Editorial

Editorial: ::: AVANCE IMPORTANTE :::

La titánica lucha de la persecución judicial en los delitos de corrupción encontró la semana pasada un significativo envión con la captura de dos importantes cuadros de la organización delictiva que se encostró en la región Ancash durante la gestión del hoy encarcelado ex presidente regional César Álvarez Aguilar.

Se trata de Dirsse Valverde Varas y Jesús Rodríguez Meyzen, éste último conocido como “Manucci”, quienes fueron aprehendidos la semana pasada gracias al programa de recompensas establecido por el Ministerio del Interior para captar colaboradores que estén en capacidad de proporcionar información idónea del paradero de los prófugos de la justicia a cambio de una gratificación económica.

De esta manera, colaboradores anónimos que tomaron conocimiento del lugar donde se ocultaban los prófugos del Caso La Centralita enviaron información a la Policía y solo así pudieron verificar el lugar donde estaban ocultándose y los capturaron luego de emprender cercos policiales efectivos.

En el caso de Dirsse Valverde Varas, fue ubicado en un Hostal ubicado en la avenida Alfonso Ugarte de Lima, a pocos metros del cercado de la capital de la república, en donde pasaba desapercibido sin que aparentemente nadie lo identifique, empero, al parecer alguien que lo conoce de cerca pudo advertir su presencia y dio a conocer donde se hallaba su escondrijo, en el corazón de la capital.

Mientras tanto, Jesús Rodríguez (a) “Manucci” fue capturado en nuestra ciudad, se ocultaba nada menos que en la vivienda de propiedad de sus padres, en la urbanización 21 de abril, en donde se venía ocultando hace más de dos años y, al parecer, cansado de las cuatro paredes, salió de la vivienda y fue identificado por algún colaborador.

Lo cierto es que ambos ya se encuentran entre rejas y en el Penal de “Piedras Gordas” de Ancón, en el mismo presidio en donde está recluido César Álvarez Aguilar y otros cuadros de la denominada “Centralita”, el tristemente célebre bunker político en donde se tramaban todos los ataques contra los opositores del gobierno regional de entonces.

En el caso de Dirsse Valverde es considerado como un “pez gordo” dentro de la organización criminal de Áncash, tal como se ha descrito en el informe de la comisión Ancash del Congreso de la república que investigó la gestión de César Álvarez y puso al descubierto ese enjambre de corrupción e impunidad que se había conseguido establecer en base a la compra de policías, jueces, fiscales y periodistas, todo ello desde el bunker denominado por ellos mismos como “La Centralita”.

Dirsse Valverde fue considerado como el brazo derecho de César Álvarez, era el nexo entre el ejecutivo regional, las empresas proveedoras y la organización OEI que era la encargada de licitar los grandes proyectos de la Región y que contaba con un esquema de trabajo que era imposible de ser investigado por las autoridades.

Pero este personaje no solo era el que se encargaba de sacar los cheques de las licitaciones para cobrar el diezmo sino que estuvo estrechamente vinculado con la empresa constructora ODEBRETCH, el gigante mafioso que ha corrompido a cientos de autoridades en toda la región y cuyos altos funcionarios vienen delatando a quienes se prestaron a los coimas y sobornos para la adjudicación de obras.

Se considera que una de ellas es la carretera Chacas – San Luis de Ancash, una obra que se licitó por 400 millones de soles y que terminó pagándose más de 510 millones de soles, lo que nos da una idea de la dimensión que tuvo ese diezmo y las razones por las cuales Dirsse Valverde no se convirtió solo un personaje más dentro del esquema corrupto de la empresa brasileña, sino que llegó a ser contratado como asesor legal externo de una obra con la finalidad, suponen las autoridades, de maquillar el pago de los sobornos que deberían entregarse a los funcionarios regionales.

Esto lo denunció públicamente la congresista Yeni Vilcatoma de la Cruz, cuando era procuradora nacional anticorrupción y fue despedida por el Gobierno por investigar a ese monstruo llamado Odebretch, cuando se enfrentó al entonces Ministro de Justicia Daniel Figallo y mostró los documentos que demostraban como es que esta empresa brasileña también metió las uñas en Ancash a través del entonces prófugo Dirsse Valverde, algo que el Ministro trató de ocultar.

En el caso de “Manucci”, se trata de un personaje del entorno de los “comandos” cuya función, a decir del Ministerio Público, era cobrar los diezmos y distribuirlos de acuerdo a las indicaciones que le daba su jefe César Álvarez Aguilar, inclusive, durante la última intervención de la que ha sido objeto en la vivienda de la urbanización del 21 de abril, la Policía ha podido incautar un cuaderno de obras y una laptop.

Estas piezas pueden dar muchas luces sobre lo que es materia de la investigación, más aun cuando un cuaderno similar se halló hace algunos años en la sub región pacífico pero no fue explotado debidamente por las autoridades por entonces sometidas al poder del dinero y en donde se podía apreciar nombres de obras, montos y destinatarios, lo que pondría de manifiesto los cobros que se han efectuado.

Lo cierto es que la captura de estos dos personajes representa un avance importante en el proceso penal que se sigue contra más de medio centenar de personas que se vieron involucradas en la red de corrupción, mas aún ahora que existen beneficios procesales a los cuales los investigados pueden acogerse para no hacer tan drástica la condena que a futuro habrá de imponérsele.

No se puede soslayar que la captura de Dirsse Valverde y Jesús Rodríguez Maizen es un avance importante, empero, aun existen otros cuadros que se encuentran en la clandestinidad como Arnulfo Moreno, Pamela Bermúdez o Rosa Alicia Olivares de la Cruz, sin embargo, es factible que pronto estén siendo ubicadas en la medida que el programa de recompensa está siendo efectivo, más aun cuando ahora se confirma que los prófugos no están lejos de casa, por el contrario, se han encerrado en esos inmuebles y solo un error les cuesta su libertad ambulatoria.