Bajo la excusa de falta de tiempo por la sucesiva programación de audiencias, la Jueza Sara Valdiviezo Grandez decidió ayer reprogramar la continuación del juicio oral del caso emblemático de coimas de la Universidad Nacional del Santa para el viernes 12 de agosto a las 5 de la tarde, optando por desarrollar una audiencia de conducción en estado de ebriedad, cuya trascendencia pública es mucho menor.
El juicio oral del caso “coimas en la UNS” estaba programado para las 12.30 del mediodía y de acuerdo al curso del proceso, correspondía tomar la declaración del imputado Víctor Castro Zavaleta, exvicerrector de dicha casa de estudios e imputado de haber gestionado ante el presidente del comité de adjudicaciones Hugo Rojas Rubio para que se reúna con el empresario Rowin Zeñas Pérez, para favorecerlo con una buena pro a cambio de la entrega de una coima.
Además, el propio Rowin Zeñas Pérez, quien la semana pasada se acogió a la figura de conclusión anticipada de proceso, por lo cual fue condenado a 4 años de pena privativa de la libertad suspendida a tres años, había sido convocado para que sea interrogado ahora en condición de testigo, sobre las reuniones que sostuvo con Hugo Rojas Rubio y las circunstancias en las que le entregó 30 mil soles para que lo favorezca en la entrega de la buena pro de la licitación de “Pool de Aulas de la UNS”.
Sin embargo, nada de ello se pudo cumplir porque la audiencia anterior terminó pasadas las 12.45 del día y según explicó la propia magistrada tenía una siguiente audiencia desde la 1 de la tarde, de modo que sólo restaban 15 minutos para que se cumpla con el interrogatorio y las declaraciones iniciales del imputado Víctor Castro Zavaleta.
Obviamente la Fiscal Yhane Rodas Mendoza consideró que ese tiempo era muy corto y que prefería tener un espacio más amplio en una siguiente audiencia. La abogada de Víctor Castro Zavaleta insistió en que se realice la audiencia porque su patrocinado tenía que estar ausente de la ciudad, los primeros tres días de la semana entrante, pero finalmente la Jueza resolvió reprogramar la audiencia para el viernes 12 de agosto a las 5.30 de la tarde.
Cuando los periodistas y partes del proceso se retiraban de la audiencia, se tomó conocimiento que la siguiente audiencia programada a la 1 de la tarde, era de un proceso antiguo de conducción en estado de ebriedad, que bien pudo también retrasarse 15 minutos, como sucedió con el inicio del caso de “coimas en la UNS” y con ello se hubiese avanzado este sonado proceso emblemático.