Editorial

PELIGROSO DESCONTROL

Desde hace ya varios meses los chimbotanos deben haber advertido la invasión de conservas de pescado que se ofrecen en mercados y hasta en las calles a precios promocionales, se ofrecen a cuatro latas por solo 10 soles, lo que distaba mucho de los precios que irregularmente se observan en los productos de reconocidas marcas que superan fácilmente los cuatro soles la unidad.

La sorpresa de la oferta llevó a muchos a iniciar un consumo preferente de estos productos y preparar platillos en base a este importante alimento pues son elaboradas con pescado azul que es uno de los alimentos de mayor concentración proteica de nuestra cocina.

Sin embargo, lo que nadie reparaba es en el origen de estas conservas, lo que menos se advertía entre los consumidores es la etiqueta que mencionaba que se trataba de productos elaborados en China, contaba con patentes de empresas de ese lejano país que, de pronto, invadieron nuestros mercados y se impusieron a nuestras tradicionales conservas elaboradas en las fábricas de nuestro puerto.

Lamentablemente a muchos no llamó la atención que en un puerto pesquero en donde se destaca la actividad industrial y de consumo humano, puedan llegar empresas extranjeras a enseñarnos como producir conservas más baratas y accesibles a los bolsillos de las mesas populares, aun cuando se sabe que ello siempre obedece a la falta de una adecuada política proteccionista por parte del gobierno que no impone las barreras necesarias a quienes importan productos de otros países.

Lo cierto es que las conservas chinas estaban allí y cada día ganaron más terreno, hasta que hace uno o dos meses atrás en el programa gubernamental de “Qali Warma” se detectó que estas conservas de origen Chino que ofertaba un comercializador y que había ingresado a sus almacenes para cubrir los alimentos de este programa social, se encontraban contaminadas nada menos que con parásitos que generan perjuicios como alergias a los consumidores.

El programa “Qali Warma” es un organismo absolutamente formal, que debe adquirir productos cuya calidad y refuerzo proteico debe verificar previamente a una compra. Por ello es que en Piura se detectó un primer lote de estas conservas procedentes de China que tenían parásitos, por lo que dio la alerta a Sanipes.

Esto ya es de dominio público, la autoridad sanitaria del sector pesquero dispuso la prohibición de la venta de cualquier conserva elaborada en China pues un segundo lote  importado por otra empresa encontró los mismos parásitos, por lo que la ingesta de esta clase de conservas se ha convertido en un serio peligro.

Ocurre que cuando llegaron estas conservas se vendían a precios promocionales muchos pensaron que era el mismo efecto comercial de otros productos como juguetes, herramientas, etc, que en  la manifactura China resultan siendo una ganga porque sus costos de producción son mínimos, empero, cuando se habla de alimentos la cosa cambia radicalmente y está de por medio la salud de las personas.

La verdad es que no llegamos a entender cómo es que siempre se ningunea los productos de manufactura nacional, cierto es que los costos de producción los encarecen y los colocan lejos de la mesa popular, empero, hasta en los alimentos está demostrado que se cumple aquella máxima que dice “lo barato sale caro”.

Lo más grave es que a estos hallazgos de una producción extranjera que increíblemente llegó a hacer competencia a los productos peruanos, ahora se suma la grave revelación formulada por las autoridades de salud de nuestra ciudad que en un operativo realizado en el mercado La Perla, uno de los más concurridos de la ciudad, se han hallado conservas de pescado que carecen de registro sanitario.

Esto es tanto o más grave que lo anterior por que se trata de un producto cuya procedencia se desconoce, que se ha elaborado en condiciones desconocidas y que puede tratarse de un alimento nocivo para la salud de las personas.

El registro sanitario es la partida de nacimiento de un producto, es el certificado de calidad, por lo tanto, al no tenerlo lo convierte en un producto “marca chancho” y que no debería estar exhibiéndose en los puestos de venta.

Lamentablemente, todo esto es consecuencia de un peligroso descontrol en la comercialización de productos pesqueros, las autoridades dejaron este sector a expensas de los arrebatos de los productores y he allí las consecuencias. Esperemos que las medidas dictadas por el gobierno y la reacción inmediata de los organismos de salud recobren la normalidad en este rubro y desaparezcan los productos bambas.

BENEFICIO DESDICHADO

Efectivos policiales que por años persiguieron a un sujeto dedicado a la venta de droga y promotor de la destrucción de muchas vidas jóvenes caídas en el vicio como consecuencia de su actividad delincuencial, se sorprendieron al verlo en la calle cuando se suponía que estaba purgando carcelería porque consiguieron capturarlo con las manos en la masa.

Pronto tomarían conocimiento que el sujeto había traspasado las puertas del penal en mérito de una resolución judicial que atendió un acuerdo al que arribó un fiscal provincial con el narcotraficantes para que se le reduzca la pena por acogerse a la conclusión anticipada.

Así como lo lee, hubo un acuerdo entre un Fiscal y un investigado por tráfico de drogas para permitir que el sujeto siga en las calles, algo que no solo resulta inaudito por la gravedad del delito sino porque la justifica tenia a la mano todas las pruebas para condenar a Carlos Odar López Morales (a) “Cojo Calín” lejos de adjudicarle un beneficio que realmente no le corresponde.

No sabemos que pruebas pudo haber proporcionado “Cojo Calín” para que se detenga a otras personas, cual ha sido el grado de colaboración con las autoridades, entendemos que lo único que ha hecho es admitir su culpa, la cual ya estaba demostrada con el solo hecho de haber sido detenido con droga entre sus prendas. No sabemos si la procuraduría ha alcanzado apelar esta decisión, pero consideramos imprescindible que ella fuera revisada en una instancia superior a efectos de no quedarse con la sensación que estamos ante un beneficio desdichado.