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EMPRESA CAMPOSOL NIEGA QUE HAYAN SECUESTRADO A JOVEN TRABAJADORA

Yuli Tapia Lázaro no está secuestrada, tal como lo afirmó su madre ante los medios de prensa de la ciudad sosteniendo que su hija se había comunicado con ella y le había dicho que estaba retenida en una habitación en Virú a donde fue llamada por un ingeniero de la empresa Camposol a quien involucró en el caso.

Funcionarios de la referida empresa llegaron a nuestra ciudad, dieron la cara a nuestro medio para aclarar que la joven mujer de 19 años de edad no está plagiada y que está trabajando tranquilamente en las tierras que la empresa tiene en Virú.

Emmanuel Meza Sotomayor, Michael Ruiz Moncada y José Segura Rodríguez, jefe de Recursos Humanos, jefe de Relaciones Laborales y jefe de Comunicaciones de Camposol, precisaron que tomaron conocimiento de la denuncia de la madre de la trabajadora e inmediatamente tomaron acciones para saber el paradero de su empleada y certificaron que seguía trabajando con ellos en las tierras que también tienen en Chao.

“Yuli está trabajando con nosotros y vive en Chao, no está secuestrada ni nada por el estilo. Pasa que ella tiene una relación con un trabajador de la empresa y eso ya es su vida personal pero se ha visto afectada por lo afirmado por su madre y ha decidido visitarla hoy (ayer jueves) para aclarar las cosas generada por un malentendido de su madre seguramente” manifestó Emmanuel Meza a la vez que mostraba la fotografía de la joven madre de familia en la casa donde vive en Chao.

Por su parte Michael Ruiz precisó que Yuli Tapia es una de las muchas trabajadoras de Chimbote que se van a trabajar a las tierras de Camposol como también lo es Celi Mariños Correa, también joven madre de familia que vive en “Los Paisajes” y es una de las damnificadas del voraz incendio registrado días atrás a quien entregaron ayuda consistente en víveres.

“Velar por el bienestar de los trabajadores es política de la empresa por lo que consecuentes con nuestra responsabilidad social brindamos esta ayuda a nuestra trabajadora que perdió parcialmente su casita y cuyo caso nos enteramos por otras trabajadoras” añadió a su vez José Segura.

La entrega fue personal y pudieron constatar los daños a la humilde vivienda de Celi Mariños con la posibilidad de ampliarle la ayuda.