Opinión

WILFREDO PELAEZ GULARTE: CATORCE AÑOS DESPUÉS

29novwilly

Nos dejó hace 14 años. El 29 de noviembre del 2002, Wilfredo Peláez Gularte partió hacia la eternidad. Había fundado el Diario de Chimbote en el año 1986, que empezó a circular por las calles el 6 de octubre de aquel año.

Siempre tuvo en su objetivo personal hacer un periódico. El empezó trabajando para otros – fue corresponsal del desaparecido La Prensa-, pero siempre intentó y lo hizo en esfuerzos esporádicos, siempre quiso lanzar medios impresos para estampar y firmar sus notas bajo su óptica tan aferrada al terruño, a Chimbote.

Recuerdo, que en mayo de 1970 preparaba el primer número de la Revista de Chimbote, su primer intento de ofrecer a la ciudad un medio completamente suyo donde él pudiera plasmar esa defensa a Chimbote que tanto anhelaba.

El 31 de mayo ocurrió el terremoto cuando tenía aproximadamente más del 60 por ciento de la revista en el horno. Tuvo que cambiar y modificar no solo la pauta sino la diagramación por los hechos ocurridos. El análisis inicial se modificó radicalmente y por su puesto la carátula.

Esa caratula que apareció, en un blanco y negro con una pasada de rojo fue la fachada de la Clínica San Carlos donde llegaban muchos en busca de sus parientes o en busca de atención, pues los hospitales habían colpsado. Todo era caos pues aquí habíamos sufrido uno de los terremotos más fuertes de la historia y el epicentro estuvo a muy cerca de Guayuna (Casma) en el mar.

Fueron más de 20 los números de la Revista de Chimbote los que se editaron con carátula a color, en formato A 4 y luego, por motivos económicos, hizo la misma revista pero solo en papel pero más chica quizás la mitad, en el segundo lustro de la década del 70. Hubo incluso conocidos personajes comerciantes y empresarios muy propensos a estar siempre en la pomada, dispuestos a financiar el emprendimiento, pero con la condición que ellos aparezcan como director de la publicación, lo que jamás aceptó.

Cuando tuvo que hacer una publicación la hizo por su cuenta. Por eso esperó entendió que tenía que esperar a los suyos, a quienes lo iban a acompañar en la tarea, en realidad debería ponerle aventura, pero no fue así. “El Diario de Chimbote” fue un trabajo muy duro y que ahora cuando el ya no está, podemos aquilatarlo en la distancia. Es su hechura, el moldeó todo.

Se fue cuando su criatura tenía 16 años. Si bien ya había internet, aun no estaba la tecnología en los niveles que está hoy en día. Nunca usó ni siquiera una grabadora, no la necesitaba. Hoy en día sino grabas una nota te pueden decir al día siguiente, no dije lo que dije.

Los 14 años han transcurrido de manera vertiginosa. Sus ideales persisten y esperamos seguir y perdurar en el tiempo con ese hijo que fue su vida como es el Diario de Chimbote.