Editorial

BOCADITO AMARGO

Los abogados de Chimbote esperaban hace un par de años cambiar radicalmente la imagen de su institución luego que sus anteriores autoridades empañaron el nombre de su gremio y lo envolvieron en escándalos de presuntos malos manejos, al extremo que se vieron empujados a tener que autorizar a nivel de una asamblea general a que los denuncien penalmente a efectos de deslindar responsabilidades en una vía judicial.

Cierto es que cuando se llega a este punto es porque existen evidencias de acciones ilegales que deben ser materia de una investigación de tipo judicial, más aun cuando los abogados autorizaron previamente que se realice una auditoría a las gestiones de los dos antecesores, hablamos de los ex decanos Richard Villavicencio Saldaña y Sabino Ponce Roso, la misma que arrojó esas evidencias que los motivaron a formalizar cargos delictivos.

Esto ocurrió en la gestión del ex decano Mirko Alva Galarreta, quien promovió estas decisiones de la asamblea bajo una política de “no al borrón y cuenta nueva” que esgrimió luego que se conocieran no solo de transferencias de dinero que no se hallaban por ningún lado, sino de balances que no encajaban y en los cuales había la imperiosa necesidad de justificar gastos que no se dieron.

Esto llegó al extremo de encontrarse con una Junta Directiva informal, el ex Decano no podía inscribir su Junta Directiva porque los anteriores ni siquiera se preocuparon en regularizar las anotaciones de los respectivos títulos en la Oficina de Registros Públicos, lo que resta autoridad a cualquier representante legal de una persona jurídica al carecer de la debida formalidad.

Inclusive, se debieron realizar elecciones simuladas con la finalidad de poder cumplir el requisito legal, algo que jamás se había visto antes en Chimbote y que nadie pensaba que podría ocurrir en un gremio de abogados, es decir, en letrados que se supone conocen la ley y no podían caer en esta informalidad.

Lo cierto es que la nueva transferencia de cargos en el gremio de abogados no parece ser la esperada por los letrados, se pensaba que ya esos manejos dudosos y especuladores que los llevaron a los predios del Ministerio Público eran cosa del pasado, empero, todo indica que tendrán que volver a discutir temas similares y emplazar a quienes se encargaron del manejo económico también en la última gestión.

Esto se colige luego de la decisión de la última asamblea realizada por el gremio de abogados a propósito de la revisión de Balance económico que ha dejado el ex Decano Mirko Alva Galarreta el mismo que ha sido rechazado por la mayoría y ha dado lugar a que una comisi0in revisora se encargue de auscultarlo de manera exhaustiva porque existe algunos puntos que dejan demasiadas incertidumbres entre los hombres de derecho.

Una de ellas es, por ejemplo, el aspecto relacionado a la compra de bocaditos por parte del gremio profesional, algo que ha llamado poderosamente la atención a los afiliados en la medida que se ha considerado un gasto de 45 mil soles el primer año y 40 mil soles el segundo año, en otras palabras, se ha dispuesto casi 100 mil soles en la compra de provisiones que se utilizan para atender recepciones, lo cual es casi un absurdo.

El ex decano ha justificado este gasto señalando que el gremio debe atender mensualmente recepciones a los nuevos afiliados que se colegian, así como para los eventos académicos que se han organizado en los últimos años, lo que comprende no solo la compra de empanadas y gaseosas para los asistentes y las atenciones a los ponentes.

Eso nadie lo critica, son gastos que cualquier institución debe realizar, lo que extraña y genera serias dudas es el monto que se dice haber utilizado en este rubro, en realidad no solo suena a una cifra sobredimensionada sino que no resiste al menor análisis de la gestión que se ha administrado si se tiene en cuenta que a diferencia de estas adquisiciones suntuosas se ha destinado apenas 5 mil soles al FOBSA, que es el fondo mortuorio de los afiliados.

El ex decano ha preferido llenar el estómago antes que aliviar el dolor de los deudos de los abogados fallecidos a quienes no debería haber hecho un favor, sino que debería haber cumplido una obligación al apoquinar lo que la ley establece en estos casos, empero, no lo quiso hacer y decepcionó a sus propios colegas.

Habrá que esperar el pronunciamiento de la Comisión Revisora de cuentas del Colegio de Abogados del Santa y la decisión de la magna asamblea, por lo pronto, los abogados deberán llevarse ese bocadito amargo que dejan esta clase de situaciones por demás bochornosas para un gremio que se luce como “la conciencia jurídica de un pueblo”.

PREMATUROS CHANTAJISTAS

El año pasado la Policía intervino a un adolescente de apenas 16 años de edad cuando chantajeaba a una menor a quien exigía dinero o sexo a cambio de no revelar imágenes intimas que había conseguido extraer de las redes sociales luego de haber “hackeado” con engaños las cuentas de casi un millar de menores.

La audacia de este menor edad generó asombró en los efectivos policiales de la unidad de alta tecnología que habían tomado el caso al recibir la denuncia de madres de familia que alertaban que las cuentas de Facebook de sus hijas menores fueron invadidas por algún enfermo que las estaba acosando bajo el seudónimo “Oliver Tolentino”.

Ahora el chantajista tiene un año más de edad, un menor de 17 años que ha sido detenido en el interior de un hostal de la localidad en donde esperaba a su víctima, una ex enamorada de 19 años a la cual estaba chantajeando con publicar sus fotografías totalmente desnuda sino accedía a sus requerimientos libidinosos.

No cabe duda que la osadía juvenil nos presenta casos realmente patéticos, estas acciones delictivas propias de una extorsión fueron siempre patrimonio de gente avezada, empero, ahora vemos a prematuros chantajistas, adolescentes que no vacilan en amedrentar a sus víctimas hasta sacarles una ventaja económica y sexual. Algo está pasando con nuestros jóvenes, no pueden comportarse como avezados delincuentes a tan corta edad.