Editorial

Editorial: ::: LAMENTABLE DERROTERO :::

El gerente del proyecto especial Chinecas ha dado a conocer la semana pasada una noticia que muchos no deseábamos escuchar porque sentencia el proyecto irrigador a una nueva etapa de prolongada postración, tal como muchos ya lo avizoraban.

El gerente de Chinecas, Edilberto Ñiquen Alarcón, en el marco de un evento que se organizó para hallar mejores alternativas de impulso al proyecto irrigador, reveló que la situación en la que ha encontrado el proyecto es delicada en la medida que no solo se trata de buscar presupuestos sino que no cuenta con los estudios de pre inversión y el expediente técnico con el cual se puede comenzar a buscar el financiamiento a través del gobierno u organismos de cooperación mundial.

Cuando muchos pensábamos que Chinecas ya había llegado, por las buenas o por las malas, en medio de marchas y contramarchas, a la etapa de licitación y que de esta forma pronto sería realidad, en realidad estábamos totalmente equivocados, o mejor dicho estábamos engañados porque no es así.

El gerente de Chinecas ha manifestado que tanto los estudios de pre inversión realizados por la empresa SISA como el expediente técnico, ambos ejecutados en la época del ex presidente regional César Álvarez Aguilar y por los cuales se pagó nada menos que 22 millones de soles, en realidad, no sirven para sustentar el proyecto y lo único que queda es desahabilitarlos y pensar en elaborar otros.

El gerente ha sido franco y sincero al dar a conocer este desenlace que muchos gobernantes lo mantuvieron oculto desde hace años, y, por el contrario, nos venían vendiendo la idea de impulsar el proyecto cuando eso era realmente imposible.

Muchos deben recordar que el perfil técnico se elaboró en medio de un escándalo derivado de la denuncia que se formuló contra el ex presidente regional César Álvarez y su comité de adjudicaciones en la medida que se contrataba a empresas sin experiencia, sin respaldo económico alguno y sin que se tomaran en cuenta advertencias tan elementales como la que hizo por entonces la prensa.

Nos estamos refiriendo al escándalo SISA, la denuncia que se formulara contra esta empresa y los funcionarios del Gobierno Regional por delito de colusión en la medida que se adjudicó la buena pro a una empresa que se embolsicaría nada menos que 5 millones de soles cuando el proyecto irrigador cuenta con estudios ya realizados y por los cuales ha invertido cientos de miles de soles y que bien podrían servir para ser actualizados, sin necesidad de contratar a una empresa.

Sin embargo, la terquedad del otrora Presidente Regional lo llevó a cosechar más denuncias, siempre se sospechó que había “gato encerrado” en el tema del perfil SISA y solo el tiempo se encargó de darnos la razón, peor aun cuando el perfil de marras llegó a la oficina del SNIP en el Ministerio de Economía y lo descartaron de inmediato por carecer de coherencia y sustento financiero.

Este perfil estuvo divagando por mucho tiempo, incluso, fue tema de una investigación en los predios de la Fiscalía y a la fecha se encuentra con juicio oral pendiente de llevarse a cabo para deslindar responsabilidades.

Como se sabe por el perfil SISA se pagó la suma de cinco millones de soles, empero, para los estudios definitivos se ha invertido más de 17 millones de soles, incluso, después de tanto esfuerzo y de haber desviado los pocos recursos con los que cuentan las autoridades para apoyarlo, ahora se ha conocido que también el expediente técnico es defectuoso, no alcanza a persuadir a los técnicos sobre la necesidad de sincerar las cuentas y de invertir tanto dinero para poder recuperarse solo un mínimo porcentaje.

Esto es lo que no deja de llamar la atención en la medida que el expediente técnico se adecuó a los requerimientos de los funcionarios del Ministerio de Economía, desde la época del segundo gobierno de Alan García, cuando decidieron “darle una mano” al gobierno regional de Ancash y sacarlo del entrampamiento en el que se hallaba al no poder formular el expediente de acuerdo a los lineamientos que le permitan hacerlo viable en ese momento.

Fue entonces que se hicieron varios recortes al proyecto consensuado y fue cuando los agricultores vieron con malos ojos que se haya considerado la bocatoma aguas abajo, es decir, después de la cota en la que se encuentra la de Chinecas por ello esgrimieron las banderas de la Bocatoma Única, lo cual hasta la fecha ni siquiera ha sido tomado en cuenta.

Cuando se pensaba que ese perfil recortado y sobre cuya base se elaboró el expediente técnico, sería el que definitivamente tendría que ejecutarse a efectos de no seguir perdiendo el tiempo y con el objetivo de impulsar la agricultura como palanca económica de desarrollo en la provincia del Santa, ahora el gerente de Chinecas anuncia que todo ese trabajo fue inútil, que los indicadores técnicos son negativos, que están en rojo y eso lo convierte en inviable.

Esto solo quiere decir que se han gastado 22 millones de soles por las puras, ahora se tendrá que trabajar para encontrar el fundamento técnico suficiente para deshabilitarlo y anularlo porque de lo contrario se cierne una denuncia penal sobre ellos en la medida que se ha utilizado dinero del estado.

No cabe duda que volvemos al mismo punto de hace años, es decir, desde la partida misma, aquella que nos presenta un proyecto que cuenta con un ambicioso efluente, que tiene garantizado millones cúbicos de agua pero que no se puede ejecutar porque no existe capacidad técnica para poder ensamblar estudios de pre inversión que permitan hallar la viabilidad del proyecto.

No solo se han enviado millones de soles al tacho, se ha perdido muchos y valiosos años que difícilmente podrán recuperarse, esto es quizás lo más doloroso porque otros proyectos, como nuestros vecinos de Chavimochic nos han sacado una envidiable ventaja, ya se vienen expandiendo y logrando facturar millones de soles en producción agrícola, a diferencia de lo que nos sucede en Ancash en donde hasta la fecha no se puede plantear un proyecto viable y accesible a la capacidad de inversión del estado. Este es el lamentable derrotero de un proyecto que hasta la fecha, después de más de 40 años de fundación, sigue siendo solo una caja chica para los gobernantes de turno.