Después de prolongada sequía:
¡Por fin aparecieron las tan esperadas lluvias! En la sierra de Jimbe, de Huaraz y Carhuaz los pobladores recobraron la alegría dejando atrás el pesimismo y la tristeza temiendo que no se producirían las precipitaciones de aguas de mucha utilidad para la agricultura.
Hoy los agricultores sienten renacer sus esperanzas de poder cultivar y cosechar sus diversos productos que finalmente llegarán a las mesas de los hogares volviendo a ser parte importante del engranaje de la maquinaria económica de la provincia.
En el distrito de Jimbe llovió el pasado martes y miércoles en los caseríos más alejados como Rayán, Cochapetí y algunos otros. En estos dos días la lluvia de mediana intensidad, pero de todos modos muy significativo para el incremento del caudal del río Jimbe cuya corriente alimenta al río Loco y de Nepeña terminando en Samanco.
De esta forma se abriga la esperanza de poder contar con agua para los cultivos los que en la etapa de sequía estaba afectando miles de hectáreas de tierras cultivables ocasionando importantes pérdidas económicas a los agricultores.
Las plantaciones de mango, palta y diversos frutales de Jimbe asi como de Moro, de Nepeña y Samanco se estaban secando por la falta de agua, pero hoy el panorama es diferente y se espera nuevas lluvias que también traiga verdor a los cerros.
En Carhuaz y Huaraz llovió el viernes y aunque generó alegría en la inmensa comunidad de agricultores no deja de ser una incomodidad en la zona urbana aunque resulta tolerante para los transeúntes que entienden que las lluvias generan movimiento en la economía de esta parte de la región Ancash.
