El Jefe de la Región Policial, Coronel Felipe Eslava acaba de disponer el traslado de 30 efectivos policiales más hacia la vecina provincia de Casma con la finalidad de atender el crecimiento de la ola delictiva en esa jurisdicción y luego que se produjeran asaltos y asesinatos en la vecina localidad.
Ello a despecho de los 111 efectivos policiales con los que ya cuenta y que se ha cambiado al Comisario de esa dependencia policial, empero, ante el recrudecimiento del accionar delincuencial lo mejor es adoptar medidas que permitan anticiparse a cualquier evento mucho más graves y delicado.
En realidad lo que ocurre en Casma, siendo un pueblo pequeño pero tiene una gran delincuencia, obedece a la presencia de la minería informal que mueve ingentes cantidades de dinero y allí en donde existe este movimiento económico está la delincuencia, por ello es que ha emergido un inusitado índice delincuencial.
Pero ya la Policía estaba notificada de esto, no por nada se han realizado en esa provincia hasta tres megaoperativos para desvirtuar igual número de organizaciones criminales, una estadística que supera a la de Chimbote.
Allí se ha desbaratado a la banda de “Los Encapuchados de Casma”, luego cayeron los “Pistoleros de Casma” y finalmente han desbaratado a la banda “Los Sapos Blancos”, la última de las cueles estuvo dedicada al tráfico de drogas y las dos anteriores al robo, extorsión y sicariato.
De allí que se entiende la medida que ha dispuesto el alto mando policial de Ancash, sin embargo, esto no es sino una secuela del incremento de la ola delictiva y la impotencia de una Policía para poder frenar esta actividad delincuencial en la medida que los maleantes se injertan con delincuentes rankeados que llegan de otros lugares.
Uno de los hechos que nos advierte que esta situación de inseguridad se torna cada día mas delicada es el asalto del cual ha sido víctima el Jefe del Escuadrón de Emergencia de Chimbote, Mayor Omar Jaén Gutiérrez, quien fue despojado de sus pertenencias por tres maleantes en el A.H. Señor de los Milagros.
Cierto es que este atraco no se produjo cuando el oficial estaba uniformado, sino que cuando se encontraba de franco y de civil y salía de visitar a algunos amigos con los cuales había practicado deporte, dirigiéndose por las calles de dicho asentamiento a buscar una movilidad que lo traslade a su domicilio.
Fue en esas circunstancias que aparecieron tres delincuentes que lo sorprendieron, ni se inmutaron que se hallaban a plena luz del día, para tomarlo por la fuerza y sacarle su dinero y el equipo celular que llevaba consigo, pues hallándose de civil no portaba arma alguna y por ello los delincuentes lo confundieron con un mortal cualquiera.
De todas formas, el oficial es un ciudadano corpulento, que se encuentra en condiciones de defenderse ante el accionar de delincuentes, sin embargo, al mayor Jaén lo sorprendieron y no le permitieron reaccionar para dejarlo como una víctima más de la delincuencia, al margen que estos avezados sujetos caminan armados y es difícil oponer alguna resistencia sin exponer la vida o la integridad física.
El Jefe del Escuadrón es un efectivo de conocida eficiencia en la lucha contra la delincuencia, por ello es que la noticia del asalto sufrido en la vía pública ha impactado en la comunidad chimbotana, ha generado reacciones diversas en la medida que nadie podría sospechar que uno de los principales puntales de la unidad que hace frente a la delincuencia en nuestra ciudad pueda ser víctima también de los hampones, claro está, en las circunstancias que ya hemos precisado.
Sin embargo, este hecho pone de manifiesto la vulnerabilidad de las calles de Chimbote en materia de seguridad, ya nadie está libre de ser víctima de un asalto, los choferes son despojados de sus vehículos y casi al instante reciben llamadas de los maleantes que los extorsionan para que les devuelvan el auto de lo contrario los desmantelan o sencillamente los incendias y destruyen.
Los empresarios son víctimas de permanente acoso de extorsionadores, les dejan mensajes tanto con anotaciones acompañadas de proyectiles como de mensajes de texto a través de cuentas de internet desconocidas por las cuales los inducen no solo a entregar un cupo sino a mantener reserva y no denunciar a la Policía bajo amenaza de tomar venganza, por ello es que muchos optan por mantenerse en silencio.
Ni que decir de los raqueteros que son delincuentes que van desplazándose por diferentes sectores de la ciudad en busca de víctimas y asaltan al paso a muchas personas que se ven sorprendidas y algunas de las cuales prefieren no denunciar porque, infortunadamente, los trámites de una acusación ante la delegación policial genera un papeleo y horas perdidas para el agraviado de un delito.
De allí que el asalto sufrido por el Jefe de escuadrón de emergencia solo contribuye a generar un escenario de impunidad en la ciudad, muchos debemos convenir que lamentablemente la delincuencia consigue avasallar a la autoridad policial porque cuenta con mejores medios para operar, mientras que la Policía cuenta con unidades de patrullaje que son limitadas y el aporte del serenazgo es importante pero no suficiente, por ejemplo, en el caso de nuevo Chimbote ya es totalmente nulo.
Así como un hecho de esta naturaleza ha golpeado a los pobladores porteños que se han visto preocupados de la forma como todos sin excepción, estamos expuestos al accionar de la delincuencia, lo mismo ha ocurrido al interior de la propia Policía que debe haber acusado el golpe de un hecho de esta naturaleza.
Sin embargo, a pesar que el oficial asaltado debe reconocer a los sujetos que lo sorprendieron, todo indica que los maleantes se han refundido o han salido de la ciudad pues hasta el momento la Policía no ha dado cuenta de la captura de algunos de los autores de este hecho criminal. Esperemos que puedan hacerlo en el menor tiempo posible pues todos estamos intranquilos y nerviosos frente a tan preocupante inseguridad.