DESORDEN
Tal como lo preveíamos en esta misma columna, finalmente la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Áncash ratificó en casi todos sus extremos la sentencia condenatoria que dictó el Juez Penal Unipersonal, Dr. David Ramos Muñante, contra el suspendido gobernador regional Enrique Vargas Barrenechea, dejando a éste en una situación legal precaria que, irremisiblemente, lo llevará en un tiempo más a una presumible vacancia del cargo. La diligencia se realizó en medio de una inusitada expectativa no solo a nivel de Huaraz sino de las principales ciudades de la Región que esperaban el resultado de esta audiencia, incluso, en la parte exterior del penal “Víctor Pérez Liendo” de Huaraz, en donde se realizó la audiencia de apelación contra la sentencia condenatoria, se apostaron dos grupos que lanzaban arengas a favor y en contra de la condena. Se trataba de la portátil de Enrique Vargas y los miembros del comité cívico anticorrupción de Huaraz que exigían se castigue con todo rigor de ley a quienes defraudan al electorado. Sin embargo, lo que no ha podido dejar de llamar la atención en esta diligencia es la decisión de los miembros dela honorable Sala Penal de impedir el ingreso de la prensa a un acto que, de acuerdo a la ley procesal, tiene el carácter público. Los periodistas debieron esperar a que salgan los abogados de la defensa, el fiscal o la procuraduría, para recién tomar conocimiento de los alcances del fallo judicial de segunda instancia. Por ello es que la información llega al promediar las 6.00 de la tarde, sin embargo, al margen de la dilación en el traslado de la noticia, lo que no se puede permitir es que los periodistas queden de lado bajo el argumento que se quería evitar el desorden. ¿Acaso los periodistas promueven desorden? De ninguna manera, quienes suelen alterar el orden y se la pasan insultando a los magistrados son las portátiles, sin embargo, en Huaraz optaron por el lado más fácil, es decir, impidiendo el ingreso de los revoltosos se hizo lo mismo con los hombres de prensa. Eso está muy mal.
¿RATIFICACION?
Pero apenas se conoció el contenido del fallo unánime de los magistrados de la Sala Penal, comenzaron a correr como reguero de pólvora una serie de rumores, muchos de ellos direccionados y cargados de resentimiento por la confirmación de la condena. Uno de ellos hacía referencia a la situación del gobernador (e) Luis Gamarra Alor, señalando que con esta decisión se mantiene firme en el cargo. Esto es cierto, la decisión de la Sala Penal de Apelaciones fortalece la estabilidad del gobierno regional y permitirá Luis Gamarra seguir trabajando con mayor libertad porque su elección se mantiene incólume. De allí que aquellas voces que han comenzado a diseminar la especie aquella de la ratificación a cargo del consejo regional solo quieren “incendiar la pradera”, aducen que ahora que se ha confirmado la sentencia se requiere que el consejo regional ratifique a Gamarra cuando eso no es cierto. Aun cuando Enrique Vargas se encuentra sentenciado con condena confirmada en instancia de vista, su defensa técnica ha adelantado que planteará un recurso de casación y hasta que aquel no fuera visto y evaluado por la Sala Penal competente de la Corte Suprema, existirá la posibilidad que la encargatura de Gamarra quede sin efecto, hasta entonces deberá seguir despachando sin que para ello fuera necesaria una nueva votación, esto último es absurdo.
CONCIENCIA
Realmente agrada saber que en esta oportunidad la participación de la gente ha sido más activa durante el último simulacro de sismo y tsunami realizado anteayer miércoles. Y, es que de un tiempo a esta parte el interés de la ciudadanía se había apagado cuando los simulacros son claves para evitar que se produzcan mayores desgracias y para que los pobladores sepan realmente que hacer cuando se desata una tragedia. Por ejemplo, estuvimos a la hora del simulacro en el hospital III de Essalud, en el área de consultorios y cuando sonó la sirena que advertía la realización del simulacro nadie se movió de su lugar, en ese sector del nosocomio las cosas marchaban igual y se escuchaba la bulla que se generaba en el patio principal en donde los funcionarios y directivos salían a las zonas de seguridad. Esto es un error, los asistentes a una consulta, los pacientes y el personal médico también forman parte del simulacro, ellos deberían ser instruidos previamente de lo que deberían hacer para ensayar el desplazamiento en caso, ojalá nunca ocurra, un movimiento terráqueo lo encuentre en ese lugar, es evidente que aún no existe conciencia de la necesidad de acompañar esta clase de simulacros desde el lugar en el que nos encontremos.