La inclusión financiera se refiere al acceso que tienen las personas y empresas a una variedad de servicios financieros útiles y accesibles que puedan satisfacer sus necesidades. Según el Banco Mundial, ello es clave para reducir la pobreza para lograr un crecimiento económico inclusivo. En este sentido, se presentará el panorama de la inclusión financiera en Áncash, evidenciando los avances y retos pendientes.
Acceso a los servicios financieros
Según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), en los últimos 5 años, Áncash registró una mejora considerable en el acceso al sistema financiero. El número de puntos de atención –entre oficinas, cajeros automáticos y cajeros corresponsales- por cada 100 mil habitantes pasó de 100 en 2012 a 503 en 2017. Es decir, la disponibilidad de servicios financieros se quintuplicó.
Dicha mejora se debe principalmente al incremento del número de los cajeros corresponsales, también llamados agentes bancarios, que pasaron de 59 a 420 por cada 100 mil habitantes entre el 2012 y 2017. Pese a la mejora registrada, en el número de puntos de atención por cada 100 habitantes aún se encuentra por debajo del promedio nacional (756).
Asimismo, el número de distritos con algún punto de atención del sistema financiero también aumentó. En 2012, de un total de 166 distritos en la región, 42 distritos contaban con acceso a puntos de atención; mientras que, en 2017, el número de distritos se elevó a 95 distritos. Sin embargo, pese el incremento, dicha cifra solo representa el 57.2% de los distritos de Áncash.
Uso y profundidad de los servicios financieros
El uso de los servicios financieros es otro factor relevante de la inclusión financiera. En ese sentido, el porcentaje de deudores –personas con créditos directos- en la región se ha expandido, aunque moderadamente, en el último lustro, pasando de 20.6% en 2012 a 26.6% en 2017. Es decir, un mayor porcentaje de la población adulta de la región ha accedido a créditos; sin embargo, aún se encuentra por debajo del promedio nacional (32.6%).
Por otro lado, la profundidad financiera se mide principalmente a través de dos indicadores: el total de créditos y depósitos como porcentaje del PBI. En Áncash, el crédito como porcentaje del PBI se ha incrementado en los últimos 5 años, al pasar de 12% en 2012 a 17% en 2017. En tanto, los depósitos como porcentaje del PBI, si bien se han incrementaron entre el 2012 y 2014 (de 10.1% a 12.2%), entre 2014 y 2017, más bien, han mostrado una tendencia decreciente al pasar de 12.2% a 10.9%. Dicha disminución se debe a que el PBI de la región ha crecido a un mayor ritmo que los depósitos entre dichos años.
Pensiones
Según la SBS, entre el 2012 y 2017, la población económicamente activa (PEA) de la región afiliado al sistema privado de pensiones aumentó de 24.3% a 26.7%. De esta forma, el año pasado hubo 169 mil personas afiliadas en la región. Del total de afiliados, el 66.5% fueron hombres, mientras que el 33.5% mujeres. Esta diferencia se explica, en parte, debido a que la participación masculina (55.9%) en la PEA es mayor a la femenina (44.1%).