue el privilegiado por las organizaciones delictivas que zanjaron sus diferencias a través de jovenzuelos que son capaces de matar a cambio de algunos cobres.

En el tema del tráfico de terrenos las muertes estuvieron a la orden del día, existieron varios crímenes con este móvil, empero, también se afianzó la extorsión a través del pago de cupos de seguridad como por la secuela de asaltos y despojo de bienes por los cuales los maleantes exigían gruesas sumas de dinero.

La ambición de poder no fue ajena a este accionar delincuencial, basta recordar uno de los hechos más repudiables de los últimos tiempos con el doble asesinato registrado en la carretera de penetración a Nepeña, frente al poblado de Huacatambo, en donde sicarios adolescentes asesinaron sin piedad al alcalde de Samanco Francisco Ariza y al abogado Henry Aldea, a quienes dispararon y luego arrojaron fuego debajo del auto.

Este hecho ha sido resuelto por la Policía en solo dos meses, se ha podido establecer que el móvil fue la ambición política de tomar el poder en un distrito en donde existen muchos intereses económicos por manejar, de allí que el frustrado ex alcalde Jaime Casana Escobedo, quien había suspendido luego de ganar las últimas elecciones, pretendía por todos los medios tomar el poder.

Quiso hacerlo en la vía judicial desvirtuando la sentencia que lo condenó a cuatro años de pena condicional que lo descalificó para jurar el cargo, manteniendo la esperanza que la instancia suprema pudiera revocar ese fallo y habilitarlo para ejercer la alcaldía, cosa que no se concretó porque la condena fue ratificada en setiembre pasado, quedando a un paso de la vacancia.

De la misma manera pretendió hacerlo por la vía política, trató de persuadir a su sucesor Ariza Espinoza que permitiera que manejara la administración por lo bajo, cosa que aquel no permitió, razón por la cual manejó a los regidores para que le hicieran tenaz oposición.

Fueron estos mismos concejales quienes, al no prosperar el retorno de Casana, avalaron el plan de eliminación del burgomaestre, a decir de la Policía y con el testimonio de colaboradores eficaces, se ha podido establecer que todos ellos se confabularon para que sicarios saquen del camino a Francisco Ariza y de esta manera ellos puedan asumir el control de la Municipalidad como lo quería Casana Escobedo.

Escandalosamente, esto se concretó apenas a una semana del alevoso crimen, la primera regidora Fanny Mallqui Huaman reclamó el derecho de juramentar como alcaldesa y lo hizo para formar un nuevo cuerpo edilicio, empero, las investigaciones no permitieron que concretaran sus protervos objetivos pues fueron capturados y encarcelados en el penal de Cambio Puente, en donde permanecen hasta la fecha a la espera que la Sala Penal de Apelaciones resuelva la impugnación que han planteado.

Este quizás ha sido el hecho más grave y alevoso que ha dibujado el perfil de violencia al año que acaba de terminar, ha provocado demandas extremas por parte de la sociedad civil y ha obligado al gobierno a reaccionar a último momento, decretando una emergencia que, afortunadamente, ha comenzado a generar resultados positivos.

Pero no solo la violencia ha marcado el negativo año que pasó, la actividad económica ha dejado un pasivo sumamente preocupante puesta de manifiesto en las limitaciones de las cuotas de captura en la pesca industrial de anchoveta, recogió el desastroso legado del año anterior cuando los funcionarios del Ministerio de la Producción se vieron obligados a suspender la segunda temporada de pesca y se temía que el año 2015 podría ocurrir algo similar al anunciar la llegada de un fenónemo de El Niño de considerables connotaciones y de graves consecuencias.

Justamente, este anuncio dejó una profunda marca en la vida de los Chimbotanos, se exasperó la demanda de medidas preventivas para evitar desbordes, inundaciones y desastres por efecto de las lluvias y precipitaciones que se proyectaban, el gobierno volvió a mirar a Ancash con indiferencia y ello se agudiza en el momento mismo que los partidarios del gobernador regional Waldo Ríos agredieron al Presidente de la República Ollanta Humala en una visita oficial a nuestra ciudad.

El solo hecho que el ejecutivo haya transferido los recursos destinados a la descolmatación de los principales ríos a las cuentas de los organismos del Ministerio de Agricultura, mas no al gobierno regional, demostraba que no querían saber nada con una autoridad que lamentablemente ha contribuido a llevar al caos a nuestra región.

Pero los efectos de este anuncio de un Niño fuerte o considerable no solo motivó a tomar medidas extremas en los efluentes, sino que las autoridades educativas decidieron evitar las consecuencias en el final del año escolar y adelantaron el término de las clases para el 30 de noviembre, de tal suerte que los escolares ya llevan más de un mes de vacaciones adelantadas y las anunciadas lluvias no se presentan.

Así como estas consecuencias que han alterado la actividad pesquera y educativa, el anuncio de este fenómeno de El Niño derivó en una pronunciada recesión de la economía local, las entidades financieras limitaron las líneas de crédito, las actividades comerciales restringieron los préstamos o compras diferidas, los pagos se extendieron y las estrecheces de agudizaron en la mayoría de las empresas.

Este sombrío panorama aún se mantiene, se cierra el año con una desaceleración preocupante en la economía local, regional y nacional, el desastroso desempeño de autoridades en las principales entidades públicas contribuye a este esquema pernicioso y negativo, de allí que habría que recurrir a ese viejo adagio que dice “a mal tiempo buena cara”, y, eso es lo que tenemos que hacer obligadamente los chimbotanos hoy que se inicia el año 2016, hay que pensar que la esperanza es lo último que se pierde y que aún queda una luz  de confianza e ilusión en que este estado de cosas cambiará. Esperemos que sea así, FELIZ AÑO a todos nuestros lectores.