Editorial

Editorial: ::: MUCHAS COMPLICACIONES :::

Nuevamente la ciudadanía se volcó a los centros educativos en donde se instalaron sus meses de sufragio con la finalidad de cumplir su deber cívico en la segunda vuelta electoral regional que ayer tenía un agregado que era la consulta del referéndum en la que se insertaron cuatro preguntas para la reforma constitucional.

Un clima mucho más distendido es el que encontraron los periodistas en las primeras horas de la mañana y ello obedecía al hecho que el voto era mucho mas rápido, la ciudanía llegó a las urnas con una idea definida y solo para marcar en las dos cedulas que les entregaron los miembros de mesa.

Pero a este escenario habría de remarcarse un hecho que generó serios contratiempos y promovió algunas colas en ciertas mesas de sufragio y ello tenía que ver con el ausentismo, no solo de electores porque el movimiento no era el mismo de procesos electorales anteriores, sino la carencia de miembros de mesa.

En la mayoría de colegios se pudo ver este problema y se generaron incidentes en la medida que pasaban las horas y habían mesas que no funcionaban, los coordinadores de aula no dieron la talla en esta ocasión y no sabían como resolver esta situación en razón que no se trataba de uno o dos hechos aislados sino de muchos.

La cosa se puso más complicada en la medida que los ciudadanos que estaban haciendo cola a la espera de la instalación de las mesas se negaron de manera categórica a sumarse a las mesas en las que no llegaron los titulares y suplentes por ello se generaron discusiones y conflictos en muchos colegios y se hizo necesaria la presencia de la Policía y la Fuerzas Armadas para obligar a los ciudadanos a cumplir su deber.

Cierto es que se trata de personas que no habían  resultado sorteadas para integrar las mesas de sufragio, sin embargo, las normas electorales exigen a aquellos ciudadanos que llegaron primeros a sufragar a integrar las mesas cuando no concurren los miembros de mesa, es decir, que no había manera de resistirse, sin embargo, los electorales que fueron convocados por el coordinador de la ODPE pusieron muchos obstáculos, se mostraron renuentes a sabiendas que ello les podría generar problemas ante la ley.

Hay que hacer la salvedad que a los miembros de mesa no les interesó que el hecho de no asistir les generaría una fuerte multa, de allí que se espera que las autoridades no perdonen esas sanciones porque mucha gente piensa que como se han dejado sin efectos muchas veces las multas ahora sucederá lo mismo, lo que no creemos porque ciertamente han perjudicado seriamente el desarrollo del proceso.

Por lo demás, las elecciones de ayer se desarrollaron con absoluta normalidad, se observó la presencia de las diferentes entidades policiales y castrenses convocadas para los sufragios, la marina y la Policía Nacional desplazaron a sus efectivos y coadyuvaron de manera efectiva en el orden y el desarrollo de los comicios, muchos de ellos con la enorme experiencia que les otorga haber tomado parte en otros procesos electorales manejaron el sistema de información a la perfección y pudieron orientar debidamente a los electores que, aun cuando ya han votado en el proceso anterior, seguían desubicados.

De la misma manera, el Ministerio Público desplazó a los Fiscales para observar el desarrollo del proceso, entrevistarse con los coordinadores de aulas y anotar las incidencias que se presentaron, las cuales no generaron intervenciones mayores en la medida que fueron incidentes que nunca faltan en un proceso electoral.

Cabe precisar que, nuevamente, las entidades castrenses auxiliaron y asistieron a las personas con discapacidad y aquellas de la tercera edad, quienes a pesar de sus impedimentos no dejaron de acudir para cumplir con el deber ciudadano y optar por alguna de las fórmulas electorales.

Esto último es lo importante, las asistencia necesaria a ciudadanos que tienen esa necesidad y voluntad de participar en la democráticas elección de sus autoridades y no reparaba en sus limitaciones, cuando ello ocurre hay que apoyarlos aun cuando para ello muchos tengan que incomodarse porque estas personas tienen un derecho preferencial de votar en un ambiente previamente destinado y que está a un paso de la puerta de ingreso al plantel y hasta allí se trasladan dos miembros de mesa llevando el padrón y el ánfora para que estos ciudadanos puedan cumplir su deber.

Hemos sido testigos de muchos cuestionamientos por parte de personas que estando en cola advierten que los miembros de mesa sacan el ánfora y deben esperar más de la cuenta, empero, hay que ser tolerantes con estos escenarios pues nadie está libre que mañana o más tarde se encuentren en la misma condición y debemos darle siempre la preferencia.

Hasta el momento de cerrar esta columna aún no se conocía el sondeo oficial de la ONPE en relación a los porcentajes del conteo rápido que ellos suelen manejar antes del primer resultado oficial, empero, al margen de ello hay que esperar que la población haya tomado la mejor decisión, que se haya optado por alguna de las fórmulas en la medida que la decisión de la elección de nuestras máximas autoridades está en nuestras manos y si una mayoría dejó en las mejoras ubicaciones a los dos candidatos que han disputado la gobernación, es lo que debe respetarse.

Si los dos no reunían los mejores atributos o estaban rodeados de gente que estaba descalificada, ese es harina de otro costal, lamentablemente en nuestra región se hizo una millonaria campaña para restarle autoridad al proceso electoral y propiciar el voto blanco o viciado bajo la falsa conclusión que de pasar un determinado porcentaje los comicios serian anulados cuando eso no dice la ley.

De todas formar, los ancashinos han vivido nuevamente una fiesta democrática, se han movilizado de manera masiva para dejar sentada su decisión sobre la elección regional, que Dios nos haya iluminado para elegir al candidato apropiado, eso lo sabremos solo más adelante por ahora solo cabe extenderle un fuerte abrazo y un gran golpe en la espalda a aquellos que no vacilaron en volcarse a las urnas y cumplir con el derecho de participación que nos confiere la ley. A eso jamás debemos renunciar.