El Gobernador regional Luis Gamarra Alor no está dispuesto a ser uno más de la lista de autoridades regionales que pasaron por el máximo cargo sin haber hecho nada positivo por la población, por ello es que en este corto tiempo que lleva al frente de la región ha dictado ya las directivas necesarias para que se reactiven las obras paralizadas desde hace cuatro años.
Como no podía ser de otra manera, ha comenzado por priorizar las obras de las instituciones educativas que están a punto de concluirse porque es una necesidad apremiante en nuestra provincia, una medida que guarda coherencia con la labor que desempeñaba como consejero regional.
Precísamente, la semana pasada el gerente de la Sub región Pacífico, Christian Calderón Luna, dio a conocer que junto al Gobernador trabajaron arduamente para reconocer e identificar las obras prioritarias con las cuales se iniciaría un primer paquete de 11 de ellas que se retomarán en el curso de las próximas semanas.
Para ello se ha apelado a aquellas obras que han sido bastante rezagadas, entre ellas el Colegio Víctor Andrés Belaúnde de Chimbote, así como otras que se ubican en Tangay, Moro y Jimbe, para lo cual se han recopilado los expedientes y se viene preparando la documentación que permita retomar el diálogo con los ejecutores de los proyectos y evaluar las condiciones en las que se encuentran estas obras.
El funcionario regional ha señalado que para este cometido ya tramitaron el pedido de una transferencia del Gobierno Central a efectos que habilite una partida de 19 millones de soles que se estima se necesitará en esta primera etapa de reactivación de las obras que se encuentran virtualmente abandonadas.
Inclusive, ha señalado el gerente de la Sub región que esta es una primera fase del trabajo que se desarrollará con las obras paralizadas, pues una vez que comience a caminar este primer paquete, ya se ha considerado una segunda etapa en la que se han considerado otras quince obras que deberán retomarse y culminarse.
En realidad, este anuncio no extraña a quienes como los medios de comunicación conocemos el trabajo que desarrolló el Gobernador Luis Gamarra Alor antes que asumiera la máxima responsabilidad en la Región, es decir, cuando en su función de consejero regional llegaba a nuestra ciudad y se confundía con padres de familia y docentes que reclamaban el reinicio de los trabajos, cuando personalmente ha llevado copias de expedientes y ha demandado a nivel del consejo regional acuerdos que permitan retomar los trabajos abandonados por las maniobras oscuras que se registraron en la época de Cesar Álvarez que llevaron a dejar abandonadas las obras.
Sus esfuerzos no encontraron mayor eco en las anteriores gestiones en la medida que todos conocemos que fueron administraciones negativas, que solo se interesaron en sacar provecho con los nombramientos de funcionarios y se dedicaron a apuntalar los proyectos que ya estaban a punto de concluirse con la finalidad de presentarlos como obras recientes a pesar que ya el pueblo sabía cómo se había ejecutado aquella obra.
Por ello, ahora que Luis Gamarra ha tomado las tiendas del gobierno regional es evidente que sus primeras medidas están direccionadas a aquello que priorizó en su momento y que entiende que es una tarea pendiente de vital importancia para el desarrollo de nuestros pueblos, como es la infraestructura educativa.
La prensa local ha acompañado al entonces consejeros a largas inspecciones a las obras abandonadas, ha conocido su permanente preocupación porque ellas obtengan un presupuesto para que se retomen y puedan concluir para llenar ese enorme vacío que existe para miles de estudiantes que espera superarse en las mejores condiciones posibles.
Pero no es esta la primera intentona en la reactivación de las obras paralizadas, anteriores gerentes han pretendido emprender esta misma tarea, incluso, algunas como la que encabezó el ex gerente Luis Chamorro, llegó al extremo de firmar acuerdos con los consorcios responsables, empero, todo quedó solo en buenas intenciones.
Lamentablemente, para poder retomar este trabajo se necesita de funcionarios con conocimiento en materia de obras civiles y de contingencias legales, pues el entrampamiento es complicado, no solo por el tiempo que ha transcurrido sino por los compromisos perniciosos que asumió la gestión de Álvarez Aguilar.
No se puede soslayar que el relanzamiento de una obra arrastra una serie de implicancias, tiene que revisarse detenidamente los documentos, verificar el estado en el que se encuentra y las inversiones que están en condiciones de recuperarse, pues de ello depende mucho de los presupuestos aplicados y los que están por aplicarse.
Recordemos que en alguna oportunidad un funcionario señaló que hay algunas obras que con el paso del tiempo se han deteriorado y el material expuesto al frío, el calor, las lloviznas etc, los ha diezmado y algunas tendrán que ser demolidas para que se comience de cero nuevamente.
Todas estas consideraciones se deben tomar en cuenta, por ello es que el anuncio debe dejar un margen para todas estas acciones técnicas y legales para apuntalar el presupuesto que se requiere, como en este caso ya se ha estimado en 19 millones de soles que será gestionado ante el gobierno central.
Sin embargo, uno de los factores primordiales para que una empresa de este tipo pueda tener el éxito deseado es que exista voluntad política de la administración para que se ejecuten los proyectos, si la máxima autoridad le interesa un pepino que se ejecute tal o cual obra, ella estará destinada al fracaso y esto ha ocurrido desde que César Álvarez dejara el cargo y seguirá ocurriendo si es que hoy no se definen estas obras.
El Gobernador regional ya ha delegado al gerente de la Sub Región Pacífico todas las facultades u atribuciones para emprender el reinicio de las obras, creemos que en esta nueva gestión si podrán ejecutarse porque el primer interesado para que ello ocurra es la cabeza de la gestión, es decir, el Gobernador que tiene las ideas claras sobre la imperiosa necesidad de poner en marcha las obras paralizadas. Esperemos consiga su objetivo.