DESPELOTE
Un juez puede no solo remediar un conflicto y dar la justicia a quien corresponde, también es capaz de alterar las cosas, generar más conflictos y provocar injusticias, cuando se presta a manejos que no son coherentes con la ley. Este es el caso de los ex directores que obtuvieron un fallo judicial favorable “en la cochinchina” y que están demandando que los reincorporen, para lo cual ya se ha dictado la resolución del director de la UGEL Santa. Sin embargo, hay mucha resistencia de los actuales directores que ganaron esa plaza por concurso, por méritos y no mediante la ruleta judicial, quienes no quieren dejar su cargo porque en la resolución del director de la UGEL no se precisa cuál será su destino, donde serán destacados y quedan en el aire. Por ejemplo, hasta la mañana de ayer habían dos sub directores, pues la profesora Milagros Paredes accedió a esa plaza por concurso y el profesor Florentino Sánchez Hidalgo es el jalado o rebelde que fue retirado después del concurso público del 2014 y llegó con su resolución de la UGEL a pretender sentarse en el cargo de sub director de primaria. Sin embargo, la profesora Milagros Paredes como muchos otros se negó a dejar su oficina porque primero exige que la autoridad educativa precise la plaza que ocupará, por ello es que el profesor Florentino Sánchez caminaba por los ambientes del colegio con su resolución en la mano hasta que personal de limpieza, por orden del director del Plantel, le llevó un escritorio y allí se sentó. No sabemos si la justicia ha dictado esta increíble resolución para esto, para generar despelote, este desorden total en los colegios, un plantel con dos sub directores.
BRONCA
Pero en donde la cosa está picante es en el Colegio 88014 “José Olaya” del P.J. Miraflores Alto, en el cual es director el representante de los directores que ganaron por concurso, Roger Maza Cobeñas, quien no ha permitido que el ex director Carlos Hipólito Cura reasuma el cargo y exige que el Director de la UGEL expida una nueva resolución determinando específicamente las plazas que ocupará tanto él como sus colegas que han sido injustamente desplazados por la maquinaria judicial. Claro que esta negativa no ha sido en medio de una taza de café y un dialogo que empezó con un saludo protocolar mano a mano, por el contrario, ha sido a gritos destemplados porque en el sector educativo todos conocen el carácter agrio e irascible de Hipólito Cura, por ello era evidente que se agarrarían boca a boca. Muchos recuerdan, por ejemplo, que Hipólito Cura se desempeñó como Jefe del Área de gestión Institucional de la UGEL (AGI) hasta que llegó como director de la entidad educativa el profesor Félix Aguirre quien lo retiró del cargo y dijo que no lo quería ver por allí. Sin embargo, como dice el dicho, el mundo da vueltas, y cuando Félix Aguirre fue removido Carlos Hipólito llegó a la UIGEL para sacar a empellones a Félix Aguirre, lo echó como si fuera un dog dicen porque hasta los maceteros los arrojó fuera de la oficina. Con este carácter y con un profesor como Roger Maza que tampoco aguanta pulgas, parece que la acción estará por los predios del colegio “José Olaya”
BRAVO
Siempre con el caso de los directores reincorporados, ayer viernes en el último día lectivo del año escolar de las instituciones educativas del estado, se generó otro incidente por la increíble resolución esa llegada de la provincia de Rodríguez de Mendoza. Esta vez en el Colegio “Miguel Grau” de Villa María, hasta donde llegó el ex director Benjamín Paredes Ruiz, con su resolución en la mano reclamando que le entreguen el timón del plantel, pero ni siquiera lo dejaron ingresar a las instalaciones del colegio, razón por la cual anunció que se dirigía a la sede policial de Villa María con la finalidad de pedir apoyo para que le entreguen el cargo. En la dependencia policial le indicaron que ellos podrían darle la custodia que necesita siempre y cuando tengan la orden del fiscal de turno, razón por la cual se fue a la Fiscalía, empero, teniendo en cuenta que era 23 de diciembre y ya todas las entidades públicas habían ingresado en cuenta regresiva para la nochebuena, es bien difícil que alguien lo haya atendido. Parece que dobló su resolución en dos, la puso debajo del sobaco y se fue tranquilito a pasar la nochebuena para regresar después de las fiestas. Ojo que no es una novela.