Editorial

Editorial: ::: NO ESCARMIENTAN :::

Un grupo de autoridades, entre las que se encontraba la Alcaldesa Provincial, la comisionada de la Defensoría del Pueblo y el Fiscal de Prevención del Delito, se apareció sorpresivamente la semana pasada en el cauce del Río Shisho, en el vecino distrito de Coishco, en el mismo lugar en donde se debió colocar un puente Bailey para recuperar la transitabilidad de la zona en el pasado mes de abril.

Las autoridades retornaron al lugar que fue permanentemente concurrido con ocasión del “Niño Costero” pues fue este dren el que generó los mayores inconvenientes en la etapa de emergencia que nos tocó vivir a los santeños cuando se presentaron las lluvias y desbordes de los ríos a consecuencia del citado fenómeno climatológico.

Y su presencia no obedecía a una nueva obra de urgencia que se requería en el lugar, por el contrario, en esta oportunidad las autoridades llegaron alertadas por que las empresas pesqueras que existen en la zona han tratado de invadir nuevamente el cauce que ha dejado este riachuelo después que descendiera notablemente su nivel tras las lluvias de marzo.

Allí existen hasta dos empresas pesqueras cuyas instalaciones colindan con este afluente, justamente ellas fueron señaladas por los vecinos de Coischo y los agricultores de la zona como los grandes responsables de la tragedia registrada en esa zona cuando el huaico se llevó de encuentro un tramo de la carretera Panamericana y hasta sus propias instalaciones fabriles en el lecho del río.

Ello porque el Shisho, concebido como un dren de riego que se origina en las quebradas del Valle de Santa, con el curso de los años quedó reducido a una pequeña acequia por la cual discurría el agua, las empresas aledañas fueron tomando gran parte de su cauce y no tomaron en cuenta que la naturaleza no resiste las osadías de gente desprejuiciada que quiere sacar provecho y ventaja de su oportunismo y de la criollada representada por la invasión de las franjas que corresponde al lecho de un rio.

Esto no solo se ha visto aquí en Chimbote, también se repite en Lima y en muchas partes del país, por ello es que tras la emergencia las autoridades se comprometieron a impedir que se repitan las desgracias evitando que la gente nuevamente invada la zona por donde, finalmente, mañana o más tarde, discurre el rio cuando se registran las precipitaciones más fuertes en la temporada de verano.

Uno de los que advirtió la grave responsabilidad que pesa sobre las empresas pesqueras fue el entonces Ministro de Transportes y primer vicepresidente de la república Martín Vizcarra, quien anunció que el gobierno no dejará de denunciar a quienes resulten responsables de estas avenidas violentas registradas en Coishco porque para entonces ya se conocía que el huaico en la zona fue precipitado por las invasiones del lecho de este río, al extremo que al crecer el cauce por efecto de las lluvias lo que hizo fue destruir la carretera panamericana norte y generar un serio problema en la zona.

Sin embargo, después de aquel anuncio y cuando muchos considerábamos que por fin el Ejecutivo tomaba el toro por las astas en un problema que se hizo latente en nuestra provincia, el tema no se volvió a tocar, incluso, ningún procurador del estado ha tomado alguna acción respecto a lo que anunció el primer vice presidente que en esos meses lideró las acciones de emergencia ante el fenómeno del Niño Costero.

Aparentemente, esta suerte de desidia de las autoridades ha dado lugar a que nuevamente la astucia y la actuación ladina de ciertos empresarios los llevara a invadir nuevamente la franja del cauce del río Shisho, situación que se ha querido verificar la semana pasada y se ha observado que en efecto han existido modificaciones que los presuntos responsables han tratado de negar en todos los idiomas.

Lo cierto es que esta conducta proclive a aprovecharse de los predios que no tienen propietario y que en realidad le corresponden a la naturaleza no cambiará a pesar de las magras experiencias y de los serios destrozos que se han observado hace solo unos meses en todo el país, a pesar que estas empresas pesqueras se han visto seriamente afectadas por el violento paso de las aguas.

Las empresas pesqueras que se salieron de sus perímetros y que modificaron el cauce del Shisho sufrieron serios daños en su infraestructura, sin embargo, a pesar de ello vuelven a cometer el mismo error de ocupar las franjas que ha dejado el río ahora que su nivel ha descendido a los mismos y escasos volúmenes que tenía antes que se registre el Niño Costero que ha sido un fenómeno sorpresivo que se repite después de muchos años.

Hace bien la alcaldesa, la comisionada de la Defensoría y la Fiscalía de Prevención del delito en anticiparse a las malas maniobras a la que están acostumbrados estos empresarios a los que parece no importarle mucho que en el futuro nuevamente sus predios se vean afectados por una crecida violenta del cauce, lo que pretenden es seguir acumulando más terreno a pesar que para ello tengan que alterar el curso normal del río tal como lo ha establecido la naturaleza.

De la misma manera, la burgomaestre debe recoger el tema de la denuncia penal y las acciones legales que anunciara el ex Ministro de Transportes contra todos aquellos que resultaban responsables de la alteración del curso del Rio Shisho y que dio lugar a un huaico descomunal que terminó arrasando una enorme tramo de la carretera Panamericana Nortes y generando serios inconvenientes en el transporte en general.

Lo cierto es que, al margen de la responsabilidad que se pueda establecer contra aquellos por estas invasiones, lo que se tiene que hacer en este momento es impedir que se registren estas nuevas ocupaciones para salvaguardar la integridad de las personas que finalmente laboran en estas empresas que le quieren ganar terreno a la naturaleza, es evidente que los propietarios de estas instalaciones fabriles no escarmientan, no entienden que no se pueden ocupar esas franjas de terreno porque le corresponde a la naturaleza, que en cualquier momento el río puede volver a tomar el volumen que ya ha presentado y se llevará de encuentro lo que halle a su paso. Es mejor prevenir antes que lamentar y es necesario sancionar a quienes han resultado, a la larga, los grandes responsables de todos estos desvaríos en el vecino distrito de Coishco.