Arduo trabajo. La irresponsabilidad de los bañistas sigue obligando a los efectivos de la unidad de salvataje de la Policía Nacional a redoblar su trabajo. El último fin de semana, seis bañistas fueron rescatados de las turbulentas aguas de las playas de Atahualpa y de Vesique, felizmente, sin mayores daños.
En el primer caso, en la playa de Atahualpa, al promediar las 6 de la tarde del último sábado, personal policial de salvataje rescató a cuatro bañistas que eran arrastrados por la corriente de resaca a una distancia de 250 metros aproximadamente de la orilla de la playa.
El padre de familia de nombre Máximo Carrillo Albújar de 38 años, sus hijos Jazmín y Joel Carrillo Robles de 12 y 15, respectivamente, así como otro menor Piero Valverde Gonzales de 13, fueron salvados de morir ahogados, por ingresar a esta playa que ha sido considerada como muy peligrosa por las autoridades.
El alférez PNP Juan Pastor Obregón, jefe de la Policía de Salvataje informó que el padre de familia, sus hijos y el menor de edad llegaron con un grupo de familiares y vecinos del asentamiento humano Laderas del Sur al balneario Campamento Atahualpa para pasar un día de playa, pero al ingresar a una distancia peligrosa, la corriente se los llevaba mar adentro y tuvieron que ser rescatados.
“La playa de Atahualpa no se encuentra apta para recibir a los veraneantes debido a que sus aguas y las corrientes de resaca son peligrosas, no entiendo porque las familias insisten en venir aquí” relató sin poder evitar que los bañistas ingresen a esta playa.
EN VESIQUE
Ese mismo día en el balneario de Vesique, personal policial de salvataje logró salvar a dos bañistas que eran arrastradas por la corriente de resaca a una distancia de 100 metros de la orilla de la playa. Los afectados fueron identificados como Maricela Ávalos Quezada (42), domiciliada en el AA. HH. 10 de Setiembre y Kevin Arroyo Velásquez (23) proveniente de la Urb. Bellamar lI Etapa Nuevo Chimbote.
A ambas personas se les brindó los primeros auxilios y no sufrieron mayores daños, salvo el susto de haber sido arrastrados por la corriente por varios metros.