El juez del Sexto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia del Santa ordenó la reclusión de un importante mando policial contra quien la Fiscalía de Crimen Organizado formuló acusación por los delitos de tráfico ilícito de drogas y asociación ilícita para delinquir.
La medida se dirige nada menos que contra el actual Jefe del Grupo Terna de la provincia de Casma, región Ancash, Oscar Ronal Estrada Salinas (42), quien según la tesis del Ministerio Publico integraría la presunta organización criminal dedicada a delitos como tráfico ilícito de drogas, tenencia ilegal de armas, entre otros, operando en la provincia del Casma desde el año 2014.Â
Dicha organización estaría liderada por el delincuente conocido como “Sapo”, de allí que se le denomina “Los Sapos Blancos de Casma”, quien sería la persona que adquiere y compra el clorhidrato de cocaína, pasta básica de cocaína y marihuana en la ciudad de Chimbote para posteriormente distribuirla en las calles donde operaban.
Respecto a Oscar Estrada, se le atribuye que como integrante de la organización criminal, en su condición de Jefe del Grupo Terna en la Comisaria Sectorial de Casma, brindaba apoyo de protección e información a los integrantes con el objetivo de que no sean detenidos, alertándolos sobre la realización de operativos, por lo cual, según información de testigos claves, cobraba ‘cupos’ empleando una motocicleta.
Estos son los gravísimos cargos que pesan sobre las disposiciones fiscales y la resolución que ha expedido el Juez de Investigación preparatoria y que, ante el recurso impugnatorio de la defensa del mando policial, será revisada por la Sala penal de Apelaciones a efectos de establecer si es que en ella existe un exceso o han mediado factores extraños como lo denuncian los allegados al oficial.
Y es que no puede dejar de llamar la atención que la justicia coloque en un mismo nivel a los delincuentes y los efectivos policiales que los descubrieron, pues a decir de la esposa del efectivo y de los agentes policiales que conocen el caso y han comentado estos hechos con la prensa local, el Brigadier Oscar Estrada Salinas ha sido uno de los efectivos más eficientes en la lucha contra las mafias que delinquen en la vecina provincia.
Justamente, Estrada Salinas ha sido uno de los principales operadores para poder capturar a la mafia de “Los Sapos Blancos”, de allí que si hay algo que no se entiende es que si ello ha sido así cómo es que aparece con una imputación que lo considera como parte integrante de la misma.
Esto evidentemente le despoja coherencia y solidez a los cargos que sustenta el Ministerio Público, el Fiscal de Criminalidad Organizada afirma que ha realizado una prolija y extensa investigación y seguimiento para poder identificar a la decena de integrantes de esta gavilla de tráfico de drogas y para hacerlo ha contado con el aporte de las divisiones especializadas de la Policía de Casma y Chimbote, en las cuales tomaba parte el Brigadier Estrada Salinas en la medida que era titular del grupo especializado de lucha contra el tráfico de drogas en la vecina provincia.
Si es que se acusa al Brigadier de “integrar la organización criminal”, pues ni siquiera se le considera como una suerte de cómplice, no se llega a entender como es que el mismo Fiscal de Crimen Organizado ha llegado a desvirtuar esta organización delictiva en el marco de un megaoperativo realizado hace algunas semanas atrás, ello no habría sido posible si es que un alto mando policial de la vecina provincia conocía de la pesquisa y de las acciones de las autoridades.
Esto es evidentemente contradictorio y nos llena de dudas en la medida que la situación de Estrada Salinas es similar a la que el año pasado también afrontó el brigadier Fernando Trujillo Osorio, un eficiente agente policial que fue un símbolo de la lucha contra la delincuencia tanto en Casma como en Chimbote y al cual los ciudadanos vimos con espanto como era llevado enmarrocado a una celda por una orden de detención preliminar y era colocado con los mismos delincuentes a los cuales habría llevado a prisión.
Muchos deben recordar cómo es que el Brigadier Trujillo fue involucrado en la mafia “Los Pistoleros de Casma”, una organización a la cual había contribuido a desbaratar y en la que fue comprendido por el solo hecho que uno de los mafiosos declaró que recibían información del Sub oficial y porque hallaron un voucher de un depósito de 30 soles en la cuenta del efectivo policial, considerados por el fiscal como elemento de prueba.
Sin embargo, la esposa del Brigadier Trujillo Osorio dio a conocer la carta escrita de puño y letra por el mencionado agente policial en la que señalaba que todo no era sino una cruel y descarada venganza del Fiscal Carlos Franco Alzamora, quien buscó a los delincuentes para orientar sus declaraciones y perjudicarlo por el solo hecho de negarse a realizar seguimientos a jueces como le había sugerido.
Algo similar ha denunciado la esposa de Oscar Estrada Salinas, ha sindicado al mismo Fiscal de proceder de mala manera solo porque su esposo se negó a hacerle un seguimiento al Juez Justiniano Rsmos como le demandaba el Fiscal, una segunda imputación que no puede considerarse únicamente como una mera coincidencia.
En el primer caso, fue la Sala Penal la que dejó sin efecto la abusiva medida de prisión dictada contra Trujillo Osorio y estamos seguros que hará lo mismo en el caso de Estrada Salinas pues los cargos se sostienen únicamente en la sindicación de los mafiosos de “Los Sapos Blancos”, es decir, en las afirmaciones de delincuentes que solo tratan de vengarse de un sub oficial que constantemente los había perseguido.
Esto es tan evidente que llama la atención que el Juez haya aceptado de buenas a primeras el pedido de la Fiscalía para perjudicar a uno de los elementos que sirvió para desbaratar a la banda que investigan, de allí que habrá que esperar que la instancia superior, con un criterio más amplio y con la participación de tres cabezas que piensan mejor que una, sabrá deslindar las presuntas responsabilidades que se le achacan a uno de los efectivos que había demostrado eficiencia y efectividad contra la delincuencia. Creemos que este caso tendrá el mismo derrotero que el anterior que anuló una controvertida medida.