Buzos de Chimbote no llegan hasta allí:
Pescadores que lograron salvarse, ayer esperan que sus compañeros aparezcan.
Un día después de la tragedia de la desaparición de ocho pescadores tras el choque de dos lanchas en alta mar los cuerpos no son encontrados y siguen en calidad de desaparecidos.
Para ayudar en la búsqueda de los trabajadores del mar, ayer llegaron sus familiares desde el puerto de Santa Rosa (Chiclayo) de donde son oriundos los desaparecidos. Así también se presentó el cuñado del venezolano que está entre los ocho desaparecidos.
Todos ellos se presentaron en Capitanía de Puerto para buscar información de los suyos y pedir que la búsqueda se intensifique.
El Capitán de Puerto, Carlos Díaz Honores, informó a los familiares de la llegada (para ayer) de un equipamiento de buceo que posibilite a los buzos sumergirse a más de 40 metros de profundidad y ubicar los cuerpos de los pescadores.
En medio de lágrimas, Jessica Llenque Súclupe, esposa del pescador Walter Ipanaqué Sánchez (30) contó que su consorte estaba contento de la buena faena de pesca que está yéndo a todos los pescadores y es así que le prometió construir su casa.
“El martes antes de embarcarse estaba emocionado porque estaba buena la pesca y que con lo que iba a ganar empezaría a construir la casa para nuestros dos hijos. Yo no me resigno a perderlo, tengo que ver su cuerpo” añadió hondamente triste.
Cleider Maldonado Torres, ciudadano venezolano y cuñado de Jesús Salvador Villegas Abreu, de la misma nacionalidad, refirió a su vez que a fin de mes llegaban a Perú su hermana y sus cuatro hijos de 12, 10, 09 y un año.
“Esta desgracia nos ha matado a todos, mi cuñado soñaba con reunirse con su familia y vivir aquí en Perú trabajando, pero pasó esto y ahora anhelamos encontrar su cuerpo. Esto es una pesadilla, vinimos por un mejor porvenir y pasó este accidente” agregó.
Manuel Galán LLontop, suegro de Carlos Esqueche Carrasco, (38) y dirigente de Federación de Pescadores del Norte, pidió que todos sean rescatados con participación de la Marina de Guerra, de las autoridades y también de la empresa Sejona SA y Austral. “La pesca es una actividad de alto riesgo y deben tener un seguro de vida”, exigió.
Los sobrevivientes del choque de la María Esperanza con la embarcación de fierro Malena, sienten y hondamente la pérdida de sus compañeros.
Uno de ellos, Máximo Chamamé, contó que al momento del impacto estaba bebiendo café. “Es un milagro que esté vivo, no sé cómo salimos a flote y de ahí una lancha vikinga nos rescató y llevó a la bolichera” agregó.
Los tripulantes que aún no los encuentran han sido identificados como Óscar Quicio Castro, Walter Wilson Ipanaqué Sánchez, Elizban Zeña Urcia, Carlos Esqueche Carrasco, Wilmer Effio Effio, Santiago Díaz Huamanchumo, Dan Kalet Quicio Zeña y Jesús Salvador Villegas Abreu.