Los alcaldes de Chimbote y Nuevo Chimbote, junto al gobernador regional Waldo Ríos Salcedo, sostuvieron una importante reunión con los altos funcionarios de la Superintendencia de Bienes Nacionales en Lima, con la finalidad de definir la suerte de los terrenos sobre los cuales se asientan decenas de Pueblos Jóvenes, en las 308 hectáreas de propiedad del proyecto especial Chinecas.
Ello porque en estos terrenos se encuentran los denominados “Pueblos Unidos del Sur”, un numeroso grupo de asentamientos humanos que se germinaron en invasiones y que reclaman que se les formalice con el título de propiedad.
Sin embargo, lo que no se puede ocultar es que estas invasiones constituyen caldo de cultivo para el tráfico de terrenos, por ello es que de un tiempo a esta parte se registran crímenes entre delincuentes y otros en agravio de dirigentes de estos asentamientos, como el ocurrido hace solo unas semanas que terminó con la vida del dirigente César Augusto Iza Figueroa.
De allí la importancia que las autoridades gestionen la transferencia de estos terrenos a efectos que puedan canalizarse al Municipio Provincial que es el organismo competente para disponer el cambio de uso de los terrenos y la lotización de los mismos a efectos de reconocer la posesión y propiedad de las familias necesitadas que en estos momentos los ocupan y esperan quedarse con un techo en el que puedan vivir.
Lo que muchos no llegan a entender, entre los que nos ubicamos, es la modalidad o mecánica que se utilizará para este cometido pues si la memoria no nos traiciona la anterior transferencia que se hizo con este mismo objetivo fue abortada por que existe una inconveniencia de tipo legal.
Aquella oportunidad, cuando aún César Álvarez manejaba el consejo regional, se aprobó la transferencia de los terrenos a la Municipalidad Provincial del Santa y esta corporación edil autorizó el cambio de uso a efectos de lotizarlo y extender los correspondientes títulos de propiedad a los posesionarios.
Empero, todo esto se abortó porque los terrenos tienen una condición intangible que está sancionado en la denominada “ley Chinecas”, aquella que se aprobó en el segundo gobierno de Alan García con la finalidad de darle prioridad a la ejecución de los estudios finales que permitan presentar un proyecto atractivo a las grandes empresas que se encuentren en condiciones de financiarlo.
Esa contingencia legal que se reclama era la modificación previa de la norma legal a efectos de no impedir su habilitación, fue esa la razón por la que finalmente, después de tres años, se decretó la nulidad de todo lo actuado y las esperanzas de los invasores quedaron truncas.
Empero, ahora se apela a un procedimiento casi similar, la única diferencia es que la transferencia de los terrenos lo hará el consejo regional pero ya no los afectará a la Municipalidad Provincial del Santa sino a la Superintendencia de Bienes Nacionales a efectos, que sobre la marcha, esta dependencia los traslade a propiedad de la comuna provincial que es la encargada de lotizarlos.
No sabemos cuánto es lo que puede cambiar el escenario en esta segunda transferencia si persiste la objeción de tipo legal, empero, los altos funcionarios de Bienes Nacionales son los que han confirmado que para evitar futuras nulidades se haga la transferencia en su nombre, como dependencia del estado y serán ellos los que lo transfieran a favor del Municipio Provincial y se consolide el objetivo previsto para favorecer a cientos de familias que carecen de un techo en el cual vivir.
Ahora bien, esta transferencia ya no solo se remite las 308 hectáreas afectadas a Chinecas, sino que se ha ampliado los términos para incluir el traslado de 118 hectáreas para el relleno sanitario de Chimbote, 52 hectáreas para un proyecto de la cooperación japonesa que impulsa Nuevo Chimbote y 20 hectáreas adicionales para un relleno sanitario del distrito de Nepeña.
Esperemos que las gestiones lleguen a buen puerto, especialmente en el caso de los terrenos destinados para vivienda porque a la fecha el tráfico de terrenos con presencia de organizaciones criminales está en boga y solo la formalización de dichas parcelas impedirá que los traficantes de terrenos sigan lucrando en base a las amenazas, la prepotencia y el asesinato. Esta es una gestión importante y todos esperamos que culmine exitosamente, especialmente para terminar con el derramamiento de sangre.
BANDA DESVIRTUADA
Gracias a acciones permanentes de seguimiento, la policía pudo finalmente ubicar y capturar al prófugo líder de la banda “Los Sanguinarios de Coishco y Santa”, Alec Dominic Gonzales Contreras, de apenas 19 años de edad y quien es más conocido en el lumpen como “Kencho”.
Pese a su corta edad, este individuo es considerado como el líder de la peligrosa gavilla delincuencial que por años sembró el temor en estos dos distritos aledaños, quienes hicieron del sicariato y la extorsión un “modus vivendi”, por lo cual la Policía no descansó hasta poder ubicarlo.
Alec Dominica Gonzales Contreras es sobrino el asesinado delincuente Natael Esteban Gonzales Salinas, más conocido como “Chino Tan”, quien fue ultimado como consecuencia de un enfrentamiento de bandas criminales.
El grado de peligrosidad de este joven delincuente se puso de manifiesto cuando cogió una granada de guerra y amenazó con hacerla estallar en caso los efectivos lo detengan, empero, fue finalmente desarmado y llevado a los calabozos.
Afortunadamente, las circunstancias de su captura permitieron a las autoridades denunciarlo por delito de tenencia ilegal de granada de guerra y con ello, ha sido condenado por flagrancia a la pena de 10 años de cárcel efectiva, por lo que ya se encuentra en el Penal. De esta manera, estamos ante una banda desvirtuada, descabezada y encerrada en el presidio. Felicitaciones por la labor policial y esperemos que el poder judicial consolide este trabajo efectivo por la seguridad ciudadana.