Editorial

Editorial: ::: SOLO EL PRINCIPIO :::

Esta semana la justicia ha definido la situación jurídica del ex Jefe de la Comisaría de Buenos Aires, el ex comandante Freddy Tuesta Chicana, disponiendo no solo su inmediato internamiento en el penal de “Piedras Gordas” en Lima, sino que paralelamente la Policía Nacional ha sentenciado su inmediata separación de la institución sin beneficio alguno.

Primero fue la justicia por intermedio del Primer Juzgado Penal Nacional que despacha el conocido Juez Richard Concepción Carhuancho, quien recibió las investigaciones realizadas por la DINANDRO dentro del plazo legal de 15 días que le confiere la ley y al cabo de las cuales fue puesto a disposición del Poder Judicial.

En una audiencia que solo mereció la descripción de los hechos y las actas de incautación de los 119 kilos de Clorhidrato de Cocaína, el magistrado no vaciló en aceptar el pedido del Ministerio Público para que se interne por espacio de 18 meses al ex comandante de la Policía en un Penal de máxima seguridad, siendo escogido para este caso el presidio de “Piedras Gordas” en Ancón.

Y es que en este caso no existía mucho que debatir, el delito ha sido flagrante y se encuentra calificado por todas las circunstancias que lo rodean especialmente por el cargo y el rango que ostentaba el ex comandante en la Policía Nacional.

Como lo ha dicho el Ministro del Interior, en estos casos existe una doble comisión delictiva, el hecho mismo de traficar con drogas que de por si importa un delito sumamente grave y la traición que implica la utilización del uniforme policial para facilitar las maniobras delincuenciales por parte de este sujeto.

Por ello a nadie ha sorprendido que la justicia diligencie en el menor tiempo posible el internamiento de Tuesta Chicana a un penal de máxima seguridad porque su permanencia en este centro penitenciario es lo que le espera por muchos años más.

Precisamente, el hecho que se ha dictado una resolución que dispone su reclusión por espacio de 18 meses no quiere decir que esa sea una sentencia o el tiempo que permanecerá en prisión, es en realidad una medida procesal que representa un plazo que le otorga la ley al Ministerio Público para que pueda habilitar todas las pruebas que existen en contra del investigado a efectos que tras concluir la investigación el juez se encuentre en condiciones de habilitar el juicio oral para los efectos que se sentencie al investigado, incluso, ese plazo se puede ampliar hasta en otros 18 meses más cuando es necesario.

De allí que se entiende que esta es una primera medida que se dicta contra el “narco comandante” y se espera que en el lapso de la investigación las autoridades puedan realmente determinar cuál ha sido el verdadero origen delincuencial de Freddy Tuesta Chicana quien se pasó a la otra vereda de su vida laboral e institucional a pesar que ostentaba un importante cargo y posición.

Esto es lo que extraña a muchos, generalmente quienes caen en las garras del delito son personal subalterno o aquellos que están necesitados de dinero fácil, empero, el Comandante Freddy Tuesta había labrado toda una trayectoria al interior de la Policía, había conseguido escalar muchos peldaños y ostentaba una buena posición al interior de su institución al extremo que desde hace años venía desempeñando cargos de vanguardia en las diferentes dependencias locales.

Debe recordarse que antes de ser comisario de Buenos Aires se había desempeñado como Jefe de la Policía de Carreteras de Chimbote, una posición importante y en la que se presume podría haber tomado contacto con las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas y aprovechó esa condición para facilitar el paso y transporte de alcaloide impidiendo que ellos puedan estar sujetos a un exhaustivo control en los puestos policiales.

De allí que es evidente que le esperan muchos años bajo la sombra a este pésimo oficial que, para fortuna de los Chimbotanos ha sido echado sin honores y sin beneficios de la institución tutelar. Las medidas adoptadas por la justicia y la Policía son solo el principio de lo que le espera a quien tuvo el descaro de traicionar a su institución, pisotear el nombre de la Policía y utilizar el uniforme para delinquir. Esta clase de gente solo se merece la pena máxima que establece la ley para estos delitos.

                                                           REPENTINO VIRAJE

El gobierno regional de Áncash se ha mostrado ante todos los pobladores como un verdadero “cero a la izquierda” en lo que significa progreso y desarrollo en toda la circunscripción, ha puesto en evidencia que a pesar que cuenta con recursos no es capaz de invertir y esto no lo dicen los medios de comunicación sino que lo han revelado las estadísticas que mensualmente publica el Ministerio de Economía y Finanzas.

Justamente, una de las muestras de esta ineficiencia e incapacidad se observa en las obras paralizadas de colegios y puestos de salud desde hace cuatro años, desde la llamada época de la red criminal, cuando el hoy encarcelado ex presidente regional César Álvarez Aguilar anunció que no se podrían continuar los proyectos por falta de presupuesto.

El carrousel que se hizo para tomar recursos de obras en marcha solo para licitar otras le pasó la factura a la Región y los trabajos quedaron paralizados desde entonces. Pero cualquiera diría que desde hace dos años existen otras autoridades y en efecto las remplazantes tampoco han hecho nada o por lo menos muy poco.

Por ello ha llamado la atención que la semana pasada de manera repentina el gerente de la Sub Región Pacífico, Henry Vásquez Sánchez llegara sorpresivamente con un equipo de técnicos y con funcionarios de la Municipalidad a los abandonados trabajos del Colegio “Víctor Andrés Belaúnde” con la finalidad de retomar esta incipiente obra.

Aun cuando muchos no podían creerlo se comenzaron a efectuar mediciones y realizar evaluaciones a efectos de retomar la obra. En realidad quisiéramos creer este anuncio, sin embargo, han sido tantas las promesas de los funcionarios de turno que nos cuesta pensar que la región ha dado un repentino viraje. Vamos a ver hasta dónde llega este accionar que muchos piensan que solo buscan generar imagen e impedir remociones en los cargos. Pronto veremos si esto llega a ese extremo.