CHOFERES
El accidente registrado en la panamericana norte, frente al A.H. Las Palmas, el último domingo, en donde un ómnibus de la empresa TRC volcó de manera aparatosa, pudo tener consecuencias gravísimas por la forma como se despistó y la maniobra abrupta que se vio precisado a realizar el chofer. Afortunadamente no hubo muertos pero sí muchos heridos, entre ellos el mismo chofer del ómnibus, quien inicialmente dio la versión a los efectivos que intervinieron que el accidente fue provocado por el chofer de un auto rojo que aparentemente habría estado ebrio, quien invadió su carril y por ello desvió su rumbo y se salió de la pista. Obviamente, la Policía está investigando el hecho pero uno de los custodios que estaba tomando medidas y haciendo el informe técnico en el lugar no creía mucho en esta versión, no solo porque los autos rojos son correctamente conducidos, sino porque no existiría tal vehículo. La experiencia de los custodios los lleva a plantearse la hipótesis de la excesiva velocidad y la falta de distancia del chofer del ómnibus, pues generalmente cuando un chofer tiene a su cargo la vida de 40 personas no las puede sacrificar por la vida de un ebrio que invade su carril, deja que el choque termine con aquel y elimine la posibilidad de generar percances graves en sus pasajeros. De la misma manera, de primera intención han descartado “el pestañeo” que es una de la causas habituales en estos accidentes, ello porque el chofer había emprendido viaje en Chimbote lo que quiere decir que estaba descansado. De allí que la probabilidad es que el bus se desplazaba a excesiva velocidad y se encontró con otro vehículo de las mismas dimensiones, podría ser un trailer, que disminuyó la velocidad y no guardaba la distancia que legalmente deben mantener, de tal suerte que al no poder hacer nada para evitar la colisión habría virado para impedir un choque atroz por alcance y confió que el despiste deje consecuencias menos graves como ha ocurrido. Esta es solo una hipótesis de trabajo, al final la Comisaría dará a conocer sus conclusiones y ojalá que ellas trasciendan al público.
CHOFERES II
Otro accidente que tuvo como protagonistas a la negligencia de los choferes y que pudo tener consecuencias nefastas es el que se registró en la esquina de Anchoveta y Argentina, en donde las bolsas de aire de las dos unidades modernas evitó una tragedia. Si bien es cierto que el semáforo se encuentra malogrado desde hace algunos días, son los choferes quienes deben extremar la prudencia en una intersección como esta que hasta con semáforo encendido genera fuertes choques. La colisión del último domingo ha sido violentísima y las autoridades se encargarán de deslindar responsabilidades, partiendo por el hecho de la preferencia de paso en esta intersección. Los choferes deben ver las imágenes de este accidente para que tengan mayor cuidado en esta peligrosa esquina.
PROFUGOS
El último fin de semana ha sido detenido en nuestra ciudad otro de los miembros de la denominada red de corrupción de Ancash, un ex funcionario regional que se encontraba como prófugo de la justicia, rehuyendo una condena de siete años de pena privativa de la libertad que se le impuso por irregularidades en la ejecución de la obra “Mejoramiento del Canal de Riego Wecrococha – Pochgoj – Lucma – Llumpa – Mariscal Luzuriaga – Ancash”. Se trata de Carlos Oswaldo Huerta Gutiérrez, quien estaba incluido en el Programa de Recompensas y fue gracias a la información proporcionada por un colaborador que ha sido aprehendido después de varios años de hallarse escondido. Carlos Huerta junto a otras personas participó en la realización de valorizaciones mensuales de la citada obra, los cuales no se ajustaban al avance verdadero, sin embargo, se prestó a los manejos dolosos y tramitó los pagos al consorcio contratista. Este sujeto ha sido detenido el último 13 de enero en el cruce de las avenidas Universitaria y Brasil, en el distrito de Nuevo Chimbote, cuando este estaba a bordo de una camioneta marca Hyundai color negro. La situación de Huerta es la misma de muchos otros “comandos” que aún pueden mantenerse en la clandestinidad, empero, esa condición no es eterna, en algún momento serán delatados o serán descubiertos y capturados. Esta es la suerte de aquellos que pensaron que podrían hacer fortuna de manera delincuencial y que nada les sucedería, ahora deberán gastar en abogados y juicios todo lo que se llevaron, incluso, cuando los condenan les exigen resarcimientos que deberán de cumplir, por ello antes de meter la mano deben pensarlo dos veces.