Editorial

Editorial: ::: PEDIDO PERTINENTE :::

Mientras en todas las regiones y provincias afectadas por los desastres generados por el “Niño Costero”, claman porque el Gobierno ejecute de una buena vez las obras de reconstrucción, en el vecino distrito de Coishco la alcaldesa provincial del Santa se ha visto precisada a demandar al Ministerio de Vivienda que se detenga el proyecto emprendido por el programa gubernamental “Sitio propio”.

Se trata de la construcción de módulos de viviendas que se vienen ejecutando en el vecino distrito como parte del programa de reconstrucción en el país, privilegiando aquellos lugares que hayan padecido más daños como consecuencia de las lluvias y desbordes registrados el año pasado.

Sin embargo, la alcaldesa ha advertido en el vecino distrito de Coishco que las construcciones de material noble que se vienen levantando se ejecutan en los mismos lugares en donde el cauce del rio ha generado estragos, es la misma zona en la que el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) calificó como zonas de alto riesgo.

De allí que la autoridad edil advierte este hecho como un clamoroso error por parte del programa gubernamental en la medida que infracciona las disposiciones que el año pasado dictó el gobierno como parte de las acciones que dijo se emprenderían para evitar caer en los mismos errores que han costado vidas y cuantiosos daños.

Esta medida está relacionada con la necesidad de reubicar aquellas viviendas que fueron levantadas y edificadas en el cauce de un río en el curso o trayecto de una quebrada, pues se sabe que muchas veces la ambición de la gente por ganar más terrenos los ha llevado a incursionar en lugares por donde alguna vez pasó el río.

Y es que ha sido una constante en todas las ciudades en donde se registraron daños como consecuencia de las intensas lluvias y los huaycos que se generaron el año pasado, especialmente en la zona de Chosica, en Lima, en donde los pueblos están virtualmente debajo de las quebradas de ese lugar.

Algo similar ocurre en el vecino distrito de Coishco, en donde se vienen ejecutando los trabajos de reconstrucción de viviendas que fueron afectadas por el Niño pero lo vienen haciendo en el mismo lugar, a sabiendas que el mismo Ejecutivo, que está a cargo de estos proyectos a través del programa “sitio propio”, ha señalado la necesidad que se reubiquen aquellas viviendas que están mal ubicadas.

La alcaldesa ha señalado que los Municipios se han encargado de elaborar las fichas en la cual se precisa cuáles son las familias que resultaron damnificadas, empero, cuando se realizan los proyectos se debe verificar otros aspectos como la ubicación y se tiene que respetar la misma normativa dada por el Gobierno.

De la misma manera, en el lugar en donde realizó la inspección la burgomaestre pudo verificar que las denuncias que llegaron a su despacho en relación a la mala calidad de los materiales que se vienen colocando es cierta, tanto así que los fierros de las columnas que suelen sobresalir a las construcciones estaba corroído a pesar que se ha colocado hace poco tiempo, hecho del cual ha dejado constancia en un acta.

Visiblemente, contrariada, la alcaldesa explicó a los periodistas que en estas condiciones no se puede seguir con estos proyectos, por ello es que estaba demandando no solo la paralización de los trabajos, sino la aplicación de correctivos a efectos de no incurrir en los mismos errores de antaño que han dejado miles de damnificados a consecuencia de los fenómenos naturales que arrastró el Niño Costero.

Y es que no le falta razón a la autoridad edil, basta ver las fotografías que han captado los hombres de prensa en la zona señalada y se puede advertir que las construcciones se vienen levantando en la parte baja de un cerro sobre el cual se puede ubicar fácilmente una quebrada en la que se puede generar una avenida de agua en épocas de lluvias intensas como las generadas por el Niño Costero.

Lo que no se entiende cómo es que estos proyectos, que se supone han sido elaborados y revisados por profesionales de la ingeniería, no han advertido una situación de esta naturaleza, un hecho tan evidente que ha sido cuestionado por la Oficina de Defensa Civil y cuya observación  fue recogida por la autoridad edil.

Lamentablemente, cuando se trata de inversiones del estado, cuando está de por medio el uso de recursos públicos en ingentes cantidades por una acción de emergencia, suelen presentarse esta clase de escenarios en el cual siempre se advierte la presencia de malos funcionarios y empresarios que se prestan para la ejecución de obras en la que se puedan generar sobrecostos que los benefician a costa de los erarios destinados a los afectados.

Es evidente que en nuestro país no se aprende la lección, hace ya 11 años que se registró el terremoto en la localidad de Pisco, que dejó más de medio millar de muertos pero más de 75 mil viviendas totalmente destruidas, por ello es que el gobierno aprista de entonces designó a Luis Favre, el entonces presidente de la CONFIEP y prototipo que simbolizaba a los empresarios del Perú, para que se encargue del organismo que dirija la reconstrucción tras este sismo.

Su labor fue un estrepitoso fracaso, el hombre de negocios reconoció que la burocracia y la formalidad de los trámites de la administración pública no lo dejaron hacer nada y por ello desde todos los sectores el trabajo del gobierno fue materia de burla.

Han transcurrido 11 años y pareciera que la historia de repita, incluso, a despecho que el actual Gobierno ha calificado al organismo de la emergencia, con extravagante ironía, Autoridad para la Reconstrucción con cambios, sin sospechar que desde entonces nada ha cambiado, por el contrario, las cosas han empeorado, permanecen los trámites burocráticos que todo lo enrieda, se mantienen los funcionarios que buscan sacar provecho de la emergencia y han surgido nuevos y más astutos empresarios que quieren llevarse también su tajada a costa de la angustia y desesperación de familias que lo perdieron todo. De allí que la demanda de la Alcaldesa para que se revise y se modifique las obras en Coishco es un pedido pertinente que debe ser escuchado.