Editorial

Editorial::: ::: EN LA HORA CRUCIAL :::

La esperada obra de la vía de evitamiento de Chimbote se encuentra en una fase decisiva en la medida que dos ministerios se encuentran en negociaciones finales con la empresa concesionaria, a efectos de salvar las ultimas vallas que impiden su ejecución y con las cuales ya se tendría inclusive la fecha de inicio de los trabajos.

Esta es la conclusión que trajeron a Chimbote los alcaldes de la provincia del Santa, de Nuevo Chimbote y del distrito de Santa que la semana pasada acudieron al despacho del Ministro de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo Ku, con la finalidad de conocer el real estado de avance de este proyecto que ya genera la inquietud de la población.

Ello porque hace solo unos meses el alcalde provincial Julio Cortéz Rojas anunciaba que la vía de evitamiento se iniciaba el mes de marzo, empero, pasaron los días y esta obra no solo no se inició sino que llegaron informaciones que advertían del riesgo que se quede nuevamente en el limbo y no se ejecute por problemas de índole presupuestal.

En realidad esto último es casi imposible, existe una aplicación presupuestal que está reservada para esta obra que fue incluida como una ampliación en la ejecución de la Red Vial N° 4 que representa a la autopista del norte que se ejecuta en la carretera Panamericana norte, lo que ha conspirado contra su ejecución son problemas extracontractuales que tienen que ver con la imposibilidad de entregar el terreno a la empresa ejecutora.

Hay que tener en cuenta que, al igual que la vía de circunvalación o la vía expresa, el proyecto de la vía de evitamiento data de muchos años atrás, el trazo destinado a su ejecución está reservado hace muchos años, de allí que en los últimos tiempos fue materia de invasiones en algunos sectores en donde se establecieron tierras agrícolas, especialmente en el valle del Santa, consecuentemente, se ha requerido apelar a los procedimientos de desalojo o expropiación para liberarlos.

Lo cierto es que hasta hace una semana atrás existía una marcada incertidumbre respecto a la ejecución de la vía de evitamiento, un comité de gestión que está apoyando el avance de este proyecto advirtió el riesgo que quede fuera de cartera en el ejecutivo este año y el mismo alcalde Julio Cortéz había admitido esta posibilidad el último fin de semana.

Sin embargo, tras la reunión de las autoridades ediles con el Ministro de Transportes se ha podido conocer que el último escollo que existe es el relacionado al tiempo de concesión que está demandando la concesionaria, la misma que ha exigido un plazo mayor en función a los costos que representa el proyecto que contempla el asfaltado de 39.63 kilómetros (pues geográficamente se ubica entre los Km. 415.3 y 453.7 de la Panamericana Norte), la construcción de 4 pasos a desnivel, 4 óvalos y 2 puentes con una inversión de 121 millones de dólares.

Empero, esto forma parte de las tratativas que tengan que finiquitar el OSITRAN, que es el ente regulador de la infraestructura de transporte de uso público en todo el país, junto a la Dirección General de Inversión Privada del Ministerio de Economía y Finanzas con los ejecutivos de la concesionaria española OHL, en otras palabras son gestiones en donde las partes tratarán de sacar ventaja.

A la luz de lo que nos han expuesto las autoridades ediles, lo que falta para consolidar el proyecto son solo negociaciones que resultan comunes en esta clase de megaproyectos, es el típico “tira y afloje” que no debería generar preocupación porque a la larga no es un inconveniente que pueda traerse abajo un proyecto de gran envergadura.

Son inconvenientes de tipo administrativo que no deberían generar mayores contratiempos, empero, en la cita realizada en Lima el Ministro de Transportes advirtió a las autoridades de Santa, Chimbote y Nuevo Chimbote que deberían estar alertas ante las posibles invasiones que se generen en los terrenos que corresponden al trazo de esta vía.

El titular del portafolio de transportes ha señalado que recibieron información en relación a posibles incursiones con fines de aprovechamiento teniendo en cuenta que está virtualmente próximo el inicio de las obras, por lo que anunció que de ser necesaria su presencia viajaría a nuestra ciudad con la finalidad de verificar in situ que todo se encuentre conforme para hacer entrega del terreno a la concesionaria.

No se puede olvidar que esta vía de evitamiento es un proyecto trascendental en el ordenamiento del transporte, tanto interprovincial como el interurbano en Chimbote, su trazo previsto para iniciarse a la altura del balneario de Besique y concluirse en el distrito de Guadalupito, por la zona norte, permitirá descargar a ese tráfico pesado que solo está de paso por nuestra ciudad, son unidades que requieren viajar a Trujillo, Chiclayo u otras ciudades del norte y no tienen necesidad de ingresar al centro de Chimbote.

Esto descongestionará el tráfico en el centro de la ciudad, especialmente en la avenida Gálvez que, en las horas punta, se convierte en un virtual pico de botella en el puente Gálvez en donde concluyen toda clase de vehículos y es la causa de la tremenda congestión que se genera por el tráfico vehicular.

De la misma manera, no solo la ejecución de esta obra sino su puesta en funcionamiento traerá integración y desarrollo, son miles de puestos de trabajo que se generarán en su construcción y cientos de actividades económicas alternas se reactivarán teniendo en cuenta que existe un presupuesto de 140 millones de soles que se desembolsará en la ejecución de este importante proyecto.

Su consolidación  permitirá que se desarrollen proyecto de restaurantes, rencauchadoras, establecimientos de venta de combustible y todo cuando se requiere para el transporte vehicular, de allí que el efecto que tiene una obra de esta envergadura es importante en la reactivación económica que tanto necesita nuestro puerto.

Esperemos que el último escollo que existe sobre el proyecto de la vía de evitamiento se supere lo más pronto posible y que las autoridades del ejecutivo anuncien rápidamente la fecha de su ejecución. Realmente ya no falta nada, solo la decisión política del gobierno de llevarlo adelante aun cuando se encuentre de salida. Confiemos que en esta ocasión no afloren los consabidos resentimientos de la casa de gobierno para con Chimbote.