Cuando alguien llega a conocer el distrito de Coishco observa que existe todo un complejo deportivo que lejos de albergar a cientos de niños y promover el desarrollo de las prácticas deportivas de los jóvenes, solo existe basura, desperdicios y un recinto completamente deteriorado por la desidia y el abandono.
Se trata del coliseo Cerrado de Coishco, una obra ejecutada en la gestión del ex presidente regional César Álvarez Aguilar y que le costó al erario regional nada menos que 7 millones de soles, sin embargo, como muchas otras no fue culminada.
A diferencia de otras que han quedado en medio de fierros expuestos, la obra de Coishco estuvo avanzada casi en el 75% y aun cuando no había sido terminada, con ambición netamente politiquera, el ex presidente regional César Álvarez programó su inauguración y la dejaron en esas condiciones porque pretendieron entregarla tal y como estaba.
Esto lo ha revelado el ex alcalde de Coishco, Jesús Castillo Mestanza, quien estaba en funciones en aquella oportunidad y señaló que tomó parte de la ceremonia de inauguración pero que a la semana llegaron funcionarios del gobierno regional pretendiendo que firme los documentos de entrega de obra, a lo cual se negó porque no estaba terminada.
Desde entonces la obra quedó en esas condiciones, no fue utilizada y el alcalde Manuel Aldave la dejó sin siguiera seguridad, de tal suerte que sus instalaciones fueron invadidas por gente de mal vivir no solo para sustraer los bienes que podían llevarse sino para realizar sus fechorías., utilizándola como fumadero y hasta como lupanar por parte de homosexuales y meretrices.
El lugar presenta un aspecto nauseabundo, la basura y los restos de cigarros y ketes de PBC abundan, de la misma manera los restos de preservativos y papel higiénico que le otorga un olor repugnante, constituyendo de esta manera un elefante blanco que forma parte de la herencia negra que nos legó la denominada red de Corrupción de Ancash y que representó el gran pretexto para que ex funcionarios se llenen los bolsillos con los diezmos.
Pero al conocer los alcances de esta lamentable situación nos viene inmediatamente a la memoria el Coliseo Cerrado de Chimbote, que fue otra obra elefantiásica de la gestión de César Álvarez Aguilar y un verdadero forado para las arcas regionales.
En este caso se perdieron nada menos que 20 millones de soles por una obra que se quedó a menos del 40%, quienes viajan de Chimbote a Nuevo Chimbote y viceversa pueden observar el cementerio de fierros y material de construcción que quedó a la intemperie en el sector conocido como centro recreacional Gran Chavín, ubicado a un costado del complejo comercial Megaplaza.
Esta obra fue concebida con el único objetivo de aprovecharse de los recursos de la región, no solo se decidió ejecutarla en medio de graves irregularidades, como que se decidió edificarla sobre terrenos que no contaban con la consistencia necesaria para una infraestructura que soportará tribunas con miles de personas (no se puede olvidar que allí hubo una laguna) sino que se direccionó la buena pro para que resulten beneficiados empresas que no tenían respaldo legal alguno.
Comenzando por el hecho que se permitió que entreguen una carta fianza de las entidades creadas por la mafia de Rodolfo Orellana, hasta la entrega de partidas presupuestales por encima de los porcentajes de avance físico, sin que se haya previsto la ampliación de penalidades o garantías para la Región.
Por ello es que la obra quedó abandonada y es un verdadero monumento a la corrupción, el Poder Judicial viene tramitando una denuncia penal derivada de las muchas irregularidades que detectó la Contraloría General de la República luego que pudiera auditarlas tras la caída de la red de corrupción y ha encontrado hechos tan delicados como, por ejemplo, que se haya emprendido los trabajos sin que exista un expediente técnico aprobado, algo realmente sorprendente.
Existe una veintena de ex funcionarios involucrados en este caso, comenzando por los ex gerentes de la Sub Región Pacífico Pamela Bermúdez Rodríguez y Juan Carlos Gallo Zegarra, quienes son los responsables de haber avalado las irregularidades que determinaron el abandono de esta obra, con la mayor parte de su presupuesto agotado al haberse aprobado valorizaciones sin verificarse el avance de los trabajos.
Justamente, al iniciarse el año se pudo conocer que este caso estaba a punto de pasar a la fase de juicio oral, sin embargo, al momento de proponer su requerimiento acusatorio el fiscal solicitó que se dicte prisión preventiva de 18 meses contra once de los investigados, pedido que, si la memoria no nos traiciona, se ha dilatado y hasta el momento no es debatido en audiencia pública.
La realidad es patética, la obra aparece ante los ojos de medio mundo totalmente abandonada, es un fiel reflejo de lo que ha sido la vigencia de la corrupción en el gobierno regional en la gestión de César Álvarez, sin embargo, a pesar de ello nadie ha sido sancionado hasta la fecha y por ello este caso se asemeja al que se acaba de denunciar en Coishco, en donde otro Coliseo Cerrado ha ido abandonado y se echó a perder nada menos que siete millones de soles, al margen de los diezmos.
Esto es algo que ya no puede tolerarse, la corrupción tocó fondo y hasta el momento no podemos superar todas las heridas que dejaron abiertas desde la gestión de César Álvarez, y, la prueba más latente de todo ello son estas expresiones de desagradable sorpresa al observar la presencia de obras que quedaron inservibles como un verdadero monumento a la corrupción, como la auténtica manifestación del abuso y aprovechamiento que se genera en la función pública y la desidia u parsimonia de la justicia para poder sancionar todo ello. Esto es lo que indigna mucho más.