JUNTOS
Anteayer sábado, con ocasión del conclave organizado por la Autoridad Ejecutiva para la reconstrucción con Cambios para presentar su plan de inversiones, se pudo ver juntos al Alcalde de Nuevo Chimbote, Valentín Fernández Bazán, la alcaldesa provincial Victoria Espinoza García y el gobernador Regional Luis Gamarra Alor. Se decía que entre ellos había un divorcio político declarado y no es para menos. En las últimas semanas el alcalde sureño ha venido reclamando por las dilaciones en la aprobación de los proyectos que benefician a Nuevo Chimbote y no tuvo reparos en sindicar a su homóloga de la provincia del santa y hasta al propio Gobernador como responsables de ello pues la entidad que debería habilitar los proyectos de saneamiento es Sedachimbote y esta empresa es dirigida por la alcaldesa mientras que el gobernador es de la misma línea política. Las respuesta de la burgomaestre no se hizo esperar y las puyas entre ellos los habían alejado de las buenas relaciones que habían puesto de manifiesto meses antes cuando llegaron a bailar juntos en el último corso de aniversario de Nuevo Chimbote. Lo cierto es que las diferencias políticas son siempre manejables, empero, en esta oportunidad estaban ante la presentación de un plan de inversiones que en caso no se observe en este momento quedará como definitivo y después no habrá lugar a reclamos. Claro que en las respuestas que le dieron al Director Ejecutivo de la Autoridad para la reconstrucción, Edgar Quispe Remón, la alcaldesa fie mucho más diplomática y saludó el grado de coordinación que se hace con los alcaldes aun cuando reconoció la falta de celeridad, mientras que el alcalde de Nuevo Chimbote fue mucho más radical desmereciendo la relación de proyectos aprobados y cuestionando el hecho que a un año de los desastres no se haya hecho nada significativo. En realidad, si es que se quiere conseguir objetivos en este tema de la reconstrucción las autoridades deben actuar con unidad, si lo hacen por su cuenta y si anteponen los celos políticos y electoreros, entonces las cosas irán muy mal.
VARADO
La mañana del último sábado concluyó el martirio para las familias de los dos jóvenes que perecieron ahogados cuando ingresaron al mar en la playa Atahualpa. Ello porque apareció el segundo cadáver cuando flotaba en las playas de Besique y tras recuperarlo le pudieron dar cristiana sepultura a ambos. En realidad este caso no solo ha resultado extraño por la forma como desaparecieron los dos muchachos, sin dejar rastro alguno a pesar que habían concurrido a la Playa Atahualpa acompañados de otros dos amigos, sino porque la recuperación de sus cuerpos ha superado la tradicional manera como el mar devuelve a todos aquellos a los cuales se traga con sus traidoras corrientes submarinas. En efecto, quienes han vivido en las playas y conocen como terminan estas tragedias con bañistas ahogados nos decían que el mar suele devolver los cuerpos siempre en el mismo lugar y después de un período no mayor de 8 días, después que se hinchan los pulmones y los cuerpos salen a flote para que los arrastre la corriente. En este caso un cuerpo ha aparecido a los 10 días y el otro a los 12 días, uno de ellos en la misma zona de Atahualpa y el otro en Besique a muchos kilómetros de distancia, además que se pudo advertir la particularidad que ninguno de los dos estaba hinchado. Esta vez las aguas del mar no hicieron el mismo trabajo.
VARA
El último fin de semana la Municipalidad Provincial del Santa anunció la clausura temporal, de un Video Pub que generaba ruidos molestos y afectaba a los vecinos, pues no tomaron las precauciones relacionadas con el silencio acústico que se exige a los establecimientos nocturnos que se dedican a este giro. Lo que no se entiende es como no se mide con la misma vara a otros locales en Nuevo Chimbote, por ejemplo, los vecinos de la avenida Anchoveta se cansaron de realizar plantones e iniciar procesos administrativos contra los locales que funcionan al frente de la llamada Plaza de la Cultura, a pocos metros de la avenida Pacífico, y nunca son sancionados, inclusive, a pesar que violan otras normas como la prohibición de funcionar a menos de 100 metros de un centro educativo. Esperemos que ahora que se ha cerrado un local por bullanguero hagan lo mismo con los demás.