El Séptimo Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de la Corte del Santa acaba de enviar nueves meses al Penal de Cambio Puente a Víctor Manuel Araya Fidel, sujeto que está denunciado por el Ministerio Público por actos contra el pudor de menores en la modalidad de proposiciones sexuales a niños, niñas y adolescentes.
Este sujeto es el depravado que fue sorprendido “in fraganti” por la Policía cuando pretendía ultrajar a un menor de 12 años al cual había llevado con engaños y promesas de dinero, hasta su habitación que alquilaba en un inmueble de la urbanización Los Cipreces, en el distrito de Nuevo Chimbote.
Cuatro días después de ser detenido, el Poder judicial ha determinado su encarcelamiento luego de analizar los medios probatorios que no solo se remiten a la denuncia formulada por los padres del menor agraviado, sino por una serie de hallazgos realizados por los agentes policiales y por el Fiscal de turno en la habitación del pervertido y que permitirán afianzar los cargos delictivos.
Muchos deben recordar que estos hechos se registran luego de un seguimiento realizado por efectivos de las comisaría del 21 de abril, luego de haber recibido la denuncia de una madre de familia por acoso sexual en agravio de su hijo, quien señalarba que venía siendo asediado por un sujeto que lo había contactado a través de las redes sociales.
Justamente, ese día el menor había salido de su domicilio y la Policía decidió hacerle un seguimiento, pues había llegado hasta la Plaza 28 de Julio, hoy conocida como Plaza Grau, en donde había sido citado por el individuo,
En el lugar la Policía decidió realizar un seguimiento a efectos de sorprender al maleante y por ello llegaron hasta un inmueble de la urbanización Los Cipreces en donde allanó la vivienda y encontró al sujeto en flagrante delito rescatando al menor que fue entregado a sus progenitores.
En la habitación, que es un cuarto alquilado, se verificó la existencia de una gran cantidad de preservativos, películas pornográficas y lubricantes, evidencias suficientes que demuestran que este sujeto era un pedófilo y que había llevado al niño hasta ese lugar con la finalidad de violarlo.
Por ello es que se ha incautado su equipo celular y una lap top en donde se sospecha que existe información valiosa para poder establecer las actividades delincuenciales de este sujeto y la posibilidad que mantenga contacto con otros degenerados y que forme parte de una red de pedofilia en el país.
Este trabajo está pendiente, la Policía de alta tecnología deberá conseguir descifrar las claves de la computadora y extraer la información a efectos de seguir la huella de una actividad delincuencial que, lamentablemente, se ha extendido de manera preocupante, ha ganado muchos adeptos y encuentra en la tecnología las herramientas ideales para tender sus redes y desgraciar la vida de niños, niñas y adolescentes.
Ello porque estos enfermos sexuales consiguen persuadir fácilmente a sus víctimas, con un poco de dinero los inducen a acceder a sus requerimientos, los llevan al cine, le pagan sus gustos, le ofrecen ropa y dinero, por lo que en este afán terminan llevándolos a su vivienda o un hotel y los violan, luego los amenazan para que no digan nada a sus padres.
De allí que la Policía y el Ministerio Público están convencidos que el caso de Víctor Manuel Araya Fidel no es aislado, tiene la plena seguridad que este sujeto actúa como parte de una organización que se dedica a reclutar niños, que explota a mujeres y que se lucra con acciones repulsivas que atentan con el honor y la dignidad sexual de los menores de edad.
Así de claro ha sido el Fiscal Provincial José Antonio Sánchez Rodríguez, magistrado que ha sustentado el pedido de prisión contra este degenerado, quien advierte la facilidad con la que esta gente puede captar a los niños y la vulnerabilidad de nuestro sistema para poder impedirlo o evitarlo, para ubicarlos antes que puedan atentar contra los menores.
Ello es porque el Facebbok no solo es una valiosa herramientas que ha revolucionado la comunicación sino que es utilizado de manera delincuencial por esta gente para poder captar a los niños y niñas que no han cultivado los valores suficientes en el hogar como para rechazar las proposiciones deshonestas de estos desviados sexuales.
Y es el que “caso Araya” es uno más de los muchos que hemos podido identificar como aquellos en los que las redes sociales se han convertido en los mecanismos ideales para esta clase de delincuentes sexuales, es el medio perfecto para la captación de las víctimas y no se encuentra hasta el momento la manera de poder impedirlo, razón por la cual el magistrado ha advertido que hasta el momento la única protección que tienen estos menos está en manos de sus progenitores.
La responsabilidad de los padres de controlar las actividades de sus hijos es clave, no solo para conocer quiénes son sus amistades, que hacen en sus tiempos libres y con quienes se contactan en las redes sociales, pues se sabe que es allí en donde se comienzan a cultivar los malos hábitos, en donde se comienzan a desviar los moldes de la conducta y el comportamiento debido que se le enseña en el hogar, en donde las prebendas ganan espacio y alejan a los niños de su entorno hogareño.
Y esto es cierto, hay cientos de casos que se ha registrado antes de la captura de Víctor Araya y esto quiere decir que esta gente enferma no se detiene ante nada, las ordenes de prisión que se disponen contra aquellos que han caído en manos de las autoridades no los escarmienta, no los persuade para no volver a cometer el mismo delito, entonces, es evidente que la única posibilidad que tienen estos menores de no caer en manos de estos maleantes es por acción de los padres.
En el último caso fue la madre del menor quien denunció a la Policía que su hijo era acosado por un delincuente sexual y no se equivocó, esta actitud decidida impidió que su vástago fuera ultrajado, de allí que esta es la forma como deben actuar los padres, es una responsabilidad paternal que no debe descuidar el rumbo de sus hijos menores y adolescentes, hay que ser conscientes que en estos tiempos somos los protagonistas del destino y el futuro de nuestros hijos.