Editorial

RECONSTRUCCIÓN SIN CAMBIOS

La presencia del Director Ejecutivo Nacional de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, Edgar Quispe Remón, ha servido para disipar muchas dudas y preocupaciones entre las autoridades y la sociedad civil de la provincia del Santa, habida cuenta que las inversiones que se espera de este organismo caminan realmente a paso de tortuga.

El solo hecho que los trabajos de descolmatación en el lecho del río lacramarca no se hayan iniciado el pasado Lunes 27 como una semana antes lo habían ofrecido los altos ejecutivos de este organismo, regó el escenario político local de muchas dudas, más aun cuando la fecha fue indicada por ellos mismos y no fue sacada a la fuerza por ninguna autoridad.

Sin embargo, llegado el día les comunicaron que recién el martes estaban abriendo los sobres del concurso de selección de la empresa que se encargará de los trabajos, lo que indicaba que realmente los responsables no tenían preparado nada y solo estaban calculando fechas lejos de garantizar una en la que efectivamente se podría ver algún avance.

Lo cierto es que el máximo representante de esta Reconstrucción con Cambios ha señalado que el tema de la descolmatación del Rio Lacramarca ya está definido y es solo cuestión de formas y tramitaciones que deben necesariamente de salvarse, de tal suerte que a estas alturas es posible que los trabajos ya se hayan iniciado.

Pero además de ello, el funcionario llegó a nuestra ciudad con un anuncio bajo el brazo, el mismo que estaba relacionado con la aprobación, a nivel de su directorio, de las obras de descolmatación en los ríos de Nepeña, Santa y Cascajal, entendiéndose este último al Río Shisho que fue el que ocasionó mayores emergencias en el último fenómeno del Niño Costero.

Estas obras no fueron extrañamente consideradas en el plan de obras elaborado por este organismo cuando estaba al frente Pablo de Flor, inclusive, a pesar que antes de ser aprobado se presentó a las aurtoreidades locales y se pidió que hicieran las observaciones para adoptar los correctivos, cosa que se hizo pero, igualmente, no se consideraron estas obras a pesar de la importancia que tienen habida cuenta que la emergencia llegará el año próximo por el cauce de los ríos.

Este anuncio ha calmado los ánimos un tanto alterados de las autoridades que seguían verificando que el accionar de la reconstrucción es muy lento al extremo que han transcurrido nueve meses y hasta la fecha no se ha observado trabajo alguno que se haga con el presupuesto entregado por el gobierno a este organismo, con el agravante que en la medida que pasan los meses se acercan las temporadas de lluvias en las partes altas de la región y la amenaza de los desbordes se hace latente si es que no se realizan los trabajos de descolmatación.

Esta ha sido la preocupación de autoridades como la alcaldesa provincial Victoria Espinoza y de los representantes de la sociedad civil que han llegado a tocar las puertas de los Ministerios en la capital de la república para reclamar por obras que protejan a la población civil de los desastres ya registrados este año en nuestra provincia.

Lo curioso de todo este es que tras las desgracias observadas en diversos puntos del país, luego que el Gobierno hiciera desplazar a todos sus ministros por las principales ciudades y provincias afectadas, se anunció que en la reconstrucción y rehabilitación de todos los daños no se cometerían los mismos errores del pasado y pusieron como ejemplo lo que ocurrió en la ciudad de Pisco tras el terremoto y tsunami registrado en pueblos de esa jurisdicción.

De allí que el presidente de la república, contagiado de una absurda mentalidad acusadora a sus antecesores sin advertir las serias falencias de su propio Gobierno, se adelantó en calificar esta etapa de recuperación como una “Reconstrucción con Cambios”, haciendo alusión a los malos manejos registrados en antaño y una supuesta eficiencia por parte de los representantes de su gobierno, como queriendo decir que los anteriores fueron corruptos y mentirosos y ellos no.

Sin embargo, no ha debido pasar mucho tiempo para que el Jefe de Estado reciba un portazo en la cara y entienda que nada ha cambiado en el país, que estos organismos que dependen siempre del estado están contagiados del germen de la burocracia y como tales están sujetos a procedimientos paquidérmicos que todo lo traban y todo lo dilatan, tanto así que la propia licitación para seleccionar a la empresa que debería ejecutar los trabajos de descolmatación en el rio lacramarca, fue anulada y debió volver a convocarse con toda la demora que ello implica..

Se sabe y se conoce que por naturaleza propia los meses de verano son intensos en las precipitaciones en las partes altas de nuestra región, salvo que el Niño Costero haya alterado los cambios climáticos, como se percibe en estos días, lo que quiere decir, que existe el inminente riesgo que nuevamente las emergencias nos sorprendan nuevamente.

De allí la importancia de la visita del director de la autoridad de Reconstrucción con Cambios que no es un funcionario de escritorio, por el contrario, se ha ensuciado los zaparos y ha recorrido con las autoridades locales los puntos principales de los cauces en donde se requiere la inmediata intervención de la maquinaria pesada y ha observado que los cauces está totalmente colmatados y ello es un inminente riesgo ante la temporada de lluvias.

Por lo menos se empezará los trabajos de descolmatación que era lo que más estaba preocupando, ahora habrá que esperar que el cronograma de obras que se publicará a fines de mes incorpore todas las obras que resulten necesarias tras los desastres registrados en marzo pasado. Aún estamos en una Reconstrucción sin cambios, una labor que parece ser un calco de lo que ocurrió hace muchos años atrás, aunque confiamos en que los nuevos funcionarios cambien esa imagen y demuestren que ahora si se emprenderá un manejo eficiente de los recursos.