Miles de chimbotanos de todas las edades e inclusive con discapacidad participaron en la marcha NI UNA MENOS de rechazo a la violencia contra la mujer y para sensibilizar a las autoridades en el respeto de sus derechos.
La masiva movilización se cumplió tal como estuvo organizado habiendo partido desde la Plaza Miguel Grau luego que las delegaciones participantes se ubicaron conforme al orden establecido por las organizadoras.
“¡¿Qué quieren las mujeres? justicia, justicia!”, “¡abajo el machismo violento!”, “¡mujeres, ni una menos!”, fueron algunas de las características arengas entre las que mezclaron críticas al sistema capitalista lo que sorprendió a muchas por no ser coherente con la finalidad de la actividad.
Delante de la manifestación y a lo largo de todo el recorrido un grupo de jóvenes teatralizaron escenas de violencia de un hombre contra dos mujeres, en medio de frases de rechazo al machismo.
Si bien la mayoría de participantes fueron mujeres, también hubo varones que portaban carteles alusivos a la manifestación en tanto que otros como Joaquín Cruz Navarro y Jorge Noriega motivaban y arengaban a las mujeres.
Entre las autoridades participantes solo lo hizo el alcalde Julio Cortez Rojas acompañado de la alcaldesa suspendida Victoria Espinoza García y algunas regidoras. Ellos iban en la delegación de la comuna chimbotana en la penúltima ubicación conforme al orden fijado.
Los manifestantes llegaron frente a la Corte Superior de Justicia  donde formularon críticas al Poder Judicial como también lo hicieron frente al Ministerio Público.
Una vez terminado el recorrido en la Plaza de Armas, los presentes se concentraron frente a un estrado desde el cual hicieron uso de la palabra algunas de las coordinadoras de NI UNA MENOS y se permitió un breve discurso de Espinoza García y de la congresista María Foronda Farro. La participación de ambas no fue bien vista por todas que consideraron se estaba politizando el evento.