La empresa eléctrica Hidrandina se encuentra seriamente cuestionada por un grupo de vecinos de la urbanización Miguel Grau, quienes se encuentran mortificados al comprobar que han dejado una enorme zanja abierta con los cables expuestos en una de las principales calles del referido sector.
En efecto, el servicio de electricidad se interrumpió el pasado día miércoles 20 desde las 9:00 de la mañana, retornando el día siguiente jueves 21 pasada las 11:00 de la noche, es decir más de 36 horas de corte por un problema, que a decir de las recepcionistas de quejas por teléfono, la falla era subterránea.
El jueves 21, tras decenas de llamadas de más 50 vecinos afectados, tres trabajadores llegaron y encontraron un corto circuito bajo tierra, el cual procedieron a reparar de manera artesanal, sin embargo para sorpresa ingrata de los vecinos, al día siguiente se percataron que dichos operarios no taparon la zanja que abrieron para empatar los cables, exponiendo la integridad de las personas que circulan por la calle Pelícano de dicha urbanización.
“Este fin de semana a habido bastante tránsito de personas y niños por esta calle, pues en nuestra losa deportiva, a escasos metros de la zanja, se ha realizado la novena en honor a la Virgen del Carmen y muchos alumnos del Colegio Nazareno que está al frente de la zanja, juegan pelota en esta calle y están ensayando en la banda por Fiesta Patrias, es un crimen que estos cables sigan expuestos sin que Hidrandina solucione el problema o finalmente tape la zanja”, manifestó un vecino del lugar.