MUERTE
Es realmente extraña la violenta muerte que ha encontrado un efectivo de la Policía Nacional el último fin de semana en el cono sur. El S.O. Edwin Apaza Zapana, de apenas 22 años de edad, fue hallado sin vida a un costado de la carretera Panamericana Norte, frente a la “Villa del Periodista”, estaba arrodillado y se hallaron restos de parabrisas y micas de un automóvil por lo que se estima que habría sido atropellado y su cuerpo arrojado al lugar en donde fue hallado. Sin embargo, es evidente que su propia institución tiene que investigar para saber qué es lo que realmente pasó, tiene que hurgar para hallar testigos porque si bien pudo ser un atropello alguien debió haber visto algo, algún chofer, mototaxista o transeúntes que caminan por ese lugar, se tiene que revisar las cámaras de seguridad que, asumimos, deben existir por la zona y, finalmente, se deben analizar los restos hallados en el lugar. Lo cierto es que, de primera intención, todos atinaron a pensar que había sido asesinado por la posición en que se halló el cuerpo, estaba arrodillado como si lo hubiesen obligado a colocarse en esa posición antes de ser ultimado, sin embargo, a decir, del General Juan Gálvez Escalante, no existe algún impacto de bala en el cuerpo por lo que han descartado preliminarmente la posibilidad de un crimen. La otra incógnita es el lugar donde ocurrió el accidente, una zona desolada y con poca visibilidad por la noche y la madrugada, nadie entiende que hacía por ese lugar el efectivo policial aun cuando por su edad, su condición de residente con poco tiempo en nuestra ciudad, probablemente habría llegado a visitar a alguien por la zona, empero, no se ha revelado si estaba ecuánime o si hallaron restos de alcohol en la sangre como para colegir que pudo ser arrollado por vehículos que a esa hora pasan a excesiva velocidad y los irresponsables choferes no se detienen cuando ocurre alguna desgracia. Esperemos que la Policía agilice las pesquisas y termine de resolver este hecho, una joven vida no puede extinguirse de esta manera impune como ha ocurrido con el Sub Oficial Apaza.
PREOCUPANTE
Que un gremio sindical cuestione un concurso público y denuncie malos manejos por parte de quienes dirigen la institución, es algo normal para los medios de comunicación en la medida que forma parte de su obligación, incluso, en muchos casos estas denuncias resultan de situaciones confrontacionales entre el sindicato y los funcionarios. Sin embargo, que cinco gremios profesionales se sumen a esos cuestionamientos y demanden públicamente su nulidad y amenacen con iniciar acciones legales, si es algo preocupante. Esto es lo que han hecho los Colegios profesionales de los médicos, obstetrices, enfermeras, odontólogos y psicólogos de Chimbote con respecto al concurso público de plazas que lleva adelante la Red de Salud Pacífico Sur, en la cual se han deslizado una serie de irregularidades que no solo trascienden en la absoluta falta de transparencia sino que el acto estaría direccionado con la finalidad de favorecer a la gente del entorno de los organizadores o de quienes están en condición de poder asegurar una plaza “a cambio de”. Esto es lo que ha dejado entrever el gremio sindical al señalar las deficiencias de la convocatoria y denunciar la extraña y sospechosa presencia del ex gerente de la Sub Región Pacífico, Luis Meléndez Cuentas en la sede de la Red de Salud coordinando con los funcionarios de turno. Ocurre que este personaje es hermano del Director de la red de salud Hugo Meléndez Cuentas quien ha señalado que cualquier ciudadano tiene acceso a una dependencia pública y no puede negarle a su hermano el ingreso si quiere visitarla. Un momentito, una cosa es que se visite una oficina pública, como la hacemos todos, y otra cosa en que se entrometan e ingresen al interior, revisen documentos y coordinen con funcionarios. Eso es más que sospechoso.
AUDIENCIAS
Como correspondía, la visita realizada ayer Lunes por el Presidente del Consejo de la magistratura, Guido Aguila, motivo que la Corte Superior del Santa le rindiera honores con un homenaje y por ello realizó una ceremonia en el auditorio del Palacio Judicial. Sin embargo, acudieron todos los jueces de primera y segunda instancia, inclusive, aquellos que tenían audiencias programadas, por lo que ellas se vieron perjudicadas y se suspendieron por este motivo. ¿No bastaba que acudan los magistrados que no tengan diligencias pendientes para poder realizar este homenaje? La verdad es llama la atención el relajo que se permiten algunos magistrados cuando lo que se busca es celeridad y prontitud en la administración de justicia.