Editorial

Editorial: ::: REPULSIVA REACCIÓN :::

La justicia ha determinado el internamiento en el Penal de Cambio Puentes de dos individuos que han sido sindicados como los autores del crimen de un hombre a quien eliminaron a golpes como consecuencia de una riña de índole pasional.

Se trata de Miguel Ángel Flores Ayala, de 27 años y Javier Julio Cadillo Morales de 55 años quienes afrontan cargos por homicidio calificado en agravio de Presbítero Vera Quispe de 60 años, en trágico hecho ocurrido en el asentamiento humano “Costa Blanca” en el distrito de Nuevo Chimbote.

La información policial dio cuenta del crimen de un hombre a golpes a manos de dos individuos que llegaron hasta su vivienda en donde lo castigaron duramente y lo dejaron abandonado en el interior, descubriéndose este homicidio solo al día siguiente cuando la conviviente del occiso retornó después de haber huido tras desatarse la gresca.

Apenas un día después se pudo conocer que el móvil de este crimen ha sido la venganza, la necesidad de dos sujetos de castigar a otro por el hecho que haya iniciado una relación extra matrimonial con una familiar de ellos mucho más joven y con la cual lo sorprendieron nada menos que cuando mantenían relaciones.

La esposa de Miguel Flores Ayala, quien alega inocencia de su cónyuge, relató que los hechos ocurrieron cuando su esposo se enteró que su hermana menor Rocío Flores Ayala mantenía relaciones con un hombre mucho mayor que tiene su propia pareja, por ello es que al tomar conocimiento que se encontraba en la vivienda de este sujeto, junto a su cuñado, es decir, la pareja de su hermana, identificado como Javier Cadillo Morales, se dirigieron al lugar aparentemente para sacarla de ese lugar.

Sin embargo, el objetivo fue más allá, pues al sorprender al sujeto la emprendieron a golpes y solo un día después la pareja de Presbítero Vera Quispe, quien había presenciado la incursión de los presuntos homicidas, lo halló en medio de un  charco de sangre y fue quien dio cuenta de estos acontecimientos a la Policía.

Precisamente esta mujer, identificadas como Anita García Anampa, se constituye en testigo de excepción para sindicar a los presuntos responsables, pues ella fugó cuando vio que ingresaban de manera violenta a la vivienda, mas no pudo verificar quien fue el que atacó al occiso, solo advirtió que ambos ingresaron a golpear al dueño de la casa.

En realidad, lo que sorprende y espanta en estos hechos es la manera como dos personas pueden reaccionar frente a una noticia que por muy desagradable o grotesca que resulte para ellos, nada justifica que pretendan asesinar a un hombre.

Los dos investigados, Miguel Ángel Flores Ayala y Javier Julio Cadillo Morales, decidieron acudir a la vivienda del fallecido Presbítero Vera Quispe porque tomaron conocimiento que éste mantenía una relación extramatrimonial con quien resulta siendo hermana del primero y pareja del segundo.

Reaccionaron de manera virulenta al conocer que aquella se encontraba en su vivienda aparentemente manteniendo relaciones con el occiso, por ello no solo llegaron para sacarla de este lugar sino para tomar venganza y emprenderla a golpes contra el sujeto que la había envuelto en una trama pasional, empero, es evidente que lo hicieron con tal furia y brutalidad que acabaron con la vida del propietario del inmueble.

Por ello es que la justicia ha decidido ponerlo tras las rejas, inclusive, sin necesidad de deslindar las responsabilidades que alcanza a cada uno de ellos en la medida que la abogada y la esposa de Miguel Ángel Flores niegan que haya puesto una mano sobre el fallecido y descargan toda la responsabilidad sobre el segundo Javier Cadillo Morales.

Si esto es así será materia de un deslinde de responsabilidades en el curso de la investigación, lo cierto es que nada justifica que hayan procedido de esta manera, por muy negativa o desagradable resulte la noticia o chisme que llegó a su conocimiento respecto a las correrías de su familiar.

Si los dos individuos fueron a parar al Penal de Cambio Puente ello es consecuencia de una repulsiva reacción, una intransigencia sin límite que los llevó a propinar al fallecido una paliza que lo llevó a la muerte. Tendrán que responder por ello, aun cuando el accionar doloso no haya sido su propósito inicial y la justicia deberá dejar sentado un precedente para impedir que más adelante otros procedan de la misma y delincuencial manera.

LAMENTABLE SITUACIÓN

Hace poco más de un año las autoridades no pudieron ocultar su preocupación ante la intervención de menores que estaban en poder de sustancias alucinógenas entre sus pertenencias dentro de un centro educativo en Laderas del Norte.

Ha pasado el tiempo y la historia parece repetirse, esta vez en un centro educativo del distrito de Nuevo Chimbote, en donde efectivos de la Comisaría de Buenos Aires llegaron apenas fueron comunicados por la Directora de la presencia de un alumno con droga y dinero dentro del plantel.

Se trata de un menor de 14 años de edad que cursa el tercer año de secundaria en el Centro Educativo “Pedro Pablo Atusparia”, quien fue sorprendido por la maestra con una bolsa de polietileno en el que se halló poco más de un gramo de marihuana, además de 3 billetes de diez soles y 6 monedas de sol, lo que haría presumir que se dedicaría a la venta del estupefaciente entre los alumnos.

La Fiscalía de Familia del distrito ha debido hacerse cargo de este caso en la medida que hay de por medio un acto ilícito que se imputa a un menor de edad, de allí que la presencia de sus padres era obligatoria a efectos de iniciar la investigación que se requiere en estos casos en la medida que los menores están al margen del radio de acción del derecho penal.

Sin embargo, no puede dejar de preocupar un hecho como este que involucra a un menor quien apenas si frisa la adolescencia y que no puede estar inmerso en el mundo de las drogas, menos aún puede pensarse que estaría traficando con el estupefaciente.

Esta lamentable situación amerita que se realice una intervención exhaustiva para conocer no solo las razones que han empujado a este menor a involucrarse en las drogas sino evaluar si existen potros estudiantes en esta misma actividad.