Cuando parecía que tenía los tres puntos en el bolsillo, el elenco de Los Turrys de El Acero terminaron cediendo dos puntos valiosos ante Ovación Miraflores que le tumbó la fiesta en el final del partido empatándole 2 a 2, en el cierre de la tercera fecha del hexagonal final del torneo de primera división de la Liga Deportiva Distrital de Fútbol de Chimbote.
El equipo de Falconi no pudo mantener su ventaja y en los descuentos terminaron por dejarlo con solo un punto con la sensación de haber perdido, sobretodo por lo que paso al final, la bronca entre el portero y los jugadores miraflorinos que finalmente generó que hasta los auxiliares de Ovación y hasta algunos aficionados se metieran al campo para enfrascarse en una bronca sin sentido.
El partido fue parejo desde los primeros minutos y como siempre, fueron los muchachos del equipo de El Acero los que tomaron la iniciativa y fueron en busca del gol de la ventaja, pero se encontraron con una defensa miraflorina que estaba aplicada y buscando siempre de atacar de manera rápida y sorprender a Los Turrys que tuvo en Moreno, Vásquez y Cañizales a los encargados de generar los ataques, mientras que Tamariz poco a poco fue creciendo en su rendimiento y fue importante en las dos áreas, tanto como para defender y atacar.
Lamentablemente no se abrió el marcador en el primer tiempo y se fueron al descanso con la sensación de que algo mas podían hacer en la segunda mitad, y fue apenas a los 2’minutos de reiniciado el juego que se produjo una falta dentro del área miraflorina en contra de Vásquez, la misma que fue sancionada como penal, y el encargado de transformarlo en gol fue, José Tamariz quien ejecutó bien la pena máxima y le dio la ventaja a su equipo que ahora tenía la responsabilidad de asegurar el partido.
Pero ante la reacción de los miraflorinos, los muchachos de El Acero se replegaron un poco y le cedieron espacio a los dirigidos por Seclen, y en una jugada defensiva nació el gol del empate, Cervera sale de su área ante el poco volumen ofensivo que había sumado los turrys, y de inmediato pide la devolución larga por la banda izquierda y llegó a la pelota en base a velocidad, luego de cruzar casi todo su campo, y ante la salida de su marcador lo dejo atrás, mientras que el portero se demoró una eternidad en salir, dudó y perdió porque Cervera le ganó y lo descontó ante una salida dubitativa del arquero turry y sobre los 18’minutos, Ovación Miraflores encontró el gol de la igualdad con poco.
Pero el ingreso de Bazán por un desconcentrado Lindo, le dio mayor frescura al ataque turry, y a los 25’minutos, en una jugada que inició Gerson Bazán terminó en un rebote en el área que le quedo preciso a Anderson Mendoza quien fusiló a Guzmán para anotar el 2 a 1 que puso en ventaja a Los Turrys por segunda vez en el partido.
Todo parecía estar controlado por Los Turrys, incluso tuvieron hasta dos ocasiones claras para cerrar el partido, primero Moreno falló su remate al decidir mal y la segunda la tuvo Bazán, y al final les costó caro porque en la última jugada del partido cuando se jugaban los 2’minutos de descuento adicional que había otorgado Vásquez, un tiro libre en tres cuartos de cancha ejecutado por Culcos encontró la cabeza a Toninho Medina quien le dio la igualdad en complicidad con el portero ‘turry’ que algo mas pudo hacer para evitar que los dejen solo con un punto cuando ya tenían los tres en el bolsillo y los hinchas de El Acero ya bailaban al ritmo de la banda que llevaron al estadio para adelantar la fiesta que terminò en bronca.
La bronca se generó luego del pitazo final de Jorge Vásquez, por la provocación de la que fue víctima el portero de Los Turrys, Oscar Argomedo, quien se enfrascó en una trifulca con los jugadores miraflorinos que lo provocaron, y el guardameta reaccionó mal, pero estuvo peor la actitud de un asistente de Ovación que le pegó por atrás al portero, fue entonces que Magan, preparador de arqueros de Los Turrys corrió en auxilio de Argomedo y todo se degeneró, incluso uno de los simpatizantes del cuadro miraflorino se saltó la malla del estadio para ingresar al campo y meterse en el lio de manera irresponsable, menos mal que todo fue controlado por los mismos jugadores porque los policías brillaron por su ausencia en una trifulca que pudo tener un peor desenlace.