Un numeroso grupo de trabajadores de la empresa AproFish, paralizaron sus labores exigiendo el pago de las utilidades que les adeudan desde hace 4 años atrás.
Por lo menos, dijeron que son cerca de 500 trabajadores, los que año a año, han ido reclamando este beneficio que se les ha negado, bajo el argumento que están en pérdida, y tienen préstamos para pagar y otras excusas que ya no les creen.
La indignación de los protestantes fue tanta, que denunciaron que esta empresa llamada anteriormente Conservera Andes Fish, destina el mayor porcentaje de pescado para la harina, pese a ser conservera,
“Llega 120 toneladas, distribuidas en 12 cámaras de pescado, de ahí 10 cámaras va para la harina y apenas dos para la conserva”, señaló una de las protestantes Martina Palomino, quien dijo que nunca denunciaron estos hechos por respeto al centro de trabajo que les da un ingreso, pero se cansaron de tanto abuso y ahora revelan cómo es que realmente trabajan.
De igual forma otro trabajador, Miguel Ávila Domínguez dijo que efectivamente ese es el trabajo que hacen a ello les dan apenas 20 toneladas y 100 se va para la harina.
“Este año correspondía darnos también nuestras utilidades, ellos dicen que no hay ganancias, sólo hay pérdidas pero no aceptamos porque sabemos los que trabajamos la cantidad de pescado que meten a la harina, no es posible que nos quieran explotar de esa manera, exigimos justicia que respeten nuestros derechos no mas abusos”, exclamó este indignado trabajador.Â
Todos los trabajadores que conocen la realidad de esta empresa, dijeron que ha mejorado en un cien por ciento, sólo para la clase obrera no hay dinero, sin embargo, si hay para adquirir depósitos para almacén de la harina y de dónde sacan dinero entonces para comprar embarcaciones, dijeron.
Este plantón fuera de la empresa, lo seguirán haciendo hasta ser escuchados, pues, están dispuestos a tomar medidas radicales, se cansaron de esperar por años estas utilidades que nunca llegan.
Cuando los trabajadores se encontraban en la puerta de la empresa llegó una de las funcionarias de la empresa que la identificaron como Silvia Chu, según dijeron los reclamante sería una de las responsables, que pese a preguntarle sobre la situación que viene pasando, simplemente no respondió nada y aligeró su paso para ingresar raudamente al establecimiento.