UNO MÁS
Los estragos generados por la emergencia de las lluvias y huaicos que han desviado la atención de las autoridades a la necesaria asistencia y ayuda de los pueblos más golpeados, dejó en segundo plano la captura e internamiento en el Penal de Cambio Puente de uno de los acusados por el escándalo de la desratización en la Sub Región Pacifico, allá por los tiempos denominados como la red de corrupción de la gestión de César Álvarez Aguilar en el gobierno regional de Áncash. Nos estamos refiriendo a Erodito Quirino Salinas Alayo, quien se encontraba como reo contumaz en el juicio que se siguió contra los miembros de la mafia de la desratización quienes se encuentran cumpliendo condena en el penal de Cambio Puente luego que la Sala Penal Liquidadora los condenara a diversas penas que van desde los 15 años hasta los 5 años de prisión efectiva. El capturado fue un ex empleado del gobierno regional que estaba a cargo de la oficina de inversiones y fue quien se prestó al manejo doloso de este proyecto al firmar el documento de viabilidad de un proyecto que no era competencia de la Sub región Pacífico y que era consciente que solo formaba parte de un negociado que permitió que se defraude las arcas regionales con 3 millones de soles para un proyecto que ni siquiera se ejecutó. Lo cierto es que este Erodito Salinas, a diferencia de la mayoría de sus co investigados, no se presentó al juicio oral, prefirió mantenerse a buen recaudo, tal vez fue uno de los pocos que sabía de la gravedad de este caso y no se expuso en las audiencias públicas, por ello es que la Sala Penal, al expedir la condena correspondiente dejó su caso en reserva. Ahora que se ha sido detenido y trasladado a Cambio Puente, en donde debe haberse reunido con los amigos de antaño, será procesado y sentenciado. Su captura se produjo en la capital de la república, estaba oculto en la vivienda de un familiar en donde se mantuvo por casi dos años y, debido a los estragos de la emergencia, realmente no pudimos conocer si su aprehensión estuvo en el ámbito del programa de recompensas el Ministerio del Interior, lo importante es que ya está tras las rejas y ahora la justicia debe encargarse del castigo en el mismo rango que los que ya purgan carcelería. Uno más del pesado saco de la corrupción de Ancash que termina tras las rejas.
MATONERIA
La detención del empresario de la chatarrería Willy Béjar Alegre no es sino la secuela de una vida cargada de incidentes y reyertas generadas por una conducta pública deshonesta y beligerante que, como en toda sociedad civilizada, siempre tiene su límite. El hijo del desaparecido regidor Amador Béjar, se la pasó peleándose hasta con su sombra, desde la época en la que formaba parte de la barra brava del Deportivo Pesquero en los estadios, hasta sus tertulias alcohólicas en el frontis de su vivienda y negocio, tal como lo confirman las diversas notas periodísticas. La última aventura de Béjar ya se salió del cuadro, pues en esta oportunidad no fue denunciado por algún vecino o comerciante agredido o amenazado con arma de fuego, sino que los cargos fueron formulados nada menos que por su propio hermano Ángel, quien debió intervenir cuando su yerno fue atacado por el díscolo sujeto que le hizo hasta dos disparos que milagrosamente no le impactaron. Lo escandaloso, y se espera que el Jefe de la División Policial investigue, es que los Policías que fueron llamados por los familiares del agredido, se negaron a intervenir a Willy Béjar cuando éste le mostró la placa de uno de sus hijos que es miembro de la Policía, esto es muy peligroso porque deja la apariencia que la Policía se presta para estas actitudes violentas y matonescas que han terminado con su detención por portar un arma de fuego, amenazar a la gente sin tener licencia para portarla. La justicia debe encargarse de darle el castigo que se merece.
PRESENTE
Las imágenes que propalaron las televisoras y los medios escritos el último fin de semana muestra al presidente de la república y sus ministros en la golpeada provincia de Huarmey, verificando el trabajo que ha desarrollado allí la Ministra de Justicia Marisol Pérez Tello, de salud Patricia García y otros. Pero lo que no pasó inadvertido es que en primera fila y entre los altos dignatarios se encontraba nada menos que la alcaldesa de Chimbote Victoria Espinoza García, ni siquiera los congresistas que suelen ser figurettis, ni el alcalde de Huarmey. Es evidente que la alcaldesa se ha esforzado por estar de la mano con el mismísimo Jefe de estado y por ello ha podido sacarles importantes ofrecimientos como lo describe en esta misma página. Esta clase incursiones de consigue solo con mucha iniciativa, decisión y empuje, eso nadie lo puede desmerecer sino solo aplaudir.