• Obispo de la ciudad oficio misa de cuerpo presente en Iglesia matriz San Carlos Borromeo.
• Sacerdotes de la Diócesis y pupilos del fallecido participaron en exequias.
El dolor y la resignación del clero local se percibían a leguas. El obispo de la ciudad, Monseñor Ángel Francisco Simón Piorno encabezó a un ejército de sacerdotes que despidieron ayer al padre Roberto Olórtegui Ramírez, quien falleció la madrugada del último jueves en nuestra ciudad.
Junto al pastor de Chimbote estuvieron todos los sacerdotes de la Diócesis de Chimbote y los sacerdotes de Trujillo que fueron pupilos del fallecido cuando se desempeñó como rector del seminario San Carlos y San Marcelo de esa ciudad por espacio de 14 largos años.
A ellos se sumaron cientos de fieles llegados de las diferentes parroquias en las cuales estuvo destacado el padre Roberto a lo largo de su larga trayectoria de servicio en la Iglesia, todos los cuales dieron un sentido adiós al querido presbítero y colmaron la iglesia matriz San calos Borromeo.
Justamente, fue el Obispo Simón Piorno el encargado de despedir los restos del fallecido sacerdote en una remembranza en la que destacó las calidades personales del padre Roberto, su sapiencia y capacidad para enfrentar las cosas, su carácter apacible, sincero y emprendedor, un hombre al que jamás se le pudo conocer la tristeza y la congoja porque siempre se presentaba con una sonrisa en el rostro, superando inclusive los problemas personales cuando la enfermedad ya lo invadía.
“Recuerdo mucho cuando llegué esta ciudad y encontré al Padre Roberto como un sacerdote ya cuajado, de una larga trayectoria en la Iglesia, pero con una humildad tal que fue capaz de ponerme al tanto de todo lo que acontecía en este Pueblo. Era una persona que jamás decía no, que siempre está presto para quien lo necesitaba, incluso, sin fijarse en horarios o descanso, estaba siempre al servicio de quien lo llamaba”, señaló el Obispo poco antes de lanzar el agua bendita sobre el féretro blanco que contenía los restos del querido y apreciado sacerdote.
Terminado el oficio religioso, los sacerdotes de la Diócesis local cargaron el féretro y junto a familiares, amigos y fieles lo cargaron por todo el perímetro de la plaza de armas antes de embarcarlo hacia el Cementerio “Divino Maestro” en donde fue sepultado en una tumba,
Fue en el camposanto en donde los familiares y los fieles dieron testimonio del enorme cariño que sentían por quien fue el guía en sus parroquias, sentidas palabras que describían una labor sincera y fructífera para la comunidad religiosa que, ciertamente, no lo olvidará jamás.
Como se sabe el padre Roberto falleció la madrugada del último jueves víctima de las complicaciones de la Diabetes que padecía. Fue párroco comunidades religiosas de Santa Rosa, Casma, Virgen de la Puerta, María Estrella del Mar, San Martín de Porres, Santa Teresa de Ávila, Cristo Rey, San José Obrero. El próximo 05 de diciembre cumpliría 52 años de servicio sacerdotal y dos días después, el 07 de diciembre habría cumplido 82 años de edad. Ayer fue despedido entre aplausos de sus fieles.