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ARGUEDAS INICIÓ SU ÚLTIMA NOVELA EN EL HOTEL “SAN FELIPE”

Hace exactamente 50 años:

• “El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo” se inspiró en el boom de la pesca.
• Propietario del hotel, don Roberto Achú, recuerda como si fuera ayer a quien fue su histórico huésped.

San Felipe

Hace 50 años, José María Arguedas fue huésped del hotel “San Felipe”.

Sucedió hace cincuenta años. A comienzos del ardiente verano de 1969, José María Arguedas Altamirano pisó por primera vez las calles polvorientas de Chimbote. Ya tenía en mente el tema central para su próxima novela pero le faltaba conocer en vivo, en directo y al desnudo, el escenario elegido. Ese escenario fue el agitado mundo de la pesca cuyo epicentro continúa siendo el puerto de Chimbote..

EL HERMANO ARÍSTIDES

“Si quieres ver a todas las sangres del Perú juntas en un mismo lugar, como hablas en tus novelas, entonces ven a Chimbote” le dijo en cierta ocasión su hermano Arístides, a quien no le faltó razón. Arístides Arguedas se había adelantado a captar esta novelesca realidad por una sencilla razón. Llevaba viviendo ya varios años en Chimbote, donde se desempeñaba como profesor del curso de matemáticas en el Colegio Nacional San Pedro.

No obstante estar acostumbrado a viajar por diversos lugares del mundo, tan pronto como puso los pies en Chimbote, José María Arguedas se sintió poseído por una atracción especial. No en vano estaba caminando sobre las arenas del primer puerto pesquero del mundo, ahí donde efectivamente miles de peruanos procedentes de la costa, la sierra y la selva, llegaban absorbidos por la fuerza huracanada de la pesca. Esta atracción migratoria era tan poderosa y al mismo tiempo tan multitudinaria como lo fue cien años antes la fiebre del oro de California.

AQUÍ ME QUEDO

Después de desembarcar en la segunda cuadra de la avenida Gálvez y siguiendo las recomendaciones de su hermano Arístides, lo primero que hizo José María fue dirigirse al céntrico Hotel San Felipe, ubicado a tan solo unos metros de la Plaza de Armas. Luego de registrarse, pidió permiso para subir a la azotea. Una vez ahi enmudeció al contemplar, en toda su magnitud, la incomparable belleza de la bahía El Ferrol. Mejor vista panorámica no podía haber imaginado. “Aquí me quedo” le dijo al empleados del hotel que le ayudó a subir sus maletas.

PRIMERAS PÁGINAS

Entre enero y agosto de 1969, José María Arguedas alternó su actividad entre Lima y Chimbote. Aparte de iniciar la redacción de su novela, tenía que cumplir con su trabajo de profesor de antropología en la Universidad Agraria La Molina. Los días que permanecía en Chimbote eran para él los más interesantes.

Por las mañanas se dedicaba a recorrer los muelles donde conversaba con hombres desconocidos que desembarcaban a toda prisa de las bolicheras. Por las noches frecuentaba los bares del centro de la ciudad donde volvía a encontrarse con los mismos hombres, esta vez rebosantes de felicidad, rodeados de botellas de cerveza.

Era ahí, en ese escenario, donde la fiebre de la pesca se transformaba en diversión y donde José María pudo conocer alrededor de una misma mesa todas las sangres del Perú.

En varias ocasiones acudía acompañado por el joven periodista José Reyes Carranza, redactor del diario “El Faro”. Fue precisamente en una de estas ocasiones cuando escucho hablar de Ciriaco Moncada, quien luego se convertiría en uno de los personajes centrales de “El Zorro de Arriba…”. Terminaron siendo grandes amigos.

Algunas veces recorrió a pie el barrio San Pedro, a donde gustaba acudir para admirar la ciudad y su bahía. De regreso al hotel se sentaba frente a la máquina de escribir y no descansaba hasta el amanecer. Así fue como escribió las primeras páginas de su inmortal novela.

En cierta ocasión, refiriéndose a la que sería su última obra literaria, le confió a un amigo cercano “yo creo no voy a sobrevivir a este libro”.

No se equivocó. La mañana del 28 de noviembre de 1969, José María Arguedas eligió la privacidad de uno de los baños de la Universidad Nacional Agraria, para dispararse un balazo en la sien. Después de cinco días de agonía, murió el 2 de diciembre en la sala de cuidados intensivos del hospital Rebagliati

“El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo” la novela inspirada y escrita en Chimbote, fue publicada dos años después, en 1971, por su viuda Sybila Arredondo. En declaraciones a la prensa ella siempre solía decir “era imposible no amar a José María”.

“COMO SI FUERA AYER”

Uno de los testigos de la presencia de José María Arguedas en Chimbote, es don Roberto Achú Pizarro, propietario del hotel “San Felipe” donde vieron la luz las primeras páginas de “El Zorro de Arriba…”.

Como si fuera ayer, don Roberto recuerda al célebre escritor y afirma que para él es un gran orgullo haberlo tenido como huésped.

“En un primer momento él estuvo alojado en una de las habitaciones del primer piso. Pero el ruido que hacía con la máquina de escribir no dejaba dormir a los huéspedes vecinos. Y con mucha amabilidad aceptó trasladarse a otra habitación ubicada en el tercer piso. Ahí nadie lo molestaba ni él molestaba a nadie”, recuerda don Roberto.

También refiere que cierto día el encargado de limpieza le dijo “todos los días ese señor renegón deja el piso de la habitación lleno de papeles”. Se refería a los borradores de la novela que José María Arguedas rompía y luego arrojaba al suelo.

“Te imaginas cuánto pagaría hoy un coleccionista por uno de esos manuscritos”, concluye don Roberto.