• Propietaria de inmueble mostró como se quemaron sus bienes y se perjudicó el edificio.
• Gladys Julca señaló que hasta la mañana de ayer no llegó un solo apoderado ni para pedir disculpas.
La familia Castillo Julca abrió las puertas de su casa para mostrar a la prensa los daños materiales que sufrió a consecuencia del incendio de un ómnibus de la empresa de transportes interprovincial “Yungay Express” que estuvo estacionado a escasos metros del inmueble.
Gladys Julca mostró la destrucción de su ropero, de equipos de cómputo, ropa, cama, colchón, cuadernos muebles y de todo el humo negro impregnado en las paredes de los ambientes del segundo piso de la vivienda que es de tres plantas.
Contó que lo vivido por su familia fue como una pesadilla y que en su desesperación trataron de rescatar algunos objetos valiosos, sin embargo, las llamas y el humo denso lo impidió obligándolos a salir a la calle antes de ser víctimas de las llamas.
Desde la calle veían como las llamas ingresaban al segundo y tercer piso a través de las ventanas impotentes de poder hacer algo por salvar sus bienes. “Fue terrible, fue terrible. Nos queda solamente lo que llevamos puesto encima” dijo la dueña del inmueble.
No tiene cuantificado el monto de los daños, pero considera que son elevados y que de ello debe hacerse cargo la empresa “Yungay Express” la que hasta el día de ayer no se acercaba su casa. “Hasta el momento no han tenido la delicadeza de acercarse y si siquiera decir lo siento. A través de la prensa le pedimos que se acerque, ellos conocen la casa y no sé qué esperan”, exigió.
Como se sabe el incendio del bus se registró la tarde del domingo en la cuadra once de la avenida José Pardo y habría sido ocasionado aparentemente por un cortocircuito en la unidad, la misma que ha quedado inservible.