Essalud:
El 20 de octubre del 2021, hace ya más de un año, el camino quedó aparentemente expedito para convocar a licitación pública internacional la construcción del Hospital Especializado de Essalud de Chimbote, proyecto que cuenta con un presupuesto de 431 millones de soles. Según el cronograma pre establecido, la adjudicación de la obra debe llevarse a cabo el primer trimestre del 2023, es decir dentro de los próximos cuatro meses. Se ha informado asimismo que existen 24 empresas internacionales con amplia experiencia en la construcción de hospitales, que se han inscrito para participar en el proceso de licitación. Y para decirlo en términos deportivos, solo se está a la espera del pitazo inicial.
Para que todo marche deben haber los informes favorables de parte de los agentes directamente comprometidos con la ejecución del proyecto, como son Essalud, Pro Inversión, Ministerio de Economía y Finanzas y la Contraloría General de la República. Es más, las bases del contrato que se tenga que firmar con la empresa ganadora de la licitación, han sido elaboradas por el Banco Interamericano de Desarrollo y tienen como referencia proyectos hospitalarios que se han ejecutado en México, España, Chile y Perú (Hospital de El Niño). Y por si fuera poco, todo este proceso tiene como respaldo legal el Decreto Legislativo N° 1362.
Ello no obstante, conforme hemos dado a conocer en nuestra edición de ayer, todo parece indicar que, de pronto, las gestiones corren el riesgo de venirse abajo. Pero las causas de este riego no son precisamente factores externos, ni tampoco imprevistos de última hora. El motivo por el que la licitación podría truncarse y eventualmente venirse abajo, procede de la propia institución interesada, es decir Essalud.
En un reciente documento, Essalud ha brindado una opinión no favorable con relación a la convocatoria de la licitación. Según se ha informado, se trata de “comentarios y observaciones adicionales” que en todo caso son apreciaciones de forma más no de fondo, pero que aún así contravienen las normas y pone en riesgo el cronograma del proceso de licitación. Siendo así, la convocatoria a este proceso ya no sería en el primer trimestre del 2023 como está programado, sino en el mismo periodo pero del 2024. Un año más que se estaría perdiendo.
Esta eventual postergación implicaría la necesidad de tener que actualizar el presupuesto del proyecto al 31 de diciembre del 2022, razón por la que se tendría que modificar gran parte de la documentación. Ante este escenario, el Hospital Especializado con el que tanto sueñan los asegurados de Chimbote y la región Ancash, recién estaría siendo terminado y puesto en servicio a mediados del año 2026. Eso, en el mejor de los casos.
Si lo que juega e importa en la ejecución de este proyecto son factores de carácter técnico y legal, lo justo sería que también se incorporen a estas consideraciones los aspectos social y humano. En ese sentido no estaría demás que los representantes de las instituciones comprometidas con la ejecución del proyecto, se den una vuelta por los hospitales de Essalud de Laderas del Norte y Nuevo Chimbote.
Son alrededor de 300 mil los asegurados que, no obstante estar al día en sus aportaciones, tienen que padecer las consecuencias catastróficas del colapso en el que estos dos establecimientos se encuentran hace ya varios años. Pasadizos atiborrados de gente que se amanece en procura de obtener una cita; falta de medicinas en la farmacia de la institución; pacientes durmiendo en el piso o en silla de ruedas en la sala de emergencia; asegurados que llevan meses esperando una referencia a hospitales de Trujillo, Piura o Chiclayo. Un drama propio de un estado de guerra.
Si un solo día de espera basta para tomar conciencia de esta dramática realidad, imagínense la angustia que van a tener que soportar los asegurados de Chimbote y Nuevo Chimbote si es que la construcción del hospital especializado va a tardar cuatro años más. La vida y la salud de los asegurados deberían estar por encima de todo.