Editorial

Editorial: ::: ENEMIGO EN CASA :::

Testigos de la manera como se viene postergando y perjudicando a su institución, servidores del proyecto especial Chinecas hicieron la semana pasada sendos plantones en la Plaza de Armas de la ciudad con la finalidad de llamar la atención de la opinión pública por lo que viene ocurriendo en uno de los proyectos de desarrollo mas acariciados de la región y que tiene un solo responsable: el gobernador regional Waldo Ríos Salcedo.

Ello porque advierten una soterrada intención de la máxima autoridad ancashina por ahogar financieramente al proyecto al haber eliminado la posibilidad que esta entidad sea considerada dentro del presupuesto del canon minero para el año 2017, lo que deja en peligro la ejecución de obras en el proyecto irrigador.

El secretario general del sindicato de trabajadores, Juan Díaz Zúñiga explicó a la prensa que ya en estas fechas se debería estar trabajando en el acondicionamiento de diques, drenes y espigones, así como en las labores propias de mantenimiento, sin embargo, no se hace nada porque no se transfieren los recursos que ingresan a la institución por canon minero.

Lo más preocupante para los servidores, quienes conocen la mecánica de los movimientos financieros y el comportamiento de los funcionarios, es que no se conoce el destino de este dinero y los días y semanas pasan sin que exista un pronunciamiento de la gerencia respecto a este tema, con el agravante que ya se comienzan a percibir problemas financieros para sostener las planillas mensuales.

Lamentablemente, lo que han expuesto los trabajadores es solo la secuela de un manejo deficiente del proyecto, la absoluta inestabilidad que existe en el manejo administrativo y la presencia de gente foránea que no aporta nada y que, frente al desconocimiento de la realidad del proyecto, no está en condiciones de poder dictar las medidas apropiadas.

Este problema se veía venir en la medida que el proyecto Chinecas se encuentra en manos del Gobernador Regional que, por mandato de la ley, es también Presidente del Directorio, lo que quiere decir que es quien nombra a los gerentes y, por su intermedio, controla la contratación de los principales funcionarios.

Curiosamente, el cargo de gerente de Chinecas resulta siendo el más inestable y el más incierto en Chinecas, en solo un año de gestión Waldo Ríos ya ha colocado a cinco profesionales al frente, la mayoría personajes desconocidos y algunos que se han marchado apenas advirtieron los verdaderos objetivos de quienes manejan la institución desde Huaraz.

Antes que se designe a la actual gerente se designó a un profesional que renunció a la semana de haber recibido esta investidura, lo que no dice nada bien del papel que cumple Waldo Ríos cuando lleva a gente que se espanta al ver lo que sucede en Chinecas o no quiere ser cómplice de algo sumamente grave.

Infortunadamente, todo indica que Waldo Ríos había dado en el clavo cuando al asumir la gobernación trajo a Chimbote nada menos que al ingeniero Gastón Barúa Lecaros, un profesional que es un técnico de primer nivel, que ha sido alcalde en el distrito de San Isidro de Lima y ha manejado corporaciones de gran envergadura, con conocimiento en el campo de la agroindustria, por lo que se estimaba que había la intención de consolidar a Chinecas después de muchos años de postergación.

Sin embargo, la injerencia política y el doble discurso de un Gobernador que por un lado le ofrecía libertad de acción y decisión pero que, por otro lado, enviaba a cancerberos para imponer a gente en las planillas, lo llevaron a alejarse de la gerencia y dejar este encargo a quien tenga la plena disposición de firmar todo lo que le pone sobre el escritorio un personaje que no tiene ambiciones de grandeza y desarrollo y que solo busca maquillar las cosas para sacar provecho a los recursos de las entidades bajo el mando de la Región.

Por ello es que Chinecas no solo sigue postrado sino que en la actual gestión de Waldo Ríos solo ha retrocedido, los propios trabajadores han señalado que no existe respaldo presupuestal para los trabajos rutinarios y en lo que se refiere a la ejecución del proyecto irrigador las cosas siguen como las dejaron hace muchos años, con un perfil técnico mal hecho que ha debido ser modificado en innumerables ocasiones, con el agravante que el estudio final no recoge las demandas de la masa de agricultores que exigen una Bocatoma Única con la finalidad de impedir que Chavimochic maneje a su antojo las aguas del río santa que deben privilegiar a nuestro proyecto irrigador.

A todo este sombrío panorama se suma el problema de los terrenos que ha cedido el proyecto irrigador en favor de las invasiones que se registran en el distrito de Nuevo Chimbote y en Casma, lo cual conspira con los objetivos naturales de un proyecto de esta envergadura como es la incorporación a la agricultura de la mayor cantidad de tierras eriazas.

Al iniciarse esta semana el Gobernador Regional decidió darle la razón a los trabajadores de Chinecas y dirimió una ponencia en el Directorio de Chinecas para ceder nada menos que 1,040 hectáreas de propiedad de la irrigación con fines habitacionales, con la finalidad que se formalicen las invasiones registradas en Chimbote y Casma.

Este es el colofón de lo que ya se había sancionado una semana antes en el consejo regional de Ancash al disponerse que 308 hectáreas de transfieran a la Superintendencia de Bienes Estatales con la finalidad que se inicie el proceso de legalización de 43 asentamientos que fueron invadidos en Nuevo Chimbote, a ellas el Directorio de Chinecas ha sumado las 217 que vienen reclamando en Nuevo Chimbote, 305 para invasiones en Casma y el resto para los rellenos sanitarios de la comuna provincial y del distrito sureño.

Poco a poco el proyecto Chinecas se reduce a una mínima expresión, se le despoja de su único patrimonio real que son las tierras que deben estar destinadas a la agricultura, mientras que su ejecución sigue siendo ilusoria y el manejo administrativo y contable sigue sometido al pernicioso clientelaje político. Los trabajadores de Chinecas no se equivocan, es cierto que duermen con el enemigo en casa, ese que no quiere que la irrigación sea una realidad y por ello no designa a los profesionales que se encuentren en capacidad de ejecutarlo, solo coloca a funcionarios golondrinos que no dan la talla en el cargo. Mucho cuidado que Chinecas quede solo en el papel.