Editorial

Editorial: ::: DISPUTA ELECTORAL :::

Nunca como hoy en Áncash hemos vivido un resultado electoral a nivel regional tan reñido como el de los comicios del último domingo, al extremo que el mismo día no se pudo tener un resultado claro sobre quienes serían los protagonistas de la segunda vuelta, situación que solo se definió el lunes por la noche.

En efecto, las distancias de la votación fueron tan estrechas que una encuestadora llegó a lanzar un sondeo que difería totalmente del otro, así las cosas no se podía aventurar algún ganador si en el conteo oficial de la ONPE se lanzó un mínimo porcentaje de mesas que no representaba virtualmente nada.

Por ello hubo que esperar todo el día lunes, inclusive las oscilaciones en la posición de los candidatos dejó este resultado como dramático habida cuenta que desde un primer momento se mantuvo en la cabeza el candidato de “El Maicito”, Juan Rebaza Carpio, quien pese a la estrecha diferencia no parecía que podría ceder ese honroso primer lugar, empero, no se sabía con quién debería disputar la segunda vuelta.

Recordemos que desde un primer momento estuvo pisándole los talones al Maicito el candidato del Manpe, Fabián Koki Noriega Brito, actual alcalde de Acocacha, distrito de la provincia de Asunción, quien se asomaba como el segundo de la contienda, sin embargo, el avance del conteo oficial lanzando por la ONPE al promediar las 10.00 de la noche del lunes, varió este cuadro y subió al segundo lugar al candidato de “Somos Perú”, Juan Carlos Murillo.

Fue entonces que la mayoría de medios de comunicación  lanzaron al día siguiente la información anunciando desde ya que la segunda vuelta se daría entre Juan Rebaza y Juan Carlos Morillo y ello porque el porcentaje de votos por computar era mínimo y para entonces, desde la tarde noche del lunes se estaban contando los votos de las actas de la zona costa, un factor primordial para pensar que el candidato del MANPE, natural de la zona sierra en donde conserva su mayor caudal de votos, podría remontar las posiciones.

Y así ha sido, ya virtualmente computadas casi el 100% de las actas la diferencia entre uno y otro es insalvable, definitivamente el candidato de Somos Perú se ha consolidado en el segundo lugar y será el que dispute la Gobernación Regional con el representante del “Maicito” Juan Rebaza Carpio, un ex ministro de estado que cuenta con vasta experiencia en el campo político y que, combina esta virtud, con las dotes de un técnico que conoce mucho sobre gestión pública, especialmente en lo que compete al sector pesquero que es su tema preferido.

De allí que en Áncash solo estamos a la espera que el organismo electoral dictamine los resultados oficiales definitivos y que el gobierno convoque a la segunda vuelta para que se inicie una nueva fase electoral, la campaña con miras a una nueva contienda solo entre dos rivales y con la necesidad de dar a conocer lo que ofrece cada uno para la Gobernación.

Ha llegado el momento crucial para los ancashinos, aquí ya no existe posibilidad para pronósticos o ensayos, solo tenemos dos opciones por elegir y son, mucho cuidado con esto, los que ha colocado en ese lugar las mayorías, es la expresión de la mayor parte de ciudadanos ancashinos, de tal suerte que nadie puede renegar de ello.

En el país estamos viviendo un sistema representativo, la democracia se expresa por lo que determinan la mayoría de votantes, es la expresión de las urnas y soberano veredicto del pueblo, en consecuencia, no pueden infiltrarse a esta altura pregoneros del escepticismo y de la desconfianza que busquen que desviar la atención y generar corrientes de opinión que solo tratan de socavar la voluntad de quienes queremos elegir y ser elegidos.

Nos referimos a grupos de escépticos que han aparecido en las redes sociales y en algunos portales de Huaraz lanzando temerarias campañas para viciar el voto, para frustrar la elección en segunda vuelta alegando que los dos candidatos no reúnen las cualidades de honradez y probidad que requiere una elección de este tipo.

Es realmente lamentable que exista gente negativa que pretenda distorsionar una lección que hasta el momento se torna limpia y transparente, que busque que coactar la voluntad mayoritaria de la población que ya ha dado su veredicto en primera vuelta y que tendrá que elegir entre la dos opciones que quedan en segunda vuelta.

No se puede permitir que resentidos cuyos candidatos han sido derrotados en la primera vuelta quieran ahora contrabandear un mensaje pernicioso, insano y perjudicial, una postura que solo es negativa y repudiable para una democracia,

Y es que es imperativo distinguir lo que es el voto en blanco o viciado como expresión voluntaria de un ciudadano, con aquel voto que es alentado por fuerzas extrañas que tratan de inducir a las personas a optar por una alternativa que, bajo ese molde impositivo, se convierte en una expresión realmente sediciosa.

Hay que rechazar y repudiar estas manifestaciones nocivas al sistema democrático, se tiene que dejar que la gente evalúe cual es la mejor alternativa para la región, más aun cuando existen dos candidatos en contiende y si es que alguien no los encuentra como los más aparentes para el cargo, que lo decida por su propia cuenta.

En tal sentido, hay que tener en cuenta que Ancash sale de una severa crisis de gobernabilidad e institucionalidad, han pasado por su gobernación personajes de lo más cuestionados e incompetentes, la mayoría de los cuales ha terminado en la cárcel, de allí que los ancashinos ya no tienen una oportunidad más para equivocarse como lo hicieron en antaño y que nos cuesta caro hasta la fecha.

Las mayorías han colocado en el umbral a dos candidatos, tenemos que elegir al mejor entre ellos dos, ya no hay más rivales en contienda, ya no existe manera de volver atrás, tenemos que optar por el mejor, por el que tiene más experiencia y cuenta con mejores pergaminos para conducir una región, por quien carece de antecedentes penales que lo desacrediten. Esta es nuestra gran oportunidad, no la dejemos pasar nuevamente y no escuchemos a aquellos disociadores que alientan el voto viciado. Es momento de decidir por nosotros mismos esta disputa electoral, que nadie influencie sobre nuestro derecho más natural y elemental de elegir en las urnas a nuestras autoridades.