Lo dice en vídeo revelador:
Jordi Pérez Vásquez ratificó en la comisaría de Buenos Aires la denuncia pública contra vigilantes de la discoteca Katana que lo agredieron y reveló que también fue agredido por vigilantes de Eisha, otro local nocturno que funciona a un costado del primero mencionado.
Ayer el joven llegó a la comisaría caminando en muletas acompañado de su abuela, de su hermana y de una tía todas los cuales revelaron a nuestro medio además acciones vedadas con la moral y la ley practicadas por la dueña del Katana con la intención de desistirse de la denuncia y por el contrario culpar a otros.
El agraviado nos refirió que acudió con dos amigos a la discoteca Katana a celebrar la aprobación de su tesis de sus estudios de la carrera de Terapia y Rehabilitación luego de cinco años de estudios en la Universidad San Pedro.
Dijo que bebía y se divertía de manera normal con sus amigos y que no recuerda más debido a problemas en su memoria desde aquel lunes por la madrugada en que fue agredido.
Fue su hermana Estefany quien contó que a su hermano lo agredieron de puñete y patadas los vigilantes de la discoteca en mención en la puerta del establecimiento. Agregó que el personal de seguridad de Eisha también lo agredieron de la misma manera tras haberlo sacado a la calle del local al que ingresó con sus amigos.
CULPAR A OTROS
“Eso lo sé porque he visto el vídeo de la grabación del Katana que me enseñó la misma dueña” añadió la entrevistada precisando que la propietaria del local nocturno la pudo ubicar por llamada de teléfono desconociendo como supo su número de celular.
“La mujer que dijo ser la dueña también fue a la casa de mi abuela que es donde vive mi hermano y le reclamó a ella por la denuncia en el periódico que hizo mi hermano y le exigió que le diga que se retracte sino lo iba a hundir profesionalmente porque dijo que tiene plata e influencias” prosiguió.