CONSTATINO
Decenas de llamadas recibimos desde las primeras horas de la mañana de ayer, apenas se puso en circulación nuestra edición N° 10 mil y cuando muchos recién tomaron conocimiento de este acontecimiento. En realidad nos sentimos congratulados por tantas y tan encomiables palabras que nos hicieron llegar, especialmente aquellas que evocaban a la figura de nuestro extinto fundador, Wilfredo Peláez Gularte, el responsable de esta aventura periodística que, a lo mejor, muchos pensaban que terminaría muchísimo antes. Entre las muchas llamadas que recibimos nos llamó la atención una que nos hizo el profesor Constantino Robles, un antiguo poblador chimbotano que ha sido regidor y funcionario de la Municipalidad de Nuevo Chimbote pero que pertenece a la generación de nuestro fundador, por ello es que nos confesó que es uno de los testigos del nacimiento de esta criatura y del crecimiento profesional de nuestro fundador Wilfredo Peláez. Don Constantino nos reveló que trabajó junto a nuestro primer director en el colegio Villa María, en donde ambos eran docentes, lo que quiere decir que nos estaba hablando de la década del 70. La verdad es que conoce mucho de la historia periodística de Chimbote y de la labor que cumplió Don Willy, primero como corresponsal de la Prensa y luego en sus proyectos periodísticos como fueron la Revista de Chimbote y el Diario de Chimbote. Tanto sabe Don Constantino del periodismo en Chimbote que nos dijo que le agradaba ver que aún se encuentra vigente el periodista Carlos Carpio La Rosa con quien compartió muchas anécdotas, entre ellas cuando lo encontraban escribiendo en las viejas máquinas mecánicas de la época, una Remington, y le decía “Oye Carlitos tanto escribes que ya casi no tienen pelos en la cabeza” y él muy sarcástico respondía “no solo en la cabeza, también se me caen los pelos de la lengua porque siempre escribo con la verdad”. Después de ver a Carlitos en estos años tenemos que concluir que realmente siempre escribió la verdad porque no le queda un solo pelo de tonto. Agradecemos todas las muestras de parabienes que nos hicieron llegar ayer.
INSEGURIDAD
Los últimos hechos policiales ponen de manifiesto que nuevamente la inseguridad gana las calles y la escasa presencia policial es una de las razones por las cuales los asaltos y atentados criminales se repiten uno tras otro. Lo peor es que frente a las graves responsabilidades que significa repeler un asalto, ahora los agraviados tienen que reaccionar con lo que encuentran a la mano, incluso, lanzando piedras sobre los maleantes. Esto es lo que ocurrió anteayer en el mercado Dos de Mayo, cuando un comerciante sorprendió a un grupo de delincuentes que estaba robando en su tienda, inclusive a despecho que ellos pagan por vigilancia en el mencionado centro de abastos. Lo cierto es que mientras que los delincuentes portaban armas de fuego, el agraviado solo apeló a coger unas piedras y lanzarlas a los maleantes para impedir que se lleven su mercadería, hecho que finalmente consiguió. Casi paralelamente, en el distrito de Nuevo Chimbote, un empresario de combustible fue perseguido e interceptado por tres maleantes frente a su domicilio y lo despojaron de la bolsa que llevaba el dinero de la venta del domingo. Tal como ocurrió con el primer caso, en esta ocasión el empresario tampoco quiso quedarse de brazos cruzados mientras la delincuencia se lleva todo el esfuerzo que uno hace trabajando, por ello a pesar que tenían un arma decidió neutralizar a uno de ellos y recibió un disparo en la pierna mientras que un vecino al ver que era asaltado acudió en su auxilio y consiguió atrapar a un segundo delincuente. ¿Qué es lo que está pasando? Los agraviados tienen que reaccionar por su propia cuenta porque la delincuencia pulula por las calles y la presencia policial se hace nula, o, lo que es lo mismo decir, los delincuentes ya no temen abordar a sus víctimas en cualquier lugar, así sea a solo una cuadra de un a sede policial como ocurrió anteayer en Buenos Aires que los hechos se registraron cerca a la sede de la Policía anticorrupción. Siempre dijimos en este medio de comunicación que la desactivación de la sede regional de la Policía en Ancash era un craso error, al general que despacha en Trujillo nadie lo ha visto desde que llegó a presentarse y por ello los planes de seguridad sin deficientes. No sabemos si es una mera coincidencia pero desde que desapareció la jefatura regional en Áncash la delincuencia ha crecido, anteayer en Huaraz se hacia este mismo lamento luego que un estudiante universitario fuera asesinado a golpes en la vía pública. Mucho cuidado que la delincuencia vuelve a crecer en Ancash.