Editorial

Editorial: ::: UN NARCO-COMANDANTE :::

La crisis moral de la Policía Nacional en Chimbote llegó a su punto más bajo hace unas dos décadas atrás cuando la corrupción se había entronizado a tal extremo que entre los propios oficiales se denunciaron casos de extorsión.

Muchos deben recordar aquellos años en que los medios titulaban “cae comandante extorsionador” y se referían a un ex comandante Luis Fuentes Alpaca que estando en servicio y al frente de la Jefatura de Inspectoría fue intervenido por la Fiscalía en una celada cuando pretendía cobrarle una coima a un colega de su mismo rango al que venía presionando y extorsionando para archivar una denuncia que se ventilaba en su contra.

En aquel entonces la Policía Nacional de Chimbote entró en una indispensable reorganización, se sacaron a los cuadros de oficiales que existían por entonces y llegaron otros oficiales que buscaron que recuperar la alicaída imagen de la institución tutelar, lamentablemente, constantemente golpeada por la conducta deshonesta y delincuencial de algunos de sus propios miembros.

Después de aquella escandalosa denuncia, se reveló el vergonzoso caso del ex inspector de la Policía Antero Concha Grados, hace cinco años atrás, otro Comandante que le exigió favores sexuales a la esposa de uno de sus colegas a cambio de archivarle también la investigación a su esposo que estaba siendo procesado en su despacho.

Hoy, la Policía Nacional de Chimbote vuelve a ser remecida con un nuevo escándalo, aunque este de ribetes mayores y delincuenciales, pues la DINANDRO en un operativo exitoso detuvo nada menos que al Comisario de Buenos Aires, Comandante Freddy Tuesta Chicana, con un cargamento de 119 kilos de Clorhidrato de Cocaína que llevaba junto a dos sujetos a una vivienda que tenía en el Balneario de Tortugas en donde su objetivo era extraer el alcaloide por vía marítima.

La intervención realizada el último sábado por la noche dejó a todos en una sola pieza, ¿quién se podría imaginar que un alto oficial, jefe de una de las Comisarías más importantes de la ciudad, con trayectoria en otras importantes dependencias, se encontraba involucrado con una organización dedicada al tráfico de drogas?.

Sin embargo, no solo la intervención impecable que permitió la incautación de un descomunal cargamento de droga, sino el seguimiento realizado por los agentes de la DINANDRO, quienes han acumulado una serie de evidencias producto de un celoso seguimiento que incluye vídeos, llamadas telefónicas interceptadas, reuniones, entre otras, demuestran que el descarado oficial estaba involucrado en esta actividad delictiva.

Pero lo más grave es que, como lo ha reconocido el Jefe de la Región Policial de Ancash, general Juan Gálvez Escalante, este pésimo oficial de la Policía no solo era un transportador o elemento de apoyo a una organización de traficantes de drogas, sino que todo indica que formaba parte de la misma, era un sujeto que manejaba los hilos de la droga y utilizaba no solo su vehículo y domicilio para el tráfico de los estupefacientes, sino que puso a disposición de la organización su cargo en la Policía Nacional.

El aun Comandante Freddy Tuesta no vacilaba en desplazarse con el uniforme policial y sus galones distintivos cuando hacía el transporte de la droga, por ello la noche del martes fue detenido con el alijo de droga y cuando estaba uniformado, presto para salir al frente de cualquier intervención o control policial y desvirtuarla con su investidura.

Esto es sumamente grave y ha merecido el repudio y el rechazo de la comunidad chimbotana, ha generado el desaliento y la más absoluta decepción de la ciudadanía y la pérdida de respeto y consideración a la institución tutelar como consecuencia del mal accionar de uno de sus miembros de alto rango y esto lo saben y entienden los coroneles y generales que están al frente de la Policía Nacional.

Por ello se ha visto y escuchado al Ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, mostrar su más absoluto repudio a este accionar delincuencial de quien fue depositario de la confianza de la institución y ha señalado que no solo debe ser dado de baja de manera inmediata sino que debe merecer una doble penalidad, una por ser narcotraficante y otra por haber delinquido con el uniforme policial y utilizar a su institución con este objetivo.

Sin embargo, estas muestras de repudio ofrecidas por el Ministro, el General Gálvez o el Coronel Miguel Acuña Gallo de la División Policial de Chimbote, no se aprecia entre otros miembros de la Policía de Chimbote que parecieran que están tristes y melancólicos por la captura del narco comandante Fredy Tuesta Chicana y así lo pusieron de manifiesto en la dependencia policial la mañana de anteayer domingo cuando los agentes de la DINANDRO llegaron a la Comisaria de Buenos Aires con la finalidad de revisar y recoger evidencias en el despacho del detenido.

Los periodistas fueron testigos de excepción del comportamiento casi cómplice de una sarta de sub oficiales que se colocaron haciendo un cordón con la finalidad que el detenido por tráfico de drogas no pueda ser filmado y fotografiado para que la comunidad en general pueda ver de quien realmente se trata.

Vergüenza ajena nos generaron estas imágenes que distan mucho del desprecio y repulsa de los altos mandos, no sabemos que es lo que dirán el Ministro o las maximas autoridades policiales al ver que ciertos sub oficiales salieron afligidos a despedir al narco comandante como una quinceañera enamorada lo hace con su primer amor.

Qué lástima por nuestra Policía Nacional que cuente con elementos que siguen siendo capaces de demostrar solidaridad y adhesión con estos sujetos que han mancillado a su institución, que la han colocado nuevamente como fuente de escándalo ante todo el país y que no han sido capaces de advertir la actividad delictiva de su oficial superior, de allí que hace bien la DINANDRO en investigar celosamente a estos efectivos policiales.

Siempre se dice que es imposible que los padres no tengan conocimiento de las malas juntas y los malos caminos que toman los hijos, de allí que también podríamos colegir que es difícil que los Policías no puedan conocer lo que estaba traficando el narcocomandante. La comunidad chimbotana no solo rechaza y aborrece de manera contundente un hecho de este tipo y lamenta que nuevamente el nombre de Chimbote se vea envuelto en un escándalo nacional, sino que demanda que se continúe las investigaciones hasta las últimas consecuencias y se determine quienes estuvieron aconchavados con este pésimo oficial. Si quieren limpiar la institución que se haga desde la raíz.