Editorial

Editorial: ::: INMINENTE SANCIÓN :::

Contra lo que nos tenían acostumbrados, la Fiscalía Suprema de Control Interno suspendió la semana pasada al titular del Ministerio Público de Ancash, Dr. Jorge Luis Temple, por espacio de seis meses y ha debido nombrar a un remplazante para que dirija los destinos de esa importante repartición en nuestra región.

Jorge Temple Temple no solo era el presidente de la Junta de Fiscales y el Fiscal Decano de Huaraz, sino que se desempeñaba como el fiscal Coordinador del sistema anticorrupción de esa jurisdicción que abarca a todas las provincias de la zona sierra de Ancash, de allí que no solo estamos ante una medida drástica y contundente, sino que debe estar respaldada por la existencia de evidencias que dicen muy mal del desempeño funcional del referido magistrado.

En efecto, la sanción de la máxima instancia fiscalizadora del Ministerio Público responde a la pública denuncia que hiciera el ex fiscal provincial anticorrupción de Huaraz, Joel Valverde Silva, un magistrado que fue desterrado a predios del distrito judicial del cono norte de Lima después de “haber perdido” la confianza el Presidente de la Junta de Fiscales de Huaraz de donde procedía.

Sin embargo, ya en la capital no pudo callar el pasaje que lo había llevado a tener esa mala suerte en su trayectoria profesional, no se podía quedar con una espina clavada en médula de la injusticia y que, asumimos, que no lo dejaba dormir tranquilo.

El magistrado reveló en la televisión nacional hechos sumamente graves y que responden, efectivamente, a la presunta existencia de manejos corrompidos y que exponen una posible infiltración de las influencias nefastas de la red de corrupción de Ancash que todos pensábamos que era cosa del pasado.

Por lo menos esto es lo que se respiraba y percibía en el nuevo clima de la administración de justicia de Áncash, particularmente en el Ministerio Público, empero, las revelaciones del Fiscal Provincial nos llevaron a uno de los escenarios de absoluta impunidad que nos legó la red de corrupción de Áncash, esa que estuvo vinculada a la gestión del encarcelado ex presidente regional César Álvarez Aguilar y su entorno de funcionarios que fueron a  parar a la cárcel y que, sin embargo, siguen haciendo de las suyas para tratar de burlar ese régimen de prisión.

El fiscal denunciante se refirió al “Caso Wecrococha”, un verdadero escándalo de corrupción en la gestión de César Álvarez en la medida que fue una de las tantas obras que fueron abandonadas pero en la que se detectó que se pagó millonarias sumas pese a que no se avanzó ni siquiera el 15% de la obra, un caso de corrupción emblemático pero que, para sorpresa de propios y extraños, fue archivado en el extremo del juicio que se seguía contra Dirsse Valverde Varas, el otrora mano derecha de César Álvarez.

Nadie sospecharía nada extraño en razón que las causas de este archivo definitivo estaban relacionadas con la prescripción del delito, es decir, que había transcurrido tanto tiempo que la justicia perdió la posibilidad de perseguir el delito, sin embargo, la naturaleza de esa medida judicial tenía un entorno impúdico que no podía pasarse por alto.

El Fiscal Joel Valverde recordó que para que se produzca esta prescripción pretendieron obligarlo a que cambie la figura de colusión agravada que era materia de juzgamiento por una de colusión simple y quien le propuso esta modificatoria fue nada menos que su superior Jorge Luis Temple, una presión que no estuvo dispuesto a tolerar y por ello en la audiencia pertinente no aceptó el pedido de la defensa y la Sala ordenó continuar con el juicio en las mismas condiciones.

El Fiscal superior lo llamó cuando apenas salía de la audiencia para reprocharle por su decisión de mantener la tipicidad y por no proceder como le había indicado, tenía un canal de comunicación extraordinario que le permitía conocer lo que sucedía en la audiencia en el acto, pero su afán de favorecer al acusado llegó al extremo de quitarle la carpeta fiscal y disponer su cambio por otro fiscal para que este otro magistrado proceda de la forma como la defensa técnica necesitaba.

Ese Fiscal acomedido fue Ricardo Magde Lomgobardi, quien en la siguiente audiencia aceptó la insistencia de la defensa para que se cambie la tipificación y con ello consiguieron que el delito investigado tenga una menor pena y de esa forma operaba la prescripción, un descarado negociado por donde se le mire y una actuación bochornosa de los operadores de justicia que ha ensombrecido una vez más la actuación del Ministerio Público en Áncash y todo el país.

Por ello es que la Fiscalía Suprema de Control Interno envió a dos funcionarios para que revisen toda la documentación del caso Wecrococha, para que se documenten respecto al cambio de Fiscales, las fechas y las razones de un escenario que se prestaba para una componenda que no tenía nombre.

En la medida que estas actuaciones están al margen del trabajo de la prensa, no se pudo conocer lo que los Fiscales hallaron en Huaraz, empero, la medida de suspensión del Fiscal Jorge Luis Temple solo confirma que las evidencias lo comprometían en una grave actuación que deberá deslindar en el proceso disciplinario que, asumimos, la máxima instancia el Ministerio Publico le ha iniciado.

Recordemos que el Fiscal Jorge Temple se pronunció un día después que se difundió el reportaje y adujo que fue el primero que impidió que este caso prescribiera, que fue el fiscal que calificó esta figura con una modalidad agravada y por ello jamás se podrá poner en tela de juicio su actuación, empero, si esto ha sido así las evidencias de una presión a un magistrado subordinado no demuestran todo ello.

Por el contrario, los ex miembros de la Sala Penal Liquidadora que decretaron la prescripción han confirmado la historia de Joel Valverde, han señalado que este extraño cambio del tipo penal que terminó favoreciendo a Dirsse Valverde e impulsando la prescripción fue el repentino cambio de fiscal y el cambio de opinión del Ministerio Público. Las evidencias halladas en Huaraz determinaron que no había otro camino que la sanción a quien, se presume, es el promotor este lamentable episodio que afecta una vez más al verdadero espíritu de la ley y la justicia.