Editorial

Editorial: ::: ENDEREZANDO LO CHUECO :::

El Juez supremo convocado por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de la República para dirimir la incidencia que se sigue contra el ex presidente regional César Álvarez Aguilar por el sonado “caso SISA”, ha decidido mantener la expectativa hasta el final en razón que su voto ha sentenciado un empate que debe ser zanjado en el curso de las próximas semanas.

En efecto, el Vocal César Hinostraoza Pariachi ha emitido un voto por la procedencia del recurso de casación planteado por el Ministerio Público y, consecuentemente, considera que debe anularse la resolución que en doble instancia favoreció a César Álvarez en una excepción de improcedencia de acción planteada por su defensa para sustraerlo del juicio en el que está involucrado por el caso SISA.

Al haber emitido este voto, las posiciones encontradas de los magistrados supremos se encuentran igualadas a tres, lo que quiere decir que se tiene que convocar a un nuevo juez supremo dirimente a efectos que, en decisión definitiva, se pronuncie respecto a este caso y se pueda, por fin, expedir la ejecutoria respectiva.

Como ya muchos deben recordar, el ex presidente regional César Álvarez ha sido involucrado en este proceso penal luego de detectarse que en colusión con funcionarios del Proyecto Especial CHINECAS y de la empresa Servicios de Ingeniería SA (SISA) defraudaron al Estado pagando 5 millones por un perfil técnico que apenas costaba actualizar por 120 mil soles, denuncia formulada hace ya varios años.

Junto a Álvarez son investigados el ex decano del Colegio de Ingenieros y ex gerente del Proyecto Especial CHINECAS, Ing. Hugo Rojas Rubio, los exfuncionarios de CHINECAS, Ing. Carlos Peralta Ruiz y Víctor Francisco Córdova Gonzales así como el representante de Consorcio SISA, Edmundo Wilmer Cornejo Muñoz, para todos los cuales el Ministerio Público ha solicitado penas entre los 3 y 6 años de cárcel efectiva.

Sin embargo, hace más de dos años atrás la defensa de César Álvarez obtuvo dos resoluciones favorables en la Corte Superior del Santa para una excepción de improcedencia de acción cuyo efecto inmediato es disponer el archivo del proceso para quien lo solicita, sin embargo, la Fiscalía planteó un recurso de casación contra estos pronunciamientos de primera y segunda instancia en Chimbote.

Como se sabe, en aquellos años la justicia estaba bajo moldes sumamente suspicaces, tal como lo ha establecido la comisión Áncash del congreso de la República al exponer la manera como la red de corrupción enquistada en nuestra región conseguía fácilmente fallos favorables para concretar la impunidad de muchos delitos.

En tal sentido, este caso pasó a la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema que desde hace dos años se muestra incapaz de poder resolverlo, pues inicialmente tres vocales votaron porque se confirme la procedencia de la excepción y uno estimó que existen delitos que deben ventilarse en la vía penal correspondiente.

Con esta votación era imposible hacer resolución, por lo que se vieron precisados a llamar a un vocal dirimente que se sumó al voto de aquel magistrado que considera que la denuncia no puede ser archivada vía excepción y que deben agotarse todos los mecanismos para deslindar la responsabilidad de los implicados, en otras palabras, dejó el resultados en tres votos contra dos.

En estas condiciones se llegó a la convocatoria del Vocal César Hinostroza quien, como ya hemos expuesto también considera que los hechos tienen carácter delictivo y deben seguir siendo investigados, razón por la cual ha dejado las votaciones en un empare a tres que debe ser desnivelado con la votación de un nuevo dirimente, quien ha sido ya convocado para escuchar a las partes si es conveniente o evaluar los hechos y tomar una posición.

Si la memoria no nos traiciona, en los anales judiciales de Ancash no se ha presentado una incidencia tan interesante y apasionante como la que se protagoniza en la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, en donde existe una igualdad de votos que solo se deslindará con un sétimo juez supremo dirimente, lo que dice a las claras de la cerrada pugna que existe respecto a este caso.

Lo que no puede dejar de mencionarse es el hecho que el ex presidente regional haya obtenido fallos o ponencias judiciales favorables cuando estaba al frente del cargo, en la denominada época de la red criminal, como lo ha denominado la Comisión Ancash, pues desde entonces los magistrados que han asumido el conocimiento de este caso lo han hecho al margen de presiones o influencias y están dándole la vuelta a una posición que parecía irreductible e inmodificable.

Y es que la justicia no puede dejar de juzgar allí en donde existen indicios de delitos, los manejos turbios y oscuros que se dieron para la contratación del perfil técnico de SISA no pueden quedar impunes, siempre se dijo y se demostró que si algo tenía de sobra el proyecto especial Chinecas eran estudios, perfiles, diseños, etc., todo ello elaborado por grandes compañías que a lo largo de sus 30 años de existencia fueron alimentando de información e iniciativas a este postergado proyecto irrigador.

Por lo tanto, resulta poco menos que absurdo pensar que se tiene que pagar una millonada de dinero cuando lo que se tenía que haber hecho es actualizar los estudios que se tenía a la mano, como lo había advertido el INADE que, en su debido momento, hasta entregó cifras de lo que le costaría a Chinecas.

Sin embargo, no lo hicieron por que hubo ánimo de lucro, existió dolosa ambición por aprovecharse de los recursos del proyecto irrigador y eso tiene que sancionarse. El proceso penal contra los investigados se encuentra paralizado por la incidencia que se encuentra en la Corte Suprema, esperemos que se resuelva de una buena vez, han transcurrido dos años sin que se adopte una decisión y eso perjudica tanto como la curiosa posición de magistrados que quieren archivar el caso sin investigarse. Lo que se ha visto en estos años es que la justicia está enderezando lo que estaba chueco, ha corregido una sucesión de posiciones judiciales sumamente suspicaces que van quedando rezagadas por que, ciertamente, ya no estamos en tiempos en los que predomina la impunidad. Esta es la única verdad.