Editorial

Editorial: ::: MUCHO CUIDADO :::

La Directora de la Red de Salud Pacífico Norte, Dra. Teresa Cano Gonzales, ha revelado la semana pasada la existencia de 12 pacientes confirmados con el mal del Dengue en el vecino distrito de Coishco, en donde hace poco más de una semana se habían encendido las alarmas por la probable presencia de este mal en esa zona.

Los resultados de los análisis elaborados por el Instituto Nacional de Salud sobre la base de muestras remitidas desde el Puesto de Salud de Coishco no dejan dudas respecto a la presencia de este mal en una zona que no era endémica y que jamás había albergado a esta enfermedad transmitida por una especie del zancudo, inclusive, ni siquiera cuando hace algunos años atrás se presentó en su vecino poblado de Santa.

Además de los 12 pacientes que vienen recibiendo tratamiento y cuyo estado es estable en la medida que han sido diagnosticados a tiempo, se sabe que existen otros 77 pacientes sospechosos y cuyos análisis están pendientes de conocerse, mientras que a nivel de Chimbote existen otros cinco casos más.

Sin embargo, para quienes seguimos las informaciones relacionadas con el mal del dengue y otros similares como el zika o la chiquinguya, esta información no sorprende y éramos conscientes que, a nivel interno, se manejaba con propiedad en los predios de las dependencias del sector salud, pues hace una semana se iniciaron acciones de fumigación en las viviendas de ese distrito.

Esta campaña extrañó sobremanera porque en experiencias de años anteriores las propias autoridades sanitarias habían advertido que esta clase de campañas no podía ejecutarse solo cuando existan sospechas de la presencia del vector que transmite este mal, se requería que existan casos confirmados porque se trata de la última fase.

Ello porque toda campaña contra el Dengue se inicia con la abatización, que consiste en la colocación de ovitrampas en los recipientes que almacenan agua en las vividas de aquellas zonas en donde proliferan los insectos propios de las temporadas cálidas como el verano, se trata de sustancias químicas inocuas al cuerpo humano pero que son capaces de eliminar las larvas de los insectos que trasmiten el dengue y que se depositan los recipientes de agua.

Sin embargo, en Cosihco procedieron con la fumigación, de allí que nuestras sospechas nos permiten colegir que ya las autoridades habían advertido que el Dengue estaba en Coishco y había necesidad de adelantarse antes que el mal pueda propagarse de manera masiva como suele ocurrir cuando se presenta algún caso en determinada comunidad.

Paralelamente, la semana pasada también la Jefa del área de epidemiología de la Red Pacífico Sur, Karina Vargas Quispe, dio a conocer a la prensa que en el distrito de Nuevo Chimbote se había registrado el primer caso de Dengue, empero, a diferencia de lo que ocurre en Coishco, la paciente había “importado” el mal desde la ciudad de Chiclayo en donde había efectuado una visita de algunas semanas y al retornar a nuestro Puerto recién comenzó a padecer los estragos del mal que suele incubarse por 15 días en el organismo.

Esto quiere decir que el mal no se ha asentado en el distrito sureño, no existe vestigio alguno que el zancudo vector tenga presencia en la zona, sin embargo, para impedir que este mal prolifere se había aislado a la paciente en su domicilio, se mantenía un permanente monitoreo para evitar que por allí se propague este mal, al margen que pusieron en marcha la campaña de abatización en los diversos asentamientos humanos que existen en ese lugar con la finalidad de desvirtuar la posible presencia de este mal.

Cuando todos dirigían sus miradas a la vecina provincia de Casma porque aquella zona se había convertido en endémica para la presencia del vector, y cuando se sospechaba que en cualquier momento podría incrementarse el número de pacientes como había ocurrido en años anteriores, sorpresivamente este mal se posa en el distrito de Coishco y comienza a propagarse ante la indiferencia de la gente que no estaba acostumbrada a este escenario.

Sin embargo, lo que se ha podido advertir es la oportuna reacción de las autoridades del sector salud a efectos de activar las alarmas y emprender las acciones necesarias no solo para atender a las personas que resultan infectadas con la enfermedad, sino, esencialmente, para atacar las causas y orígenes del vector porque solo así se puede detener un problema que tiende a convertirse en un brote de carácter epidémico cuando no se toman las precauciones inmediatas.

Y es que a estas enfermedades no se le puede dar un centímetro de ventaja pues cuando ello ocurre lo que se expone es la salud pública de determinada comunidad en la medida que el mal suele propagarse de manera repentina cuando se le permite.

Justamente, hoy es el momento en que las autoridades deben mantenerse despiertas a los posibles brotes de esta enfermedad por la presencia de lluvias torrenciales en las partes altas de la provincia y la activación de quebradas por el desborde de los ríos que discurren por nuestros distritos, ello deriva en las inundaciones y la perdida de tierras de cultivo, se afectan viviendas y los aniegos son impresionantes.

Allí es donde se tiene que poner especial énfasis porque se crean las condiciones necesarias para la proliferación del vector, basta revisar las informaciones que llegan de otros lares para darnos cuenta que esta situación es de cuidado, como, por ejemplo, se advierte en los fronterizos departamentos de Tumbes y Piura que vienen soportando lluvias insólitas que ha dejado sus ciudades bajo agua, y ya se vienen presentando casos de dengue porque allí emerge esta clase de males.

Lamentablemente, cuando existen esta clase de alarmas no se cuenta con la colaboración de la gente, se dice que en Coishco existe un 45% de pobladores que no permite el trabajo de los fumigadores, que se resisten a abrir las puertas de sus casas y que se oponen a las acciones preventivas de la autoridad. Esto es lamentable, esperemos que alguien haga entender a esta gente que estamos frente a una situación de mucho cuidado, por ende, deben reconsiderar su posición y dejar que las autoridades hagan su trabajo. La ofensiva contra el dengue debe consolidarse de manera efectiva como alguna vez se derrotó a otros males como el cólera y la gripe AH1N1. Confiamos que esto será así.