Si la memoriza no nos traiciona, el distrito de Samanco no se caracteriza por mantener una actividad descollante y sus ingresos no son tan atractivos como para disputarse la máxima representación de la ciudad, sin embargo, la realidad nos presenta un escenario radicalmente distinto en el que las elecciones se convierten en un frente de batalla y hasta la fecha deben existir cuatro o cinco alcaldes que han terminado tras las rejas.
Decimos ello a propósito de la condena que ha dictado la semana pasada el Poder Judicial en contra del ex alcalde de Samanco, Carlos Meléndez Bismark, a quien el Segundo Juzgado Penal Unipersonal ha condenado a cuatro años y seis meses de cárcel efectiva al hallarlo responsable del delito de colusión en la ejecución de una obra de Pozo Tubular.
Junto a Meléndez Bismark ha sido condenado el empresario José Daniel Ortega Pastor, representante legal del consorcio Orión que estuvo encargado de la ejecución de los trabajos pero que la sacó más barata pues la justicia lo sentenció a tres años de pena privativa suspendida.
Los cargos están relacionados con las graves irregularidades que fueron detectadas en la licitación y en la ejecución de la obra de Pozo tubular para el distrito, la misma que se ejecutó en una zona en la que no solo se utilizó terrenos que son de propiedad de terceros sino en una zona pantanosa con el grave perjuicio que ello significa para los intereses del distrito y los pobladores.
Lo más grave es que en el marco de la investigación se llegó a establecer que el consorcio había hecho uso de cartas fianzas falsas hasta por 244 mil soles, todo ello con la connivencia del alcalde distrital, habiéndose establecido que la sobrevalorización de estos trabajos alcanzan la friolera suma de 363 mil nuevos soles
Obviamente, el alcalde Meléndez no estuvo presente en la diligencia de lectura de sentencia, era consciente que podría ser pasible de una sanción grave en la medida que las diligencias judiciales le resultaron favorables, por ello es que el Juzgado ha dictaminado de inmediato que se dicte su orden de captura.
Y es que antes que Meléndez han sido varios alcaldes los que han seguido el mismo camino como Jaime Casana Escobedo, quien si bien es cierto purga carcelería por el crimen de su antecesor Francisco Ariza Espinoza y el abogado Henry Aldea Correa, también arrastra una sentencia condenatoria por delito contra los deberes funcionales y es la misma que en su debida oportunidad, le impidió prestar juramento para asumir el cargo en enero del año pasado.
De la misma manera ha sido condenada la sucesora de Ariza, la ex regidora Fanny Mallqui Huamán, que se encuentra suspendida en sus funciones por haber sido encarcelada y todo indica que les espera aun algunos meses más, pues el megajuicio que se sigue contra todos los involucrados recién se inicia.
Lo curioso es que llegar a los cargos estelares en Samanco es sumamente complicado, el abanico de candidatos que suele presentarse a la contienda electoral suele atomizar el voto al extremo y elimina fácilmente a los contendientes, los resultados se hacen casi de finales fotográficas, las diferencias son mínimas y por ello la pelea de los votos en mesa se hace casi intestinal.
Basta recordar aquellos años en que los pobladores tomaban los locales de votación o rompían las actas y cedulas de votación obligando a anular los procesos eleccionarios y convocar elecciones complementarias hasta en dos oportunidades, con todas las inconveniencias presupuestales que ello significa y todo porque los políticos ambicionan llegar a como dé lugar a los cargos principales.
De allí que la pregunta que se cae de madura es ¿Qué es lo que tiene un distrito tan pequeño y sin mayores recursos como Samanco que genera no solo la agria disputa por sus cargos públicos sino que muchas de sus autoridades terminan en el Penal, como prófugos de la justicia o sencillamente bajo tierra?
Es evidente que tiene que existir algo que lo hace interesante y atractivo. Esto es algo que se advirtió, por ejemplo en el último crimen del alcalde Francisco Ariza y el abogado Henry Aldea, ultimados cuando retornaban de una diligencia en la Fiscalía de Nepeña y como consecuencia, de acuerdo a las pesquisas, de las pretensiones delincuenciales de un grupo de personas de querer tomar el manejo de los terrenos del balneario de Besique.
La modernización del concurrido Balneario es un proyecto que inició el hoy condenado ex alcalde Carlos Meléndez Bismark, la idea era convertir la paradisíaca playa de Besique en un centro de veranero con inmuebles debidamente edificados con todos sus servicios, centros de hospedaje, restaurantes y viviendas a la usanza de los grandes balnearios del norte del país.
Las playas se prestan para un proyecto de esta envergadura, sin embargo, el proyecto inconcluso llegó a manos del alcalde Francisco Ariza, quien decidió llevar adelante el proyecto a través de la concesión de los predios a una inmobiliaria que se encargaría de llevar adelante todo el trabajo y recuperar su inversión a través de la venta de los predios a quienes muestren interés en adquirirlos.
Esta mecánica de inversión colisionaba con gente que esperaba traficar con los terrenos de Besique, hacer de todas sus áreas libres un lugar propicio para venderlos al mejor postor y con sumas establecidas con montos millonarios que se deberían abonar “por fuera”, es decir, al margen de la caja de ingresos de la Municipalidad a la cual se depositaria solo un valor simbólico.
Es algo similar a lo que hicieron en Tortugas, allí se llenaron los bolsillos de dinero a costa de incrédulos que pensaron que se sacaron la lotería y compraban de manera informal su “casa de playa”, terminando siendo estafados porque finalmente todo ese montaje se vino abajo y ha sido anulado.
Pero a los mafiosos les importa un comino esto último, lo único que necesitan es el pretexto ideal para sacarle dinero a la gente y Besique representaba esa oportunidad, por ello es que Samanco tiene ese extraño destino de autoridades que se pelean por un cargo y terminan en escándalos de corrupción y con sentencias de cárcel efectiva. Esperemos que con estos fallos cese la ambición y que las nuevas autoridades no vean más el Municipio solo como un botín.