Después de haber protagonizado una protesta extrema bebiendo gasolina y veneno en el interior de la Municipalidad Provincial de Casma exigiendo reposición a su centro de labores en dicha comuna, Jesús Sevillano Rodríguez volvió a protagonizar ayer otra protesta y esta vez fue el inicio de una huelga de hambre que finalizó horas después con el anuncio municipal de la revisión de su despido.
Sevillano Rodríguez se apostó en el frontis de la municipalidad casmeña y con cartel en mano donde sostenía además fotografías de sus tres hijos menores exigía la revisión de su despido que la consideró injusto pues en los 11 años que trabajó como obrero nunca ha actuado con irresponsabilidad, sostuvo.
La medida asumida ayer llamó la atención de los transeúntes que se solidarizaban con su protesta y recién a las 6 de la tarde el jefe de Personal y el jefe de Servicio Público de la comuna se acercaron al desesperado padre de familia para pedirle que desista de su medida.
Después de varios minutos de conversación Sevillano Rodríguez levantó la medida con la esperanza que hoy lo atienda el burgomaestre tal como ofrecieron los funcionarios ediles. Â Â
“Ellos me pidieron que me retire y prometieron que mañana (hoy) sería atendido por el alcalde para ver mi caso. Esto lo hago por mis tres menores hijos uno de ellos es asmático y no tengo el suficiente dinero para estar comprando medicinas, trabajo como mototaxista en la moto de mi hermana y de ese modo consigo dinero” declaró a la prensa local.
Cabe mencionar que al despedido obrero le practicaron un lavado gástrico para evacuar el veneno y combustible que había consumido el pasado lunes al interior del municipio. Dijo que de no ser repuesto volvería a adoptar otra medida extrema.