Ayer entre Coishco y Santa:
Embalse se llevó hasta enormes postes y gran parte de la Panamericana Norte.
La furia de la naturaleza. El desborde del río “shisho”, una vertiente del río Santa que pasa por el kilómetro 439 de la Panamericana Norte, exactamente en la frontera entre los distritos de Coishco y Santa, terminó partiendo en dos la vía nacional y causando destrucción en una vivienda y en la empresa pesquera Cantabria, cuyas paredes del frontis cayeron junto a postes de alumbrado público y conexiones de fibra óptica que pasan por dicha zona.
Los hechos ocurrieron al promediar las 11 de la noche del último martes, cuando la fuerza del cauce del río “shisho” terminó destruyendo en principio gran parte de la vivienda de la familia Valuis Damián y posteriormente las paredes del frontis de la empresa pesquera Cantabria. En simultáneo, un tramo lateral de la Panamericana Norte se vino abajo y obligó a las autoridades a cerrar la vía ante el inminente peligro.
Por esa razón, desde la madrugada de ayer miércoles, el tránsito de vehículos fue suspendido en el kilómetro 439 de la Panamericana Norte, quedándose varados, cientos de ómnibuses de servicio interprovincial, vehículos de carga y particulares que iban de norte a sur y viceversa.
La Policía Nacional en coordinación con las autoridades de Defensa Civil solo autorizaron el paso peatonal de una vía a otra, para que los pasajeros puedan realizar trasbordos y continuar con su ruta, sin embargo, mientras transcurrían los minutos, el cauce del río “shisho”, muy tranquilo y casi imperceptible en otras épocas del año, amenazaba con más derrumbes.
Hasta el lugar llegaron técnicos de la empresa de alumbrado quienes empezaron a retirar los postes destruidos para colocar nuevos así como personal de la empresa de telecomunicaciones Bitel, quienes vieron como sus conexiones de fibra óptica habían quedado expuestas al aire, tras el derrumbe de una parte de la carretera.
Además, los integrantes de la familia Valuis Damián, narraron dramáticamente como vivieron el momento del desborde y terminaron perdiendo gran parte de sus enseres. Esta familia, logró salvarse de milagro porque la fuerza del río logró destruir uno de sus ambientes que terminó en el agua.
“Hemos perdido casi todo, no hemos tenido que comer. Somos diez los integrantes de la familia Valuis Damián y el río ha destruido nuestros sembríos y un ambiente de nuestra vivienda con todo lo que había en su interior” dijo una de las afectadas ayer a los periodistas.
En el lugar se observaban los enseres destruidos, el cuarto de material noble caído en el río, las paredes de la empresa pesquera Cantabria derrumbadas, un tráiler atollado en medio de una zona que anteriormente se utilizaba como cochera, entre otros daños visibles.
Mientras tanto, miles de personas (muchos con niños en brazos), cargando sus bultos y equipajes, transitaban y se veían obligados a realizar trasbordo para cruzar la vía destruida y continuar con su recorrido, de norte a sur y viceversa.